Horacio Rodríguez Larreta, candidato de Pro a jefe de gobierno porteño, triunfó ayer en las elecciones de la Capital por una rotunda diferencia de 20 puntos sobre su rival más inmediato, Martín Lousteau, de Energía Ciudadana Organizada (ECO). No obstante, el resultado no le alcanzó para evitar la segunda vuelta electoral, que enfrentará a ambos candidatos el 19 de este mes: escrutado anoche el 92,7% de las mesas, Rodríguez Larreta reunía el 45,6% de los votos, mientas que Lousteau, el 25,6%.
El candidato de ECO confirmó anoche que no se bajará de la compulsa y que le dará batalla a su competidor de Pro dentro de dos semanas. "Todos los porteños decidieron que habrá ballottage. ¡Con el ballottage ganamos todos!", exclamó un Lousteau exultante, quien resaltó que, con los resultados de ayer, su espacio político quedó consagrado como segunda fuerza política en la Capital al desplazar al Frente para la Victoria de ese lugar. En efecto, el escrutinio provisional arrojaba anoche un 21,7% de los votos para el candidato kirchnerista, Mariano Recalde, que se ubicó tercero.
Cuarto en el podio se situó Luis Zamora, con casi el 4% de los votos. Su desempeño fue mejor que en las primarias, ya que logró desplazar a la candidata del Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), Myriam Bregman, que anoche obtenía el 3,1% de los sufragios.
En Pro, aun con lo contundente del triunfo en su bastión electoral, los festejos fueron moderados; es que, pese a que el desafío era difícil y así lo admitían, algunos albergaban la esperanza de cruzar la barrera del 50% de los votos para evitar el ballottage. Esto finalmente no ocurrió. Además, Rodríguez Larreta perdió casi dos puntos respecto de lo que cosechó su partido en las elecciones primarias del 26 de abril pasado. En aquella oportunidad el partido de Mauricio Macri reunió el 47,9% de los votos, sumadas las boletas de Rodríguez Larreta y de Gabriela Michetti.
Aún así, Macri se mostró eufórico durante los festejos. Investido en su traje de candidato presidencial, el líder de Pro aprovechó el triunfo porteño para ensayar un duro discurso contra el gobierno kirchnerista. A él le achacó el pretender instalar una sensación de triunfo anticipado con vistas a las próximas elecciones.
"El Gobierno está preocupado por instalar que ya ganaron y que nosotros queremos volver al pasado; no es verdad, ellos son el pasado, porque gobernaron durante 25 años y cumplieron muy poco de lo que prometieron", acusó.
Rodríguez Larreta, en tanto, evitó hablar del ballottage. "En las urnas hubo una demostración de un gran trabajo en equipo. Venimos bien, pero sabemos que hay mucho para hacer", admitió.
En el búnker del Frente para la Victoria predominaban las caras largas pese a los cánticos y las sonrisas de compromiso. Aunque el kirchnerismo porteño creció tres puntos respecto de las primarias de abril pasado, lo cierto es que Recalde bajó seis respecto de lo que obtuvo Daniel Filmus en 2011, en la primera vuelta electoral.
Esta sangría de votos se reflejará en la próxima Legislatura. El Frente para la Victoria perderá cuatro bancas y la segunda minoría del cuerpo; el frente ECO ganó cinco escaños, mientras que Pro perdió uno.
La de ayer no fue, en efecto, una jornada demasiado feliz para el Frente para la Victoria, que prefirió exaltar el resultado del plebiscito en Grecia, en donde triunfó el no al plan de austeridad propuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Lo hizo Recalde al subir anoche al escenario con el peso de la derrota a cuestas, y la presidenta Cristina Kirchner, quien ignoró el resultado en la Capital y elogió lo sucedido en Grecia.
En rigor, el "superdomingo" electoral que se vivió ayer en distintos puntos del país no deparó demasiadas alegrías para el kirchnerismo: de los cuatro distritos donde se realizaron elecciones, el Frente para la Victoria perdió en tres.
En Córdoba,el Frente para la Victoria salió tercero y muy lejos de los dos primeros. Pese a las expectativas de la Casa Rosada, su candidato a gobernador, Eduardo Accastello, cosechaba anoche el 18% de los votos, mientras que Oscar Aguad (Juntos por Córdoba) reunía el 33,5% y el delasotista Juan Schiaretti (Unión por Córdoba) -quien asomaba como el ganador de la compulsa-, el 38% de los sufragios. En las semanas previas a la elección, el kirchnerismo se jactaba de que saldría segundo.
En La Pampa, el peronista antikirchnerista Carlos Verna se impuso en elecciones internas sobre su rival Fabián Bruna, que responde a la Casa Rosada. En Corrientes, las elecciones legislativas locales daban como claro ganador al frente opositor liderado por el radicalismo.
En la única provincia donde el oficialismo festejó anoche fue en La Rioja, donde el kirchnerista Sergio Casas se atribuyó el triunfo sobre el radical Julio Martínez. Hacia allí partió el candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, quien llamó a la unidad del peronismo. En esta oportunidad, empero, no hizo mención al ex presidente Carlos Menem.
