La baja del precio del barril de petróleo (hoy en u$s 60) abarató la factura de importación de energía del Gobierno. Para este año, estiman que las importaciones serán u$s 3500 millones menores que las registradas en 2014, cuando totalizaron en u$s 9000 millones.
Un informe elaborado por la consultora de Daniel Montamat & Asociados realizó este cálculo y explicó, basándose en cifras oficiales, que en los primeros cuatro meses, las compras externas de energía disminuyeron más de u$s 1600 millones, en tanto que las ventas se redujeron en u$s 1000 millones.
La caída de las compras se debió en principalmente a las menores importaciones de derivados de petróleo, en especial de gasoil, en el que se compró del exterior unos u$s 837 millones menos que durante los primeros cuatro meses del año pasado (equivalente a una caída en dólares de 67%), como también de naftas (u$s 314 millones menos).
El menor nivel de compras al exterior también se debe a una reducción en la cantidad importada, más allá de los precios. En el relevamiento se relaciona a los menores volúmenes con una caída en la actividad y ejemplifican con el caso del gasoil que, señalan, tiene una fuerte correlación con el nivel de actividad. El gasoil de grado 3 importado, utilizado en el consumo de automóviles, durante los primeros cuatro meses del 2015 fue 5% menor que el año pasado, mientras que en el resto del gasoil, el descenso en cantidades fue superior a 70%.
Para el caso de las naftas y el fueloil, se contrajeron fuertemente los volúmenes importados. Aunque ésta es una buena noticia para la administración de Cristina Kirchner, preocupada por el agujero energético y la millonaria salida de dólares por esta ventanilla que fue el motor del cepo cambiario, los subsidios al sector energético seguirán creciendo, sobre todo los destinados a la cadena eléctrica. El año pasado las transferencias totales del Estado nacional fueron de $ 127.000 millones y para 2015 las previsiones son de entre $ 170.000 millones y $ 180.000 millones. Es decir, podrían pegar un salto de 40%, aún con importaciones 27% menos costosas. Consultado por El Cronista, Montamat evaluó que los subsidios siguen subiendo por el retraso tarifario de Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.
En el rubro electricidad es en donde más se proyecta que van a subir, porque se descarta algún ajuste de precios para este año, a lo que se suman obras de inversión que están sostenidas por subsidios. A su vez, el Ministerio de Planificación consiguió prorrogar este año con más de una decena de provincias el plan de congelamiento tarifario en el interior del país y como contrapartida, la Nación es la encargada de girarles dinero para financiar inversión. Al mismo tiempo, también se está subsidiando desde el Tesoro a la producción de hidrocarburos. Un ejemplo, el aumento de precio para el gas adicional producido en boca de pozo hasta 7,5 millón de BTU, del que el Estado paga una parte a través de Cammesa.
El consultor Horacio Lazarte, escribió en el informe que el desacople evidenciado en la serie de importación y subsidios de energía comienza a darse en 2013, y crece con fuerza durante el año 2014. Mientras que en el año 2014, las transferencias del Tesoro Nacional (según ASAP) al sector energético crecieron un 20% en dólares, las importaciones habían retrocedido un 4,5%. En el primer trimestre, las transferencias al sector energético acumulan un 13% de aumento en dólares, en un contexto de caída de importaciones superior al 50% para el mismo período.