China planea lanzar un sistema de fijación del precio del oro denominado en yuanes a finales de año a través de la Bolsa de Oro de Shanghái (SGE, por su sigla en inglés), en una medida que apunta a dar al mayor productor y principal consumidor del lingote más influencia sobre los precios.
"Vamos a introducir una fijación denominada en el renminbi (yuan) en el momento justo, esperamos introducirla a finales de año", dijo el jueves Shen Gang, vicepresidenta del SGE, en el LBMA Bullion Market Forum en Shanghái.
"Tenemos el apoyo político para el desarrollo (del mercado del oro)", agregó.
El Banco de China se sumó a los siete bancos que determinan el precio referencial del oro en Londres. Es la primera entidad asiática que entra en el selecto club conformado por los bancos Barclays, Goldman Sachs, HSBC, JPMorgan, The Bank of Nova Scotia, Societe Generale y UBS.
Así, en este grupo el Banco de China es el único que controla el mercado del oro físico a través de la Bolsa de Shanghái, mientras el resto solo intercambia papeles.
Por su parte, el gigante asiático preparó este gran salto durante mucho tiempo para evitar alterar los mercados, afirmó el experto Serguéi Jestanov en declaraciones a la agencia Sputnik. “China es uno de los mayores productores de oro en el mundo y posee una gran reserva, por lo que tiene poco interés en los cambios bruscos de las cotizaciones”, señaló.
Por otro lado, con esta medida, Pekín establecerá sus propias reglas de juego en este sector, expresó Yákov Berger. “Shanghái se consolidará como un centro mundial del comercio de oro y divisas ligadas al patrón oro, junto a Londres y Nueva York, lo que convertirá a China en el centro mundial del oro y un centro financiero global”, aseguró.
Por su parte, la analista de Capital Economics Simona Gambarini cree que la participación de Pekín en la determinación de los precios del metal dorado también va a llevar a una mayor transparencia de las autoridades chinas en cuanto a los datos de sus reservas de oro. Sin embargo, Jestanov opinó que esta información no es crucial para el mercado, mientras no se comience a vender activamente estas reservas, lo que China no hará en los próximos años.
“Su cantidad absoluta es muy abstracta y no influye de ninguna en el mercado. Por otro lado, una parte de las estadísticas económicas chinas provocan dudas o no son tan transparentes, pero ello no causan inquietud, al menos hasta ahora”, sostuvo Jestanov.