Tres petroleras argentinas buscan desembarcar en México tras la reforma energética de Enrique Peña Nieto, que le abrió el juego a empresas privadas en la exploración y explotación de hidrocarburos después de más de 70 años de monopolio estatal en el sector.
Las compañías que quieren hacer pie en el país azteca son YPF, Pan American Energy (PAE), y Pluspetrol. Las dos últimas ya están anotadas en la primera convocatoria de la Ronda Uno de licitaciones que se celebrará a mitad de mes para definir qué empresas privadas podrán explorar y explotar 14 zonas del Golfo de baja profundidad, conocidas como “aguas someras”.
Como explicó el columnista Jonathan Ruiz en El Financiero, ese día los funcionarios de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y de la Secretaría de Energía abrirán en el DF los sobres que contendrán propuestas de las empresas para quedarse con uno, dos, o con los 14 bloques, con la posibilidad de que queden vacantes todas las áreas.
Se trata de contratos de producción compartida, en donde el estado se queda con una parte de la producción. Ganará la licitación quién le ofrezca una mayor proporción de la producción, aunque el gobierno de Peña Nieto no difundirá hasta ese día cuál es la propuesta mínima que aceptará por bloque.
La "Ronda Uno" es la primera tanda de licitaciones, que está dividida según la ubicación y el tipo de pozos (aguas someras, off shore, etc.). Se trata de la segunda etapa del proceso de reforma en el sector petrolero, que comenzó con la "Ronda Cero" que consistió en definir con qué pozos se iba a quedar Pemex y cuáles soltaba para que se pongan a licitación.
“El riesgo es grande. La empresa puede explorar, gastar mucho en hacerlo y luego encontrar nada o poco petróleo y aún así, compartirlo. El caso extremo de encontrar mucho crudo también es factible, de ahí el interés”, explica Ruiz en su nota.
Lo cierto es que Alejandro y Carlos Bulgheroni, propietarios de la fortuna más grande de la Argentina, decidieron tomar ese riesgo. También la segunda mujer más rica de este país-después de la heredera de Amalita Fortabat-, y propietaria de Pluspetrol, Edith Rodríguez de Rey, quien cultiva un perfil bajísimo.
Pluspetrol-que tiene operaciones en Perú, Bolivia, Chile, Colombia y Venezuela- y Pan American Energy aparecen en la lista de las 38 empresas (agrupadas en 26 licitantes: 7 consorcios y 19 petroleras individuales), que participarán de la primera convocatoria de la Ronda Uno.
Para ello conformaron, cada una por su parte, un consorcio con otras petroleras. En el caso de los hermanos Bulgheroni, se presentaron junto a E&P Hidrocarburos y Servicios; en tanto que Pluspetrol lo hizo con Woodside Energy Mediterranean y Diavaz Offshore.
Diavaz es la empresa mexicana presidida por Luis Vázquez, que es quien más petróleo produce después de Pemex.
La presencia de empresarios de diversas nacionalidades fue resaltada por el presidente comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) de México, Juan Carlos Zepeda Molina. “Destaco que en estos 26 licitantes y 38 empresas hay empresas de todas las nacionalidades, vemos que hay tres empresas mexicanas en tres distintos consorcios además de Petróleos Mexicanos, empresas de Inglaterra de Portugal de Italia, de Malasia, de Argentina, Australia, Rusia Dinamarca, Francia”, celebró.
La tercera petrolera argentina interesada en invertir al norte del continente americano es YPF, aunque no participará de esta primera convocatoria en aguas someras. Fuentes de la compañía presidida por Miguel Galuccio confirmaron a LPO las negociaciones con Pemex, pero aclararon que para llegar a un entendimiento podrían tardar meses.
El entrerriano viajó hace un mes a México para reunirse con su par Emilio Lozoya Austin. Y la semana pasada visitó las oficinas de Pemex en el DF una delegación de ejecutivos del área de nuevos negocios de la petrolera argentina.
