Con el inicio hoy de la inundación del juego de esclusas del Pacífico, la ampliación del Canal de Panamá entra en su fase final después que comenzó similar operación en la entrada del Atlántico el 10 de junio pasado.
La corporación contratista encargada del diseño y construcción del proyecto, Grupo Unidos por el Canal (Gupc), anunció que se tomará agua del Lago Miraflores, ubicado en un nivel inferior al Gatún, máxima cota de la vía interoceánica.
Giuseppe Quarta, directivo de Gupc, señaló que la inundación completa y las pruebas de cada esclusa pueden tomar alrededor de tres a cuatro meses y se tiene previsto que esta primera fase del proceso en el Pacífico demore aproximadamente cinco días.
A diferencia del Atlántico, donde la operación se hizo por gravedad, en este caso bombas eléctricas y de diésel, pertenecientes a la empresa pública Autoridad del Canal (ACP), proveerán 40 mil metros cúbicos de agua para los ensayos iniciales.
Esta fase se adelanta a la terminación del canal de acceso del Pacífico, que aún se ejecuta, lo que conectará las nuevas esclusas con el Gatún.
Tradicionalmente en esa área el Canal emplea dos juegos de esclusas, en Miraflores y Pedro Miguel, para lograr actualmente subir o bajar los buques hasta los 26 metros sobre el nivel del mar que tiene Gatún, ubicado en la coordillera central del istmo.
En ese lugar se encuentra el paso más peligroso del tránsito, en el llamado Corte Culebra por la forma sinuosa, donde se ha dragado y ampliado para asegurar el cruce sin dificultad de los buques PostPanamax, capaces de transportar hasta 2,6 veces más contenedores que los Panamax.
Los PostPanamax tienen un máximo de 366 metros de eslora (largo), 49 de manga (ancho) y hasta 18,3 de calado (profundidad del casco dentro del agua), mientras que cada una de las recámaras de las nuevas esclusas permite operar buques de tales dimensiones con total seguridad.
En términos económicos, la ACP asegura que en una década se puede recuperar la inversión en fase de terminación, y que fue aprobada en referéndum popular el 22 de octubre de 2006 por el 73 por ciento de los asistentes a las urnas, convocados por el entonces presidente Martín Torrijos, del Partido Revolucionario Democrático.
Actualmente el cronograma permite asegurar que la fecha de puesta explotación comercial de la ampliación será abril de 2016, dijo recientemente a Prensa Latina, Jorge Luis Quijano, administrador de la ACP.
A partir de esa fecha, los megabuques transitarían en ocho horas del Océano Atlántico al Pacífico y viceversa, y esto cambiaría las cadenas productivas globales.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirma que el proyecto del Canal Interoceánico en su país “no es amenaza” para Panamá.
“Hemos hablado con los hermanos panameños, hemos hablado con el presidente Juan Carlos (Varela) también, le hemos dicho que el Canal por Nicaragua no amenaza el Canal por Panamá”, expresó.
El mandatario recalcó que las relaciones entre Panamá y Nicaragua han sido “relaciones históricas, fraternas y respetuosas” e insistió en que los canales de Nicaragua y Panamá no competirán: “Son esfuerzos complementarios, son otras rutas que va demandando el desarrollo del comercio mundial”.
El proyecto de la firma china HKND Group consiste en construir en Nicaragua un Canal tres veces más grande que el de Panamá y tendría una vía de 278 kilómetros de longitud por 230 a 250 metros de ancho y 30 metros de calado.
El billonario chino socio de Daniel Ortega en el canal de Nicaragua
Su construcción inició oficialmente en diciembre pasado y, según autoridades nicaragüenses, se prevé que las obras terminen a finales de 2019.
Cocatram
En Panamá, entre los días 16 y 19 de junio se llevó a cabo la Reunión Portuaria del Istmo Centroamericano (Repica) 2015, evento desarrollado bajo el marco de la Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo (Cocatram).
Los representantes de los diferentes países de la región centraron la discusión en los proyectos de infraestructura portuaria y de transporte regionales. Entre estos, sobresalió la construcción del canal de Nicaragua y la ampliación del Canal de Panamá.
