Faltan cuatro días para terminar la primera parte del año y no hay mucha cuenta alegre que sacar. Con brotes verdes que no llegan y un nivel de confianza empresarial que sigue en terreno negativo, la bolsa local sigue mostrando bajos montos transados y un crecimiento del IPSA que algunos califican de mediocre. Todo ello, cuando el mercado se prepara para el alza de la tasa en EEUU, lo que debería fortalecer aún más al dólar.
Con el primer semestre casi terminado, la conclusión obligada que se puede sacar es que desde el punto de vista del mercado local se ha tratado de un período “al debe”. Y las muestras de ello, lamentablemente, han sido varias.
Sin duda que lo primer que destaca es el bajo nivel de actividad que sigue mostrando la economía chilena, visión que se vio reforzada con el recorte de la proyección de crecimiento para este año que aplicó el Banco Central en su IPoM de junio (desde 2,5%-3,5% a 2,25%-3,25%), oportunidad en que también sinceró sus expectativas de inflación y TPM. Todo ello en un contexto en que la confianza empresarial del IMCE se ha mantenido por 14 meses en terreno pesimista, lo que por cierto continúa expresándose en niveles de inversión francamente decepcionantes.
A este escenario de pesimismo han contribuido las señales de incertidumbre que perciben las empresas ante la aplicación en terreno -con todas las complicaciones que implica- de la reforma tributaria, así como con la discusión de otras iniciativas, especialmente la del proyecto de Reforma Laboral. A eso se han sumado los escándalos que han vinculado a los negocios con el financiamiento irregular de la política.
En medio de todo esto, la bolsa local continúa mostrando un ánimo alicaído, pese a algunos chispazos como cuando el Gobierno hablaba de “los brotes verdes” que finalmente no llegaron y, luego, con el cambio de gabinete que implicó el ingreso de Jorge Burgos, a la cartera de Interior, y de Rodrigo Valdés, a Hacienda.
A su vez el dólar, si bien en un momento del semestre llegó a ubicarse por debajo de los $600, no ha perdido su tendencia de apreciación, sobre todo en un contexto en que la Fed ya ha mandado las señales de que el alza de tasas sería en septiembre y diciembre. En medio de ello, el Banco Central, ante los signos de debilidad de la economía ha mantenido la TPM sin cambios, lo que de paso ha llevado a que la renta fija local no haya tenido un período tan auspicioso como lo fue el año pasado.
Si hay algo que marcó a la Bolsa local durante el primer semestre, fue la incertidumbre generada por las reformas y la caída en la confianza por los escándalos político-económicos, a lo que se suma un complejo escenario para los mercados emergentes y, especialmente, el latinoamericano por la salida de flujos.
No por nada el período que está por terminar se apronta a ser el que acumula los menores montos transados desde el segundo semestre de 2008, con un total de US$12.750 millones y un promedio diario de US$105 millones. Si se compara con las primeras mitades de cada año, entonces son los menores desde 2006.
Sin embargo, hacer un balance general no parece fácil para el mercado, ya que la volatilidad fue un factor relevante. Incluso, aseguran, hubo dos períodos de mayor optimismo: cuando a comienzos de año el gobierno habló de brotes verdes en la economía y, luego, ad portas del cambio de gabinete. Pero más allá del ánimo inicial, ninguno de estos episodios logró mantener un buen ánimo, al menos entre los inversionistas locales.
Pese a que ayer el IPSA terminó en 3.860,33 puntos, hubo dos momentos en que superó la barrera de los 4.000 puntos: el 23 de febrero y entre el 9 de abril y el 2 de junio. El promedio, en tanto, es de 3.947,69 unidades.
Para Agustín Álvarez, gerente de Estudios en Bice Inversiones, es complejo hacer un balance para el semestre que está por terminar; sin embargo, indica que "lo que más marcó fue la discusión política. Estuvimos constantemente bombardeados de temas, especialmente por el financiamiento de la política, que se ha complementado con la incertidumbre que hay a raíz de la reformas constitucional y laboral".
Si de compañías afectadas se trata, la acción de Latam Airlines es la que más sufrió en la plaza santiaguina, con una caída de 65,47% en el período, lo que representa su peor desempeño semestral desde diciembre de 1998.
Otras compañías, en tanto, ya acumulan varios períodos de mal desempeño. Besalco, por ejemplo, está por cerrar su sexto lapso a la baja en los que acumula un retroceso de 68,54%, mientras que CAP, en su noveno semestre consecutivo, registra pérdidas por 91,18% o $22.750.
En la vereda de enfrente está Andina-B, que con un incremento de 22,23% registra la mayor alza del IPSA, lo que además es su mayor avance en seis meses desde 2001.
