Mientras Vaca Muerta ganaba las tapas de los medios especializados del mundo, varias formaciones geológicas con menor prensa empezaban a mover la aguja de la producción de gas, en franco declive desde mediados de la década pasada.
Se trata de estratos de arenas compactas como Lajas, Punta Rosada o Sierras Blancas, que se convirtieron en un objetivo algo más alcanzable que el shale gas. El tight es para la cuenca una especie de paso previo a Vaca Muerta, cuyos horizontes de este tipo de fluido todavía requieren de estudio.
Entre el 2013 y 2015 la producción de gas subió en Neuquén un 8%. Y la mayor parte de esa suba la explicó el tight gas que produjeron YPF, PAE y Total, entre otras. El secreto de este tipo de desarrollos está en los avances tecnológicos, pero sobre todo en el precio. Los 7,5 dólares el millón de BTU que se pagan en el mercado doméstico –con el subsidio de Nación– están muy por encima, por ejemplo, el Henry Hub que cotiza 2,8 dólares.
Esto lo convierte en un negocio en épocas de petróleo barato. Inclusive se presenta como una salida rápida para no bajar el nivel de actividad.
El gas no convencional empieza de a poco a pesar en el mapa productivo argentino. De hecho, lo hace en mayor proporción que el petróleo. Según datos provinciales, alrededor del 25% de las reservas probadas de gas de Neuquén, 123 mil millones de metros cúbicos, proviene de formaciones de este tipo. En el petróleo, la relación apenas alcanza el 10%.
Por otro lado, la mayor producción de gas es un dato positivo para el país, que importa una de cada cuatro moléculas que queman los hogares, las industrias y las centrales térmicas argentinas. El primer boom no convencional había puesto el foco en el petróleo, que permitía retornos más cortos. Sin embargo, los tiempos parecen estar cambiando.
Apenas un año y medio atrás (un suspiro medido en tiempos petroleros), el gobernador Jorge Sapag mandó "a estudiar" al empresario Alejandro Bulgheroni, luego de que éste pusiera en duda el potencial no convencional de Neuquén. Parece que hizo los deberes. Pan American Energy, la petrolera nacional privada más grande del país, negocia por estas horas una concesión de 35 años para su yacimiento Lindero Atravesado, donde planea lanzar un ambicioso proyecto para producir tight gas.
Lejos de perder su línea, los hermanos Bulgheroni siguen mirando con recelo a Vaca Muerta. En cambio, apuestan de lleno a las arenas compactas de las formaciones Lajas y Punta Rosada, que en abril produjeron 2,2 millones de metros cúbicos al día del preciado fluido gracias al mejor precio que promueve el plan gas plus y una fuerte inyección de dinero que hizo PAE en este bloque.
Fuentes del gobierno provincial confirmaron a "Río Negro Energía" que hubo acercamientos pero aún no hay una propuesta concreta. PAE no es la única en esta situación, aunque sí la que más avanzó. Total y Petrobras también analizan pedir una concesión de 35 años –una figura nueva, contemplada en la renovada ley de Hidrocarburos– para sus proyectos en Aguada Pichana y Río Neuquén.
En el caso de Lindero Atravesado, un informe que el gobernador Jorge Sapag presentó en la Argentina Shale Gas and Oil Summit estimó que las inversiones totales para ese bloque en las próximas décadas rondarán los 8.358 millones de dólares.
En plena negociación, PAE prefirió no brindar datos sobre este proyecto. No sólo por el propio tire y afloje que generan estas situaciones sino porque no está sola en ese barco: si bien la firma de los Bulgheroni es la que conduce, tiene como socia a YPF, que posee un 37,5% del bloque y, por lo tanto, deberá desembolsar una suma proporcional en caso de un desembarco masivo en el área.
GAS PARA TODOS
Desde hace muchos años la compañía conoce el potencial del Grupo Cuyo. Pero sólo el avance tecnológico y, sobre todo, el mejor precio en el mercado local lograron impulsar el desarrollo de tigh gas en apenas un 3% del área. PAE ingresó al programa de gas incremental que lleva a 7,5 dólares el millón de BTU. Con eso, logró cuadruplicar la producción, que pasó de un piso de 500 mil metros cúbicos por día en las peores épocas del yacimiento a 2,2 millones en abril, último mes relevado por la Secretaría de Energía.
Mientras PAE pone todas las fichas al tigh gas, YPF avanza con sus proyectos shale. Al piloto del Orejano, el más avanzado del país en este tipo, le sumó esta semana el anuncio de un hallazgo en el bloque La Ribera, un pequeño campo en el corazón de la ventana de gas de Vaca Muerta.
Los resultados iniciales del primer pozo shale de ese bloque demostraron que puede delimitarse un sector altamente productivo de gas.
Según informó la compañía, el pozo La Ribera x-1 tuvo una producción inicial de 43.000 mv/d de gas y presenta un espesor útil de 258 metros, bastante más ancho que los campos no convencionales de Estados Unidos.
"Este descubrimiento aumenta la expectativa sobre la riqueza y productividad de la formación Vaca Muerta en áreas cercanas a las actualmente en desarrollo masivo", explicó la compañía. El tema no es menor: el hecho de que existan facilidades para sacar y procesar el recurso en la cercanía es clave para potenciar el negocio y se convierte en una ventaja competitiva.
Uno de los vecinos de La Ribera, por caso, es Rincón del Mangrullo, donde YPF realiza un proyecto tight junto a Pampa Energía cuyos montos de inversión acaban de ser duplicados.
