Estados Unidos y Brasil acordaron comprometerse a generar al menos un 20% de la de electricidad en cada uno de sus territorios en 2030 mediante fuentes renovables que no sean energía hidráulica, en un pacto para impulsar las negociaciones globales sobre el cambio climático.
El anuncio fue realizado a través de un comunicado conjunto emitido en el marco de una reunión entre Barack Obama y Dilma Rousseff, en la Casa Blanca.
Roussef se comprometió a elevar en 15 años entre un 28% y un 33% de la matriz energética de Brasil, la producción de energía proveniente de fuentes renovables no hidráulicas.
El compromiso de la mandataria es notable si se considera que en la actualidad, si se excluye la generación de energía hidroeléctrica, el porcentaje de generación de energías renovables en Brasil es del 7,9% (eólica, solar, biomasa).
Los presidentes también anunciaron la adopción de modelos nuevos y mejoras de gestión forestal, tierras de cultivo y pastos, y el lanzamiento de un programa binacional para la atracción de inversiones en bosques.
En el encuentro también se acordó la creación de una iniciativa conjunta de trabajo, con la propuesta de ampliar la cooperación en temas como el uso de la tierra y la energía limpia, más allá del diálogo político sobre el cambio climático a nivel nacional e internacional.
Según el comunicado, desde el año 2005, los dos países han reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en términos absolutos, más que cualquier otro país. Brasil ha reducido el 41% de sus emisiones, en comparación con 2005, mientras que Estados Unidos se ha reducido 10%.
"Los dos presidentes reiteraron el llamado a un resultado satisfactorio en la Conferencia de París sobre el Cambio Climático a finales de este año. El resultado de París debe señalar con firmeza a la comunidad internacional a los gobiernos, las empresas y la sociedad civil están decididos a afrontar el desafío del cambio climático " explica el comunicado oficial.