El cobro del medio aguinaldo en los últimos días de junio engordó la demanda de dólar ahorro por parte de aquellos asalariados y contribuyentes que obtienen el permiso de la AFIP para hacerse de divisas al precio oficial (más un recargo del 20%).
Con las compras de US$ 36,6 millones de hoy, se vendieron en total por esa vía US$ 512 millones, cifra que superó el último récord que se había dado en abril, cuando se trasnfirieron a los ahorristas US$ 495 millones.
Pero a diferencia de meses anteriores, las ventas diarias -que naturalmente decaen luego de la primera semana de cada mes- comenzaron a subir desde el 24 de junio. De un piso diario de US$ 14 millones saltaron, ayer, a US$ 25 millones y hoy a US$ 36,6 millones. Se alcanzaron así, desde que arrancó este mecanismo en enero de 2014, ventas por 5.821 millones de dólares.
Pese a la magnitud de la cifra y las dificultades que tiene el Banco Central para sostener el nivel de reservas, el Gobierno ni piensa en dosificar esta ventanilla. Desde la lógica de Economía, y en la que coinciden los analistas, el Gobierno logró gracias al dólar purécontener el precio del dólar blue (al menos hasta la semana pasada). En un año electoral, es crucial sacar el dólar de la conversación pública .
La particularidad de estos días es que creció el incentivo a realizar la operación, ya popularizada, conocida como "dólar puré". Esto es, comprar dólares vía AFIP y venderlos en el mercado paralelo. El motivo: la "mini corrida" del dólar blue, que luego de varias semanas en torno a los 12,50 pesos, saltó hasta 13,30 pesos. A precios de ayer, la brecha entre el dólar AFIP y el dólar blue saltó del 15 al 22%. Es decir que para una compra de 1.000 dólares, la ganancia instantánea si se acude al "dólar puré" será de unos 2.400 pesos.
No obstante, la disposición a desprenderse de dólares podría verse detenida por el proceso electoral, y la natural "dolarización" de carteras. Si bien el "dólar puré" fue un impensado suplemento salarial para muchos ahorristas, la cercanía de las elecciones podría poner un freno a los vendedores, que tal vez prefieran quedarse con los dólares, resignando la ganancia fácil de la compra y venta instantánea.