La salida de Jorge Rosenblut de la presidencia del directorio de Enersis está prácticamente sellada.
En Roma, Italia, en el headquarter del grupo Enel, la decisión habría sido tomada y sólo faltaría la confirmación del nombre de su sucesor para oficializarla, lo que ocurriría en los próximos días.
Las razones tras esta decisión serían dos. La primera es la preocupación de los máximos ejecutivos de la controladora de Enersis por el rol del presidente de Enersis en el caso Boletas, en el que su nombre ha sido directamente mencionado e incluso se espera que tenga que ir a declarar a la fiscalía en calidad de imputado.
En Roma estiman que esto ha generado un daño reputacional importante para todas las compañías en Chile, el que ha ido aumentando con los días. En su reciente declaración el operador Giorgio Martelli lo indicó directamente, junto al ex ministro de Interior, Rodrigo Peñailillo, como el ideólogo de Asesorías y Negocios, empresa que tenía como fin recaudar fondos para el financiamiento de las actividades del equipo de la supuesta precampaña de Michelle Bachelet.
La segunda razón, que tiene más que ver con el negocio mismo, es que el controlador quiere asegurar la viabilidad y la concreción de Carter II, el plan de reorganización de sus activos en América Latina, el que está en plena etapa de diseño y que ahora está siendo analizado por los directorios de Enersis, Endesa y Chilectra.
En ese contexto, las críticas recibidas de parte de los accionistas minoritarios, principalmente las AFP, han sido interpretadas en Roma -según las fuentes consultadas por PULSO- como una señal de la falta de sintonía de Rosenblut con el mercado local, cuestión que es crítica para Enel, pues la reorganización es un objetivo prioritario. En Italia inquieta que se les acuse de falta de transparencia en la operación, pues ellos quieren dar la señal de ser una empresa abierta hacia sus accionistas y demás stakeholders.
Las definiciones, según altas fuentes del grupo energético, con las que PULSO pudo conversar, pasan por poner a cargo Enersis, y responsable tanto de Carter II como del caso Boletas, a un hombre que es de la casa, capaz de sacar adelante la coyuntura. Y ese nombre ya estaría prácticamente cerrado.
El nombre
Quien suma más preferencias y que, por ahora, corre con ventaja para suceder a Rosenblut es el actual director legal y de asuntos corporativos de Enel, el abogado español Borja Acha.
Se trata de un ejecutivo que llegó a Enel proveniente de Endesa España, firma desde la cual tuvo bastante contacto con Chile desde fines los 90 en adelante, dado que Enersis era la principal operación fuera de España de Endesa.
A Acha se le reconoce además ser un profesional de amplio conocimiento del negocio, de la región, de amplia capacidad y accesible, aspectos que son muy relevantes para Enel, dado el interés que tiene en concretar la reorganización societaria. Precisamente, el eventual sucesor de Jorge Rosenblut ha seguido de cerca el avance del plan de reorganización -ha viajado varias veces al país por ese motivo- y participó en algunas etapas del diseño de la propuesta. El mismo Acha fue una de las llaves para destrabar la ampliación de capital en Enersis, por más de US$6.000 millones
El proyecto de los italianos pasa porque el sucesor de Rosenblut sea un presidente de transición, con mandato hasta abril de 2016, fecha en que se producirá la junta de accionistas ordinaria. Para entonces, según el programa, Carter II debiera ya estar vigente, dando paso a un nuevo timonel, idealmente chileno.