Edesur, la segunda mayor distribuidora del país, podría cambiar de dueños si se confirman los rumores de una Oferta Pública de Acciones (OPA) sobre Endesa, su grupo controlante, por parte de varios fondos de inversión internacionales.
Según la información, que reproduce la agencia Reuters, entre los grupos que estarían preparando este desembarco en el holding energético español, se encuentran CVC, KKR y Macquarie, con el asesoramiento financiero del Citibank. De acuerdo a la nota, los fondos están preparando una oferta por una participación "significativa" de la compañía eléctrica española que controla Edesur. "Actualmente se está preparando una oferta, pero todavía no se ha presentado nada a Enel", añadieron las fuentes que fueron consultadas por la agencia de noticias. Es que Endesa, a su vez es mayoritariamente controlada por el holding italiano Enel.
En este marco, las empresas involucradas no hicieron comentarios a Reuters, pero fuentes cercanas a la compañía aclararon que Enel no tiene intenciones de vender una parte o toda su participación en Endesa, que llega al 70%.
De todos modos, de concretarse la operación, Edesur sería una de las empresas de menor consideración para los fondos inversores si se tiene en cuenta la situación económico y financiera que soporta la empresa, debido al congelamiento de tarifas, la inflación y los constantes aumentos de costos durante los últimos 14 años.
Incluso, en sus últimos informes, Edesur reconoce que su situación está al límite y que sus pérdidas ponen en evidencia que su margen de distribución es insuficiente para garantizar la sostenibilidad económico-financiera de su negocio. Dicho de otro modo, Edesur advierte que su crisis podría profundizarse aún más.
En el país, el holding italiano es además propietario de empresas de generación como Central Dock Sud; Central Costanera; Yacylec (Yacyretá); Hidroeléctrica El Chocón y Cemsa. En su mala performance local influyen las políticas del Gobierno, como ciertas medidas devaluatorias aplicadas por el kirchnerismo, así como a la suba de sus costos y a la imposibilidad de trasladar estos incrementos a sus tarifas.
De hecho, Enel elaboró un plan de inversiones para sus negocios en América latina por 9000 millones de euros durante los próximos cinco años, de los cuales muy poco, o casi nada, se volcarán a la Argentina. Para Edesur, se estima que solamente seguirá llegando dinero para sostener operativamente a la distribuidora, cuyos balances continuamente son negativos. De hecho, solamente el año pasado, registró pérdidas por más de $ 1000 millones. Y el plan de Enel se enfoca más que nada en Chile y México, donde las operaciones del grupo italiano tienen otro color en sus balances.
Hace dos semanas, el consejero delegado de Enel, Francesco Starace, confirmó el plan y sostuvo que ambos países "poseen recursos geotérmicos extraordinarios que están comenzando a explotar". Lo hizo durante una intervención en la VII Conferencia Italia-América Latina y Caribe que, bajo el lema Por una visión común, reunió en Milán a políticos y empresarios de ambos lados del Atlántico.
En ese momento, el ejecutivo recordó que Enel dispone actualmente de 18.000 megavatios (MW) en Sudamérica y que cuenta con 15 millones de clientes. La media de consumo en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es actualmente de 8.000 kilovatios-hora (kWh), mientras que la media del país de América Latina que más consume, Chile, es de 3.500 kWh. Vemos el potencial de crecimiento de la capacidad instalada en los próximos 10 años, incidió Starace.