La obra, de casi 20 kilómetros, fue realizada con recursos propios de la Municipalidad.Ya está en funcionamiento y conectado a prueba para controlar su rendimiento.
Con recursos totalmente propios, Tolar Grande concretó el último tramo del acueducto que transportará 173 mil litros de agua diarios al pueblo.
La obra de abastecimiento contó con la supervisión técnica de la Secretaría de Recursos Hídricos provincial y la colaboración de profesionales de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación.
El nuevo caudal de líquido aumentará considerablemente la provisión actual, que actualmente solo llega a unos 26.000 litros diarios para los 450 habitantes del pueblo.
"Recursos Hídricos sometió anteriormente el agua a estudios físicos y químicos y los resultados arrojaron que tiene buena calidad natural y, por lo tanto, es apta para el consumo humano", dejó en claro el intendente de la localidad, Sergio Villanueva, quien manifestó su agradecimiento por el compromiso de todos los que intervinieron en la obra, gran parte de ellos pobladores de la zona.
"Logramos concluir el trabajo en los tiempos previstos, teniendo en cuenta que en este mes se registran las temperaturas más bajas y hacen imposible cualquier obra en la zona", remarcó el jefe comunal.
La comunidad andina padecía constantes problemas con el agua, fundamentalmente por el bajo volumen.
"Esta importante obra trae solución definitiva al abastecimiento e inclusive, el caudal que se generará, nos prepara para el crecimiento demográfico futuro, teniendo en cuenta el anuncio de varios proyectos mineros y ferroviarios que harán que Tolar Grande sea un importante núcleo de concentración", remarcó Villanueva.
El tendido de la cañería es de 19,45 kilómetros, con cámaras rompe presión desde la zona de toma en Macón Grande (taytamacón), hasta su empalme con el acueducto actual ubicado en Macón Chico.
El nuevo acueducto se hizo a unos 30 kilómetros al norte del pueblo, sobre el faldeo del Cerro Macón y a más de 4000 metros de altura. Desarrollarlo significó una tarea preliminar de recorrida topográfica del terreno, verificación de interferencias y riesgos durante los trabajos, especialmente para el trabajo con la retroexcavadora, además de acopio de la totalidad de los materiales, organización de los equipos y personal y la logística que significa encarar obras en la zona.
La totalidad del material para la conducción de agua, tanques para cámaras rompe presión, material para construir el alojamiento subterráneo de las cámaras, trabajos de conexión y toma fueron adquiridos con anterioridad al inicio operativo de la obra.
Se inició con trabajos de medición y replanteo en la zona de toma, el marcado de la traza definitiva mediante estacas para los casi veinte kilómetros de longitud final, y se realizaron los trabajos de excavación, tendido de cañería y tapado, con puntos identificados para la instalación de las cámaras.
Por día se avanzó entre 600 a 700 metros, teniendo en cuenta el tipo de suelo. "Es imperativo resaltar el grado de responsabilidad del personal, que trabajó intensamente durante todo mayo sin descanso, sin dejar de lado el cuidado de la naturaleza para obtener un recurso vital como es el agua. Es un claro ejemplo de vinculación y sinergia entre una importante obra de ingeniería y la sensibilidad cultural de la población y de los trabajadores, que potenció totalmente la ejecución de los trabajos de modo voluntario, solidario, responsable y comprometido", puntualizó Villanueva.