El ballottage que encararán Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau el 19 de julio próximo no es el único que habrán protagonizado los porteños en la reciente historia política. En los comicios de 2000, Aníbal Ibarra le ganó a Domingo Cavallo la jefatura de gobierno porteño con el 49,3% de los votos contra el 33,2% y, según la ley, debían ir a segunda vuelta, ya que ninguno había superado el 50% de los votos. Pero finalmente el ex ministro de Economía de Menem desistió de ir a ballottage.
No ocurrió lo mismo en 2007, cuando Mauricio Macri sacó el 45,6% de los votos contra Daniel Filmus, que obtuvo el 23,7% en primera vuelta. En el ballottage, Macri obtuvo el 60,9% de los votos, contra 39% de Filmus. En 2011 se dio un escenario similar: Macri logró el 47% contra el 27,7% de Filmus. Y en la segunda vuelta el líder de Pro logró 64,2% de los votos y Filmus, el 35,7%.
El candidato a gobernador de Unión por Córdoba, el delasotista Juan Schiaretti, ganó las elecciones en Córdoba con el 38,89% de los votos contra el 33,93% del candidato de Juntos por Córdoba, el radical Oscar Aguad, que al principio desconoció el resultado, habló de "empate técnico", pero luego asumió su derrota pasada la medianoche.
El kirchnerismo, en tanto, con Eduardo Accastello, quedó tercero y muy lejos con el 17,62% de los votos, cuando se llevaba escrutados cerca del 80% de los sufragios.
El candidato a gobernador del delasotismo aseguró que ganó. "Vamos por las obras que dijimos que ibamos a hacer para que Córdoba se consolide como polo productivo orientado al Mercosur", señaló y manifestó que "Córdoba no es una isla, sufre lo que le pasa a la patria argentina".
De la Sota aprovechó el resultado provisorio para sumar un triunfo a su campaña presidencial. "Esta es nuestra quinta victoria consecutiva", anunció. "No es casualidad, los que saben gobernar para la gente, ganan. Los que no se arrodillan ante los poderosos, ganan", lanzó.
"Hoy hay dos grandes perdedores: Daniel Scioli y Mauricio Macri", aseveró De la Sota, triunfal, en un resultado que promete ser cerrado, peleado voto a voto en un recuento lento.
"Estamos casi en condiciones de decirles que hemos ganado ocho departamentos más la capital", afirmó Aguad minutos después del actual gobernador y precandidato presidencial de UNA. El diputado de la UCR habló, en principio, de un resultado abierto.
"Respetamos mucho a nuestros votantes y también a quienes no nos votaron. Por respeto a más de un millón y medio de cordobeses, no podemos adelantar un resultado que no conocemos. Estamos hablando casi de un empate técnico”, sostuvo el hombre de la UCR.
Las críticas del radical contradijeron la actitud de Mauricio Macri, jefe de Gobierno porteño, que apoyaba la fórmula Aguad-Baldassi, quien llamó y felicitó a Schiaretti por el triunfo.
"Ha sido espectacular la elección de Aguad, dejando al oficialismo en el tercer lugar", sostuvo Macri, y agregó: "Estamos muy contentos, hablé con él, que ha hecho una gran elección".
Cerca de la 1 de la mañana, Schiaretti reveló a través de su cuenta de Twitter que el propio Aguad lo había llamado por teléfono para felicitarlo por el triunfo, reconociendo así la derrota en las urnas.
La alianza gobernante Encuentro por Corrientes, liderada por la UCR con integración del PRO y el Frente Renovador, se imponía ayer por más de doce puntos por sobre el Frente para la Victoria en la elección legislativa en la que se disputaron quince bancas de diputados y cinco de senadores provinciales.
En un lento escrutinio, ECO obtenía el 50% en las listas para senadores y diputados, seguido por el Frente para la Victoria con el 34% para la Cámara alta y el 33,8% para la Cámara baja.
Sergio Massa, líder del FR y aspirante a la presidencia, viajó a esa provincia para sumarse a los festejos del oficialismo: "El resultado ha demostrado que la polarización es entre quienes se quieren llevar todo por delante y quienes piensan en sus comprovincianos".
Por la mañana, el precandidato a la presidencia por el radicalismo, Ernesto Sanz, recorrió la capital provincial para apoyar a los candidatos de ECO.
Con el resultado de anoche el oficialismo correntino retiene la mayoría parlamentaria y frustra, en gran medida, las aspiraciones del Frente para la Victoria de cara a las elecciones a gobernador que se realizarán en 2017.
El Frente para la Victoria es la principal fuerza opositora con el PJ, Democracia Cristiana, Kolina y una decena de agrupaciones alineadas a la precandidatura de Daniel Scioli, con el liderazgo provincial de Carlos "Camau" Espínola y el intendente de la Capital, Fabián Ríos.
Colombi está enfrentado a la administración Kirchner desde 2010, cuando comenzó a denunciar discriminación política en el reparto de fondos discrecionales de la Nación entre las provincias, por lo que su alianza actual agrupa a la mayoría de los partidos antikirchneristas de la provincia.