En esa reunión se avanzó más en concreto con la idea de hacer una suerte de "swap" de inversiones. Mientras YPF podría explotar con Pemex algún área en tierra azteca, la petrolera mexicana haría lo propio en Vaca Muerta.
De esta manera, Galuccio y su equipo buscan revivir la propuesta que el ex consejero de Pemex Fluvio Ruiz, promovió hace un par de años: que la compañía mexicana, venga a producir crudo en el cono sur.
Sin embargo, la Argentina presenta un entorno macroeconómico más complicado que el mexicano para este tipo de emprendimiento. “Antes de invertir, los inversores internacionales miran algunas cuestiones del país, como la exigencia de utilizar partes locales en las perforaciones, las restricciones al movimiento de dinero (del país al exterior) y temas de propiedad”, advirtió Alex Fleming, director de Oil y Gas de la consultora Ernst & Young, durante un Congreso sobre shale celebrado en Neuquén que reprodujo hoy Clarín.
Estas trabas son las que, paradójicamente, llevan a YPF, Pluspetrol y PAE a buscar negocios en México y dejar de lado los enormes recursos que esperan en Vaca Muerta.
Para colmo, el abrupto descenso en el precio del petróleo terminó de complicar la explotación de la formación ubicada entre Mendoza y Neuquén. El gobierno replicó a esta situación reduciendo impuestos para el sector. Pero el cepo al dólar, a las importaciones y a la remisión de utilidades siguen a la orden del día, lo que mantiene a las inversiones con el freno de mano puesto.
Por el contrario, el gobierno de Peña Nieto reforzó la promoción impositiva cuando se desplomó el valor del barril. Y priorizó la licitación de zonas con costos bajos de extracción, como las terrestres y las aguas someras. Shale y aguas profundas tienen costos altos y se preveía que serían un fracaso porque ninguna empresa estaba dispuesta a invertir en medio de la caída.
La ofensiva del gobierno mexicano se debe a que necesita mostrar que empresas del todo el mundo quieren participar y están dispuestas a invertir fuerte en su país.
LPO consultó a analistas mexicanos y argentinos respecto a este nuevo escenario.
“La Argentina es un patiecito de arena y México es un océano. En comparación, acá hay negocios miserables”, reflexionó el especialista Gustavo Calleja.
El ex secretario de Energía planteó que actualmente “la única que invierte en Vaca Muerta es YPF”, que se llevaría el 80% de las inversiones en esa formación. “Hoy es inviable. El barril a U$S60 no sabemos cuánto va a durar”, apuntó el ex funcionario.
Calleja resaltó que “México es un jugador grande en convencional y no convencional, me parece normal que quieran invertir allí”, pero además el cepo, la prohibición para girar utilidades y los frenos a la importación puede motivar a estas tres compañías argentinas a posar sus ojos sobre las oportunidades en tierras aztecas.
En ese sentido Calleja sostuvo que por la crisis energética que tiene la Argentina no se puede permitir a las empresas que remitan sus utilidades, porque de lo contrario “te liquida”.
Por otro lado, consultores mexicanos con los que habló LPO México desestimaron la idea de que Pemex pudiera venir al país a participar de Vaca Muerta. "No lo veo viable. En la Ronda Uno, por ejemplo, se pide que las empresas cubran un cierto nivel de capital. A Pemex ahorita el presupuesto se lo están bajando y se lo seguirán bajando para el próximo año, imagínate, de dónde van a sacar ese dinero para hacer frente a un tipo de inversión como esa. Solo vería factible que se estuviera haciendo un convenio de intercambio tecnológico y de información, como ha hecho otros convenios", precisó Luis Serra, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo AC (Cidac).
Por su parte, Ramsés Pech, consultor de Caraiva y Asociados, coincidió en señalar que Pemex “está demasiado presionada; no puede invertir sola en México, y en consecuencia, tampoco lo podría hacer en Argentina”, sentenció.