“Nuestro organismo, en su estrategia marítima portuaria regional, promueve aquellos proyectos e infraestructuras que tengan como objetivo desarrollar el transporte marítimo”, indicó José Dopeso, director de asuntos marítimos y portuarios de Cocatram.
Afirmó, además, que ven con “muy buenos ojos” que Nicaragua tenga esta iniciativa.
La posibilidad de que Panamá forme parte de la Alianza Pacífico se acrisola más. Hace unos días, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Secretaría de Economía (SE) de México participaron en un seminario relacionado a este tema dirigido a funcionarios del gobierno local.
Desde el 2011, cuando nació la Alianza, Panamá ha sido observador del mecanismo de integración regional al que pertenecen Chile, Colombia, México y Perú. Entre todos existe una población de 214 millones de personas, con un PIB de $2.1 billones, lo que representa el 37% del producto de América Latina.
Durante el seminario se analizaron temas centrales del engranaje, como aspectos comerciales, acceso a mercados, reglas de origen, facilitación del comercio, cooperación aduanera, obstáculos técnicos al comercio y medidas sanitarias, además de servicios, inversión y solución de controversias, libre movilidad de personas, cooperación y relaciones con Estados observadores y organismos internacionales.
Entre los panameños que atendieron la cita estuvieron los viceministros de Relaciones Exteriores, Luis Miguel Hincapié; de Economía, Iván Zarak; y de Trabajo y Desarrollo Laboral, Zulphy Santamaría.
Pero esta jornada no es casual. En marzo pasado, el Senado mexicano ratificó el Tratado de Libre Comercio entre México y Panamá, acto que es visto como un eslabón más en la tarea de incorporar el país como miembro pleno de la Alianza del Pacífico. Por el momento, Panamá ha querido mantener su estatus de observador, sin desestimar la oferta de los asociados.
Actualmente, México tiene la presidencia pro témpore del mecanismo, batuta que dejará en la X Cumbre, que se celebrará en julio, donde el mando quedará en manos de Perú.
¿QUÉ SUPONE SER PARTE DE ESTE ENGRANAJE?
La Alianza del Pacífico fue creada para construir un área de integración profunda para avanzar hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas entre sus miembros y aliados, reza en sus objetivos.
Todo indica que para lograr estos propósitos la participación de Panamá es importante, según dejó ver el expresidente de Perú y propulsor de la iniciativa, Alan García, al decir que ‘no es que Panamá tenga interés en nosotros (Alianza del Pacífico), sino que a nosotros nos interesa que esté Panamá, que tiene la bendición de unir continentes y unir océanos'.
Las economías de Estados Unidos y de China son las que marcan con paso firme el ritmo del panorama económico mundial; por tal razón, otro de los objetivos del conglomerado México, Chile, Colombia y Perú es la integración económica y comercial junto con su proyección al mundo, haciendo un especial énfasis en la región Asia-Pacífico.
Los integrantes de la Alianza del Pacífico valoran la riqueza y el potencial de la tierra canalera y consideran que las fortalezas de esta nación deben ser aprovechadas para que el resto de sus vecinos tomen más fuerza en la curva ascendente del progreso.
Ellos apelan —de manera estratégica— a la modernidad, el pragmatismo y la voluntad política para enfrentar los retos del entorno económico internacional; y en esa fórmula, un recurso como el Canal de Panamá es una herramienta potente a la hora de participar en la satisfacción de las demandas de economías tan crecientes como la china, que necesitan y necesitarán toneladas de alimentos exportados desde el extranjero y que, seguramente, deberán pasar por la vía interoceánica ampliada.
En una visita anterior, el expresidente peruano recomendó a Panamá ‘cuidarse' de una situación como la de Venezuela e invitó al Istmo a montarse en el carrito de la modernización y la globalización de sus virtudes.
Costa Rica es otro de los candidatos a ser parte activa de la Alianza del Pacífico y en la lista de observadores se encuentran naciones como Turquía, Reino Unido, República Popular de China, Nueva Zelanda, India, Singapur, Ecuador, Canadá, Uruguay, entre otros.
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LA ALIANZA EN NÚMEROS
El organismo, creado en el año 2011, está conformado por:
214 millones de personas, distribuidas entre sus cuatro países miembros.
2.1 billones de dólares es lo que contiene el PIB de la Alianza, cifra que esperan aumentar con sus acciones estratégicas.