Ya empezaron las negociaciones del sector petrolero en Buenos Aires, donde se mezcla el pedido de aumento salarial de un 30% con un alivio en el Impuesto a las Ganancias, junto con la desinversión de la operadora de Techint y los despidos en Neuquén. Todos los sindicatos petroleros del país mantienen reuniones en Capital Federal con las cámaras empresarias.
Los petroleros están en Buenos Aires para negociar la pauta salarial de este año, suspendida por la crisis del sector a cambio de una prórroga en la suma-puente hasta junio (este mes se paga la última de 6.000 pesos y el plus de aguinaldo). Ayer hubo una jornada intensa de reuniones, una de ellas con el ministro de Economía, Axel Kicillof.
Todos los sindicatos están en alerta. Los petroleros de Chubut miran con atención a Tecpetrol, que analiza la baja de un equipo de perforación, además de amenazar con despidos en los últimos meses. Una realidad contradictoria, dado que desinvierte en el Golfo San Jorge pero invierte en activos en Neuquén para sumarse al boom de Vaca Muerta.
Para los petroleros que comanda Jorge “Loma” Ávila, la condición es que si hay suspensión de la operación en un equipo Tecpetrol tiene que comprometerse a sostener los empleados y sus sueldos al 100% hasta que se reactive la actividad en función de los precios internacionales del crudo.
Esta sería la nueva versión de la Resolución 312, aquella por la que los petroleros cesanteados por la baja de actividad cobraban por estar en sus casas una parte del sueldo hasta que la situación mejoró y fueron reubicados. En esta oportunidad, el gremio chubutense pide el 100% del sueldo.
ESTE MES, $9.000
La prioridad esta semana es que los trabajadores chubutenses del sector hidrocarburífero cobren en tiempo y forma –en los últimos días del mes- la suma-puente acordada y el plus por aguinaldo. Estos dos ítems no remunerativos consisten en 6.000 por el mes y 3.000 pesos por el medio aguinaldo. Es decir, que a cambio de esperar tanto tiempo para la paritaria, cada obrero recibirá 9.000 pesos extra en sus recibos.
La situación más grave estaba en Neuquén, donde 250 obreros recibieron telegramas de despido. Ayer era el último día de las negociaciones en el marco de la conciliación obligatoria, y el sindicalista Guillermo Pereyra ya avizoraba un paro en el principal polo petrolero del país.
Los sindicalistas ayer estuvieron con Kicillof para plantearles la situación con el Impuesto a las Ganancias. Según confirmaron fuentes sindicales, de allí surgió que si hay un anuncio que alivie el impacto del tributo sobre los salarios, las pretensiones salariales podrían bajar del 33% levemente por debajo del 30%.
Lo que busca el Gobierno nacional, a través de esta mesa con el ministro de Economía y director en YPF, es que la petición salarial que los petroleros lleven al Ministerio de Trabajo mañana no sea superior al 30%.