Por Juan de Dios Carvajal. Tal vez no sea realista pedirle a una Soquimich (por nombrar a cualquiera) que haga innovación al interior. Una idea sería que apoye la creación de un ecosistema del litio.
¿Qué hay de nuevo con el litio?
Pues nada, aparte de los problemas de Soquimich... Las voces que reclaman la falta de valor agregado a la comercialización de este recurso natural tienen razón. Las novedades del litio deberían estar dadas por el desarrollo de nuevos productos con mayor valor agregado. Esa sería una gran innovación.
Como ya he comentado en otras columnas, a las empresas grandes les cuesta innovar, especialmente en productos o servicios. Si bien en Chile quienes más innovan son las grandes empresas, la mayor parte de ellas lo hace en adaptación de tecnologías y procesos.
El Estado ha hecho una buena parte del trabajo. Se ha potenciado la ley de I+D, se han traído al país centros de investigación de nivel mundial, se han aumentado los recursos para el apoyo de la innovación y el emprendimiento, potenciando programas en monto de financiamiento y cobertura, entre otras iniciativas.
¿Dónde está el problema?
A las grandes empresas les cuesta innovar porque su foco está puesto en la eficiencia. Algunas, como bancos o empresas del sector retail, han identificado la necesidad de innovar y han creado gerencias de innovación o desarrollo de nuevos negocios cuyo objetivo es incrementar sus ingresos por esa vía.
Verlo de esta manera es un error. Las empresas deben buscar solucionar problemas de sus clientes o usuarios. Si este cliente valora la oferta, pagará por ella.
Tradicionalmente quienes han tenido más éxito en el desarrollo y explotación de la innovación son las startups, que son negocios basados en una innovación con alto potencial de crecimiento que busca solucionar un problema de un cliente o usuario. Son livianas, ágiles, y si fallan en su intento, el costo es bajo.
Tal vez no sea realista pedirle a una Soquimich (por nombrar a cualquiera) que haga innovación al interior. Una idea sería que apoye la creación de un ecosistema del litio, donde se invite a participar a startups, pymes, incubadoras, universidades y expertos a trabajar en mejores soluciones basadas en este mineral. No creo que tengan problemas de lucas para financiarlo y su impacto sería global.
*El autor es consultor y ex gerente de emprendimiento de Corfo.