La Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito comenzará en julio un proceso de mantenimiento que la pondrá a punto para producir el stock destinado a las tres centrales nucleares que están en funcionamiento en el país.
La Secretaría de Energía de Nación acordó con representantes de la junta interna de ATE en la planta avanzar en un programa de inversiones que garantice su pleno funcionamiento, también con el objetivo de concretar el contrato por unas 600 toneladas para Atucha III, que comenzará a construirse en los próximos meses.
El delegado de la junta interna, José Ajaya, informó que el 5 de junio se mantuvo un encuentro con el subsecretario de Energía Eléctrica, Paulo Farina, a quien se planteó la necesidad de obtener fondos para realizar el mantenimiento de la planta, que incluiría reparar un grupo de enfriadores e intercambiadores.
"Se están haciendo las gestiones administrativas para enviar los fondos y en julio comenzarían las tareas", indicó Ajaya.
El gobierno nacional comprometió iniciar un programa de inversiones para el mantenimiento "impostergable" de este año, para tener al menos una línea en condiciones operativas.
Otro planteo fue el de concretar un contrato para producir unas 600 toneladas de agua pesada "grado reactor" destinadas a la carga inicial del circuito primario de la cuarta central nuclear, Atucha III.
"Le solicitamos al subsecretario coordinar las partes, Nucleoeléctrica Argentina SA y ENSI, con el fin de materializar el contrato, garantizando de esta manera a los trabajadores de la PIAP una estabilidad laboral a largo plazo", dijo el delegado.
Actualmente la planta está en un período de "parada", tras la última tanda de producción realizada en el verano por un contrato con Nucleoeléctrica para unas 30 toneladas. Mientras tanto, se están haciendo las maniobras necesarias que permitirán la realización de los trabajos de mantenimiento a comenzar en julio. "Hay más trabajo ahora que cuando la planta está en marcha", aclaró Ajaya.
Según explicó el delegado, el funcionario nacional garantizó que, una vez realizado el mantenimiento, la PIAP contaría con capacidad para consumir gas y energía eléctrica necesaria para poner en producción una línea y crear un stock de agua pesada para las centrales en funcionamiento. Ello implicaría una producción estimada de nueve toneladas mensuales.