Por Cristian Navazo
Neuquén entró de lleno en la era no convencional. Hoy el 20 por ciento de los hidrocarburos que se extraen del subsuelo corresponde a formaciones de ese tipo, y la petrolera YPF, la operadora que tiene el mayor camino recorrido en este nuevo horizonte de la industria, estima que en apenas cinco años aportarán más de la mitad del gas, un insumo clave en la matriz energética argentina.
La compañía nacional estima que en 2020 el 26% del gas neuquino se extraerá de formaciones tight, 28% del shale y el 46% restante de los yacimientos tradicionales.
Los números fueron difundidos por el gerente de Áreas no Convencionales de YPF, Pablo Bizzotto, responsable del repunte del gigante Loma La Lata, quien explicó que el plan de explotación de gas de la compañía tiene cuatro pilares: la optimización de los yacimientos maduros, la delineación y desarrollo de los reservorios tight, la explotación del shale y la exploración.
Bizzotto logró reducir la declinación de Loma La Lata, que cuando la compañía estaba en manos de Repsol tenía caídas de producción de entre el 16% y el 20% al año. Hoy la merma se ubica en torno al 5% sin perforar nuevos pozos. El repunte se logró mediante la aplicación de nuevas tecnologías y con una mayor eficiencia, según explicó el directivo.
El segundo eje de la estrategia llevó a YPF a liderar la explotación del tight gas, con unos 6 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d), que significa más del 60% de la producción total de ese tipo de yacimientos en la provincia. Le siguen Pan American Energy, con 2,3 Mm3/día; Petrobras, con 1,4 Mm3/día; Total Austral, con 880.000 m3/día; Pluspetrol, con 500.000 m3/día; Capex, con 300.000 m3/día, e YSUR, con 300.000 m3/día.
La petrolera que conduce Miguel Galuccio tiene dos desarrollos de formaciones tight en marcha: el Segmento 5 de Aguada Toledo-Sierra Barrosa y Rincón del Mangrullo.
Este año invertirá 612 millones de dólares en esos yacimientos para poner 186 pozos nuevos en producción. Durante 2014 desembolsó 608 millones y en 2013, unos 226 millones. En 2011, el último año en que la petrolera estaba bajo control de Repsol, se destinaron apenas 21 millones de dólares.
En el Segmento 5 se triplicó la producción en los últimos dos años mediante la perforación de la formación Lajas. En la actualidad, aporta 6 millones de metros cúbicos diarios de gas y se proyecta llegar a los 6,5 Mm3/d a fin de año.
Mientras que en el bloque Rincón del Mangrullo, donde se halló gas en 1977, su desarrollo se reactivó en 2013. Allí YPF está asociada con Petrolera Pampa, y ya extrae 1,9 Mm3/d de gas con 75 m3/d de condensado más gasolina, con un total de 55 pozos. El objetivo es llegar a fin de año a los 2,5 Mm3/d. Actualmente el desarrollo involucra tres equipos de perforación y tres de terminación.
Para poner en producción el yacimiento, se construyó un gasoducto troncal de 60 km de longitud que permitió vincularlo a las instalaciones de Loma La Lata, y que en el futuro posibilitará conectar bloques cercanos y desarrollar la ventana de gas de Vaca Muerta.
Como el sector está dividido por el río Neuquén, se construyó un ducto interno de 10 km para derivar la producción de la zona sur a las instalaciones que están en la zona norte.
También se comenzó a ampliar la capacidad de procesamiento y se avanza en la instalación de compresión para optimizar la producción, según explicó Bizzotto.
Entre 2013 y 2015 se invirtieron 210 millones de dólares en infraestructura en Rincón del Mangrullo y se deberán desembolsar otros 20 millones hasta 2017.
Además de optimizar los costos de los pozos, una de las claves del futuro de ese bloque será avanzar en el desarrollo de las formaciones Vaca Muerta, Lajas, Centenario y Tordillo.
El tercer eje de la estrategia gasífera de YPF tiene como protagonista a la formación neuquina más famosa de todos los tiempos: Vaca Muerta. Junto con DOW, YPF terminó el piloto exploratorio en el bloque El Orejano. Las empresas negocian por estos días la continuidad de la sociedad en la etapa de desarrollo. Hoy tienen 13 pozos en producción que aportan 0,7 Mm3/d. Este año la perforación de ese sector demandará 279,6 millones de dólares, que se sumarán a los 120 que ya se destinaron entre 2013 y 2014.
Se está ampliando la capacidad de la unidad de separación primaria existente y en los próximos meses se comenzará a construir otra. La idea es llegar al millón de m3 de gas por día a fines de 2015 con dos equipos de perforación en actividad permanente para cerrar el año con 20 pozos.
Por último, la compañía nacional apuesta a la exploración para hallar nuevos horizontes de desarrollo. Ya tiene perforados pozos en varios sectores de Loma La Lata-Sierra Barrosa y el próximo paso será delinear los yacimientos. “El tight y el shale hoy constituyen el vector de crecimiento de la producción de gas de la Argentina”, aseguró Bizzotto.
“El Orejano y Loma Campana son los dos íconos del desarrollo no convencional en el país que dentro de unos años se van a ver como hitos dentro de la industria”, sentenció.