El selectivo, en tanto, ha subido un 1,42% en pesos (en dólares pierde un 3,63%). Con este escenario, hay quienes concuerdan que éste es un punto de entrada razonable para los inversionistas con perspectivas de largo plazo.
Para el segundo semestre, en tanto, el mercado internacional jugará un rol más importante y las discusiones internas compartirán el rol preponderante con la decisión de la Fed y su inminente alza de tasas.
Las señales del momento en que la Fed de Estados Unidos iniciaría el proceso de normalización de su política monetaria mantuvo la atención del mercado cambiario local durante todo el año. Ya con directrices más claras de lo que pasará en materia de tasas en Estados Unidos, el dólar se apronta a cerrar el semestre con un alza de $25,8.
Así, la moneda estadounidense se ha apreciado cinco semestres consecutivos frente al peso, lo que en dicho período representa un incremento de nada menos que de $152,36.
Y aunque la encuesta del Banco Central da cuenta que los operadores financieros espera que el dólar cierre el año en $640, aún está fresco en la memoria cuando la divisa llegó en este semestre a romper el piso de los $600 hasta $593.
Para Alejandro Araya, responsable FX Flow Chile de Santander GBM, "factores locales y globales han generado volatilidades sostenidas y anormales en el mercado, y pareciera ser que continuarán hacia el segundo semestre. El tipo de cambio recibe todos los shocks, tanto internos como externos, los que han provocado movimientos intradiarios de más de $10 y correcciones inesperadas", indicó.
En el ámbito internacional, destacó todo lo relativo a la normalización de la política monetaria por parte de la Fed en EEUU, que cada tres meses provocó grandes tensiones en el precio de los diferentes activos. Se sumó la volatilidad de los datos que han antecedido cada una de las reuniones de la Fed y lo que el mercado permanentemente ha estimado sobre las fechas y magnitudes de las subidas de tasas se que se aplicarían en EEUU.
En Europa, los temas de QE y Grecia se sumaron. La puesta en marcha del programa de alivio monetario europeo marcó la inflexión definitiva del precio del EURO frente al USD, llevando esta paridad a cotizar en mínimos de 1,0450 aproximadamente.
La inflación para 2015, que durante enero se transó incluso en niveles por debajo de 2% para 2015, rápidamente volvió a niveles por sobre el 3,5%, disociándose por completo de las estimaciones de actividad para este año y que en gran medida han encontrado explicación en el desempeño de tipo de cambio.
Durante el período, a nivel de mercado se esperaba que la inflación pudiera ser controlada por parte del Banco Central, pero con una economía sin inversión, subir la tasa para controlar los precios habría creado un problema mayor.
En el período, la curva swap nominal y real mostraron retrocesos en sus rendimientos en todos los plazos, dada la visión de moderación en la expectativa implícita del ritmo de incremento en la TPM y mayor expectativa inflacionaria para el mes de junio. En términos de la curva real, se vio un retroceso importante en el rendimiento swap nominal a 6M, con una tasa que se ubica en -0,55%. Además, todos los plazos de la curva UF mostraron caídas en sus rendimientos. Es por esto que se está recomendando posicionamiento preferente en instrumentos UF de corto plazo.
Para Paulina Yazigi, gerente de Research y Economía de IM Trust - Credicorp Capital, en el semestre destaca el "baile" de las compensaciones inflacionarias. Señala que cuando se mira la volatilidad en este punto "los errores en predecir la inflación mes a mes no son tan diferentes a los errores que hemos cometido los economistas en otras épocas". Lo que sí ha ocurrido es que han habido sorpresas y elementos más inciertos, como por ejemplo, las drásticas bajas de las bencinas que hoy se están revirtiendo por el alza del petróleo. "Se tienen elementos que marcan un escenario de mayor incertidumbre que antes en la inflación".
Lo otro que marcó a la renta fija en el período fueron las reducidas colocaciones corporativas que se han dado en el año.
Las señales provenientes desde China -el principal demandante del metal- ha hecho que el devenir del precio del cobre durante los seis primeros meses del año se tiña de rojo. Si bien esta semana, el precio del commodity tocó su mayor precio desde mayo luego que se conocieran las cifras chinas de actividad fabril, en lo que va del año el metal rojo acumula un retroceso de 10,12%. Y es que si bien cada tanto salen datos alentadores desde la segunda economía mundial, es un hecho que la estabilización de su crecimiento en torno al 7% no está siendo una buena noticia para el cobre.
En el lado opuesto, el precio del WTI muestra un cambio diametral de la tendencia bajista mostrada hasta hace algún tiempo producto de la sobre oferta del energético. Es así que durante el ejercicio actual, el crudo registra un incremento de 12,9%.