El gremio de los trabajadores de la industria del gas y las cámaras empresariales alcanzaron esta noche un acuerdo de aumento salarial del 28 por ciento, en dos cuotas, al que se le suman adicionales por otro 10 por ciento en cada categoría, y el sindicato levantó el paro que venía realizando. Estiman que recién el lunes se normalizaría la distribución en Misiones.
Según se informó, la primera cuota del 16 por ciento correrá desde mayo pasado y la segunda, del 12 por ciento a partir de octubre.
El secretario general de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles, Alberto Roberti, sostuvo, en diálogo con NA, que tras el acuerdo, las medidas de fuerza fueron levantadas.
Formalizamos un acuerdo con las cámaras y el Ministerio de Trabajo, que implica un incremento del 38 por ciento. Un 28 por ciento de aumento al sueldo básico y otro 10% de adicionales a cada categoría”, precisó el también diputado por el Frente Renovador que lidera Sergio Massa.
En ese sentido, destacó: “Estamos realmente conformes con el acuerdo que hemos practicado”, aunque aclaró: “Nos parece que podíamos haber evitado el conflicto, pero a veces las discusiones paritarias suelen ser altamente conflictivas”.
La huelga comenzó esta semana y su impacto se llegó a sentir en diferentes puntos del país, en medio de las bajas temperaturas que caracterizan esta época del año.
Los trabajadores de la industria del gas habían endurecido su postura tras el fracaso de las negociaciones y advirtieron que los inconvenientes con el suministro iba a ser “inminente”, pese a que el Ministerio de Trabajo había amenazado con sanciones.
Después de cuatro horas de negociación (de 15hs a 19hs) en el Ministerio de Trabajo, la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles y los representantes de las empresas en conflicto, no llegaron a ningún acuerdo en la paritaria salarial que lleva más de dos meses. El gremio que conduce Alberto Roberti anunció que continúa entonces con el paro indefinido anunciado el lunes y que desde ayer comenzó a afectar el abastecimiento de gas en algunas zonas del país por la parálisis en la comercialización del gas licuado (GLP), el combustible de los tubos y las garrafas.
En declaraciones a El Cronista, el secretario general del sindicato y también diputado por el Frente Renovador que lidera Sergio Massa, aseguró que "al finalizar la reunión que tuvimos con la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, y las empresas, no ha habido ningún acuerdo en la construcción del salario del convenio colectivo de trabajo, por lo que el paro sigue". Roberti señaló que el sindicato solicita el 32% de aumento salarial y la aplicación del convenio colectivo pero la representación empresaria encabezada por YPF, Shell, Total y Petrobras "no dice nada ni hace ninguna oferta, mientras que le Gobierno quiere que no nos pasemos de la barrera del 30%". El sindicalista, a su vez, destacó que la medida de fuerza se aplicó "después de un proceso de conciliación obligatoria que ya está largamente vencida". Según el gremio, las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Chaco y Santa Fe están siendo las primeras en tener problemas de suministro por tener mayor concentración de gente.
Desde la cartera que conduce Carlos Tomada, por su parte, informaron a través de un comunicado enviado ayer a última hora que el Ministerio "dispuso que se garanticen guardias mínimas en la actividad". "Atento a la intransigencia empresaria y sindical en la negociación del acuerdo salarial de la actividad del gas en garrafa, y luego de los intensos esfuerzos para acercar posiciones que permitieran poner fin al paro de actividades que se ha decidido en desmedro de la población, el Ministerio de Trabajo ha dispuesto que las partes deberán garantizar el 50% de los servicios con participación del 35% del personal a través de guardias mínimas para evitar la interrupción de provisión y distribución de gas. Todo ello, bajo apercibimiento de aplicar sanciones en caso de incumplimiento", estableció.
Consultado por este diario sobre el grave efecto que la medida de fuerza trae para millones de hogares en un momento donde las temperaturas son las más bajas del año, Roberti explicó que "desgraciadamente es así porque las partes no quieren cooperar, las autoridades son las que pueden dar salida a este conflicto, nosotros somos el sector más débil. hasta que no se resuelva, esto seguirá así".
Las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Chaco y Santa Fe serán las primeras que sufrirán la escasez de gas que provoca el paro por tiempo indeterminado que lanzaron los trabajadores del sector en reclamo de aumento salarial.
Así lo precisó en declaraciones radiales Alberto Roberti, Secretario General de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles, y diputado por el Frente Renovador que lidera Sergio Massa.
"Si continúa el paro habrá interrupciones en el suministro de gas. En Buenos Aires, Mendoza, Chaco y Santa Fe podría faltar gas. Estamos con una medida de fuerza y ya hay dificultades en la distribución a las redes domiciliarias", dijo Roberti.
Y en declaraciones a Radio América, agregó que las empresas del sector (Shell, YPF y Total, que son las más importantes en el mercado gasífero argentino) aún "no tienen definida una propuesta de aumento salarial", por lo que el conflicto se extenderá.
"No llegamos a ningún acuerdo con las empresas petroleras por paritarias y no tenemos alternativa al paro", dijo Roberti este miércoles después de la reunión en el ministerio de Trabajo registrada el martes en la tarde.
Asimismo, estaciones de servicio en varias provincias suspendieron la comercialización de Gas Natural Comprimido (GNC) a los automovilistas particulares tras recibir una orden oficial para priorizar el suministro residencial.
La ola de frío intenso que cubre a toda la Argentina hizo disparar el consumo de Gasta Natural en las casas, lo que se sumó al paro de los trabajadores de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles, que reclaman una mejora salarial.
Para asegurar el abastecimiento en hogares y evitar quejas masivas en un año electoral, el gobierno de Cristina de Kirchner dispuso la aplicación de cortes programados en estaciones de servicio de GNC en distintas provincias.
Los cortes comenzaron el viernes en La Pampa y luego en la Patagonia, pero rápidamente se extendieron a otras zonas de la Argentina en las que existe red de distribución gas natural por cañerías.
La última vez que la falta de gas había llegado hasta los automovilistas había sido en 2013 y al igual que en aquella ocasión, esta vez el Gobierno prefirió interrumpir el suministro lejos de los mayores centros urbanos.
Las expendedoras ubicadas en el Gran Buenos Aires y la Capital Federal no habían recibido hasta este miércoles la orden de restringir la oferta, aunque la situación no era descartada por los empresarios si no cesaba el paro de los trabajadores del sector gasífero en todo el país.
Las tres estaciones de GNC de Bariloche mantuvieron sus mangueras cruzadas casi todo el día el martes y volvieron a vender este miércoles, cuando la temperatura subió un par de grados y con ello bajó el consumo residencial.
Las restricciones en Bariloche también respondieron a las tareas de mantenimiento que se hacen en la planta compresora de Gobernador Costa, en Chubut, y las bajas temperaturas de esa ciudad turística.
La serie de restricciones al gas natural para vehículos había comenzado el viernes, en La Pampa y luego hubo cortes de GNC que proliferaron durante el fin de semana en otras provincias, como Jujuy, Salta, Córdoba, San Luis y Mendoza.
En el país hay más de 180.000 vehículos que funcionan a GNC, un combustible alternativo a las naftas y el gasoil, pero más barato: en la mayoría de los casos, este combustible es utilizado por los taxistas y remiseros.
Según los números del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), el gas para vehículos equivale al 7 por ciento de la demanda nacional de ese insumo.