El holding brasileño Camargo Correa ya contactó a los bancos Itaú y Bradesco, al cual se sumaría alguna entidad extranjera, para que consiga un socio para InterCement, su empresa cementera líder de mercado en Portugal, Mozambique, Cabo Verde y Argentina. En Brasil es la 2da. mayor del mercado.
Según informó este martes Folha de S. Paulo, Camargo quiere abrir el capital de InterCement a un socio nuevo como parte de un cambio de perfil. Busca apartarse del sector de obras públicas en Brasil y fortalecer su área de cemento, que responde por más de 30% de sus ingresos.
Investigados por el caso "Lava Jato" de corrupción en Petrobras, 2 ejecutivos de la constructora del grupo Camargo accedieron a un acuerdo de delación premiada con la justicia brasileña, es decir, una confesión a cambio de reducir sus penas.
La cementera argentina Loma Negra forma parte de InterCement, y fue adquirida por Camargo Correa en 2005, por unos US$1.000 millones, a la familia Fortabat. InterCement posee unas 40 fábricas en América del Sur, África y Europa.
InterCement tiene una deuda de cerca de 8.200 millones de reales (US$ 2.636 millones) y por ello sus dueños prefieren atraer a un socio minoritario que aporte fondos frescos en la operación. Según Folha, la empresa identificó oportunidades interesantes de inversión en Egipto, Mozambique y Paraguay.
Camargo Correa es un de los mayores grupos empresarios de Brasil, dueña de Alpargatas, CCR (concesionaria de rutas y aeropuertos) y de CPL, una de las mayores empresas de energía del país. En 2014 facturó 26.000 millones de reales (US$ 8.360 millones). Las obras públicas representaron menos de 5% de ese total.
Una noticia positiva para Camargo
De todos modos, más allá de los reparos de Camargo, en Brasilia, el ministro de la Controlaría General de la Unión (CGU), Valdir Simao, dijo que las empresas investigadas en la Operación Lava Jato podrán participar de licitaciones en el área de infraestructura, indicando que sólo podría bloquearse su presencia en un concurso de este tipo tras un proceso que las encuentre culpables y sean castigadas.
El gobierno se apresta a lanzar nuevas concesiones de aeropuertos, puertos y carreteras a la iniciativa privada.
“Técnicamente, actualmente, no hay impedimento para que las empresas participen de un proceso de licitación. Solamente tras la conclusión de un proceso de de responsabilidad, y siendo castigadas, es que serían impedidas", dijo Simao.
El Programa de Inversión en Logística (PIL), que contempla inversiones por 198.400 millones de reales (US$64.000 millones), de los cuales 86.400 millones se destinarán a ferrocarriles y 66.100 millones a carreteras. Otros 37.400 millones de reales provendrán de inversiones en puertos y 8.500 millones de reales en aeropuertos.
Según el anuncio de la presidenta Dilma Rousseff, acompañada por sus principales colaboradores y gobernadores de varios estados del país, serán concesionados 16 trechos de carreteras y seis de ferrovías.
"Estamos aquí especialmente para renovar nuestro compromiso con el desarrollo de Brasil. Brasil va a seguir avanzando" dijo Dilma. "Desarrollo significa la capacidad de crecer, trabajar y progresar. Si son grandes las dificultades mayor es la predisposición y la energía".
"Las nuevas concesiones van a movilizar inversiones (...) en 20 estados de la federación y en 130 municipios", agregó Dilma, remarcando la cooperación entre el Estado y el sector privado para mejorar la infraestructura de Brasil. "Nuestro compromiso es invertir para retomar el crecimiento. Hacemos ajustes para crecer".
El paquete de estímulo a la infraestructura es una de las principales apuestas del gobierno para destrabar la economía en los próximos años.
Para las carreteras, las concesiones seguirán el modelo de subasta por menor tarifa de peaje, como ocurrió recientemente con el puente Río-Niteroi. El plan prevé la ejecución de 11 nuevos proyectos de carreteras.
Para las ferrovías, el modelo de concesión dependerá de cada caso, e incluye trechos de la Ferrovía Norte-Sul y la construcción de una vía férrea entre Rio de Janeiro y Vitória, capital de Espírito Santo. También se incluyó a la Ferrovía Transoceánica, en sociedad con Perú, que unirá los océanos Atlántico y Pacífico.
En tanto, Brasil licitará para la operación privada los aeropuertos de Porto Alegre, Salvador, Fortaleza y Florianópolis a partir del primer trimestre del año que viene. La autoridad estatal aeroportuaria Infraero (Empresa Brasileira de Infraestrutura Aeroportuária) será socia de las empresas vencedoras de las subastas.
El paquete prevé también la concesión de siete aeropuertos regionales: Araras, Jundiaí, Bragança Paulista, Itanhaem, Ubatuba y Campinas (Amarais), en Sao Paulo, y de Caldas Novas, en Goiás.
El programa de modernización de puertos prevé 50 nuevos arriendos, 63 nuevas autorizaciones de terminales de Uso Privado (TUPs) y renovaciones anticipadas de alquileres.
Las licitaciones comenzarán este año e incluyen terminales de Santos y de Pará. Luego vendrán Paranaguá, Itaqui, Santana, Suape, Sao Sebastião, Sao Francisco do Sul, Aratu, Santos y do Rio de Janeiro.
Para las licitaciones se combinarán criterios de mayor capacidad de movimiento de carga, tarifa, menor tiempo de movimiento de carga, más cantidad de inversión, entre otros.