Ha generado un fuerte debate. No obstante, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, ha sido categórico en señalar que no se va a modificar el horario de verano que actualmente rige en el país, pese a los reclamos que han realizado los gremios agrícolas.
“No estamos considerando modificar el horario. Éste ya se ha establecido, no se puede cambiar de un día para otro. Hay un conjunto de consecuencias que tiene en los equipos electrónicos, en los vuelos, coordinaciones de Chile con otros países del mundo. Hay muy buenas razones para haber establecido este horario”, dijo el secretario de Estado a comienzos de este mes.
Pacheco ha destacado las “bondades” de la medida, señalando que “hemos tomado una buena medida para la educación, el deporte, la seguridad y la calidad de vida”.
Pero esta semana, el Ministerio de Energía liberó el estudio “Cambio de Horario y su Efecto en el Consumo de Energía Eléctrica”, realizado por el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago de Chile de febrero de este año.
“La política del cambio de horario de verano produce su ahorro de energía eléctrica más significativo en la ciudad de Santiago”, dice a modo de conclusión el estudio, el cual añade que, porcentualmente, su efecto es similar al producido en la ciudad de Punta Arenas, pero de todas formas con un valor anual bajo el 1%.
Por su parte, el año 2014 respecto al 2013, el informe señala que la ciudad de Santiago presentó un ahorro para una hora representativa del 27,94% respecto a las otras ciudades que aumentan su consumo. “Esto puede deberse principalmente al desarrollo tecnológico y la eficiencia energética aplicada a los tipos de consumos de energía eléctrica de dicha ciudad”, se precisa.
Según el análisis, la ciudad de Arica no se ve afectada por la política del cambio de hora (0,04% ahorro de energía eléctrica anual), esto debido principalmente, al gran periodo con horas luz que presentan las ciudades más cercanas al Ecuador. Sin embargo, Arica muestra una tendencia contraria en la influencia de la temperatura en el consumo de energía eléctrica respecto a las otras ciudades. A medida que aumenta la temperatura en una hora representativa, el consumo se incrementa en un 1,06% en dicha hora.
“Si seguimos pendientes de la influencia de la temperatura, tanto Punta Arenas como Concepción muestran que el aumento de temperatura genera ahorros de 0,70% y 0,78% respectivamente. Sin embargo, son menores al ahorro producido en Santiago (2,16%), debido principalmente a que la calefacción del sur de Chile sigue siendo principalmente en base a leña y derivados, y no plenamente eléctrica”, destaca el informe de la U. de Santiago.
Respecto a la ciudad de Concepción, se señala que ésta se ve afectada negativamente por la política del cambio de horario verano, puesto que su consumo anual aumenta en 21,33 GWh (0,32% anual), ya que genera una conducta en los consumidores a prender luces más temprano por la mañana (una hora más aproximadamente).
Informe anterior
Según se señala en el Decreto Supremo N° 106 del 27 enero de 2015 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, que dispone extender el horario de verano hasta el 25 de marzo de 2017, quedando Chile Occidental y territorio Antártico Chileno con horario UTC -3, y Chile Insular Occidental con horario UTC -5, se cita el estudio “Efecto en el Consumo de Energía Eléctrica del Cambio de Horario en Chile”, elaborado por el Programa de Estudios e Investigaciones en Energía del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile y que data de 2009.
El informe destaca que lo que se ahorrará el país gracias a la decisión de mantener el horario de verano vigente todo el año equivale a una capacidad instalada de 1.026 MW, es decir, dos veces Alto Maipo o poco menos de la mitad de HidroAysén. No obstante, el estudio plantea “dos soluciones posibles” frente al cambio horario en Chile: una denominada “Solución Energéticamente Óptima” y la “Solución Propuesta”. La primera propone eliminar el horario de invierno, cambiando la hora oficial de Chile a GMT -3, lo cual reporta mayores ahorros de energía a nivel país, elimina el efecto de ‘adaptación del reloj biológico’, “pero tiene como defecto el hecho que en pleno invierno amanecería a las 9.00, lo cual afectaría seriamente el ritmo de la población en general”.
La ‘Solución Propuesta’ en el estudio de 2009, buscaba un balance entre el estado estipulado por ley en aquella época y la ‘Solución Energéticamente Óptima’, posponiendo el cambio horario establecido para marzo en 56 días, y adelantando el cambio programado para octubre en la misma cantidad de días. “Esto significaría un ahorro en energía menor que la solución anterior, pero se cree que la diferencia no será tampoco muy significativa (pues en pleno invierno el efecto de la medida pierde fuerza con los días nublados y de menos luminosidad que obliga a utilizar iluminación artificial a cualquier hora), evitaría un amanecer tan tardío, dado que se ajusta el cambio de tal manera que nunca salga el sol después de las 8.30, con el defecto de que al tener un cambio de hora se cae en el efecto de ‘adaptación del reloj biológico’”, dice el estudio firmado por Alfredo Muñoz Ramos, director del Programa de Estudios e Investigaciones en Energía de la Universidad de Chile.
Precisamente, lo tardía que se inicia la jornada actualmente (a oscuras) ha sido puesto como fundamento por el sector agrícola para solicitar un nuevo cambio horario al Gobierno. Dicen que sus trabajadores no pueden cosechar sin luz natural, pues corren el riesgo de accidentes.
Pero Pacheco dice que no habrá cambios.
Efectos perjudiciales en los accidentes de tránsito
El estudio de la U. de Santiago también menciona el impacto que ocurriría en los accidentes de tránsito debido a la política de cambio de horario. Se cita el estudio internacional “Daylight saving time transitions and road traffic accidents”, el que indica que aplicar medidas de cambio de horario provoca efectos en la cantidad y calidad del sueño de las personas, los cuales resultan en dolor de cabeza, pérdida de atención, disminución del estado de alerta y un incremento en la fatiga, los cuales traerían efectos perjudiciales en los accidentes de tránsito.
Efectos en la adaptación a cambios en las estaciones
Según el estudio, se plantean además algunos efectos biológicos que serían consecuencia del cambio de horario, los que son tratados en el paper “The human circadian clock’s seasonal adjustment is disrupted by daylight saving time”. Ahí se plantea que el ciclo circadiano del ser humano tarda varios días en ajustarse a los cambios producidos por aplicar una medida DST, además de provocar efectos en la adaptación del organismo a los cambios en las estaciones del año, los cuales pueden implicar problemas en otros aspectos del organismo.
Efectos sicológicos de los cambios horarios
Con respecto a los efectos psicológicos de aplicar medidas de cambio de horario de invierno y verano, el estudio se enfoca en el impacto que tendría este tipo de medidas en los intentos de suicidio del Reino Unido.
Según el informe del Departamento de Ingeniería Eléctrica Universidad de Santiago, los resultados indican que los efectos biológicos producidos por el cambio de horario no provocarían un aumento en la tasa de suicidios.
Efectos negativos en los mercados económicos
Junto a esto, el informe plantea que algunos autores a nivel internacional han señalado que existirían efectos en los mercados económicos al aplicar medidas de cambio de horarios. Se hace referencia al estudio “Losing sleep at the market: The daylight saving anomaly” del año 2000, que indica que los mercados económicos se verían afectados negativamente en los días donde se produce el cambio de hora. En contraparte, los autores de “Daylight saving effect” indican que la aplicación del cambio de hora no puede ser usada como una explicación de dicho efecto.