La noticia no es nueva. Lo que cambia es el contexto. A medida que se evaporan los actores políticos que respaldaban la candidatura de Sergio Massa a presidente, desde distintos círculos -incluidos los operadores del Frente Renovador- alientan la expectativa de que el diputado baje a la provincia como postulante a gobernador en alianza con el PRO. La noticia no es nueva: Mauricio Macri nunca quiso saber nada con el tigrense. Y, aunque cambie el contexto, el jefe de Gobierno, lejos de repensar su estrategia, se endurece y asegura que mantendrá a María Eugenia Vidal para la gobernación.
En medio de otra jornada de fuertes rumores, en la que hasta Aníbal Fernández salió a anunciar que tenía el dato de que la boleta del PRO promovería a Macri-Presidente Massa-gobernador, el líder del PRO mantuvo desde Córdoba un breve contacto con Clarín y cerró la puerta a cualquier negociación.
Dijo: "Tengo mucho respeto por el Frente Renovador, pero creo queaquellos que fueron parte de este proceso, que fueron jefes de Gabinete o fueron ministros ya dieron todo lo que tenían que dar. Yo no soy antinada, pero apuesto por una tercera vía con aquellos que no han tenido responsabilidad en la gestión de la Argentina en todos estos años. En provincia de Buenos Aires nosotros apoyamos a María Eugenia Vidal, que es la política con mayor futuro de la Argentina".
¿Por qué tanta resistencia de Macri a una coalición? Son varios los motivos. Massa es, en términos que agitan los macristas en su mesa chica, "lo viejo". Lo explican así: "Aliarnos con él no estaría bien visto por la gente que está buscando un cambio de verdad. Nos desperfilaría". Es el pensamiento vivo de Jaime Durán Barba, el asesor ecuatoriano. Pero en honor a la verdad no es el único que piensa de ese modo. Marcos Peña, el secretario general de Gobierno, sostiene la misma tesis y ha logrado, en base a encuestas que guardan bajo siete llaves, que otros integrantes del círculo íntimo del jefe de Gobierno razonen igual.
Hay que advertir, sin embargo, el tinte selectivo de la palabra "viejo". Aunque reniegan de Massa -lo mismo que de Francisco de Narváez- Macri procura acordar con varios intendentes massistas. "No es lo mismo -se atajan-. Si acordamos lo vamos a hacer con los intendentes que creemos que han hecho una buena gestión". El intendente más codiciado por Macri es Joaquín de la Torre, de San Miguel, íntimo de Massa. Vía Emilio Monzó, ya le ofrecieron acompañar en la fórmula a Vidal. "Mirá que pueden gobernar juntos a partir del 10 de diciembre", lo endulzaron. De la Torre pidió ampliar el acuerdo a Massa. Le dijeron que no.
También corre la especulación. En el PRO consideran que tantos rumores "han desgastado a Massa". Confían en que tarde o temprano se terminará bajando.
Aunque a Sergio Massa le brotan las presiones desde abajo, se tomará hasta el filo del cierre de alianzas del próximo miércoles para anunciar su decisión de cara a las elecciones de este año. Esto es: si concreta o no un acuerdo con el PRO; y si sostiene su candidatura presidencial o baja a pelear la Gobernación bonaerense. Ayer se encargó desde Córdoba de ratificar sus aspiraciones al máximo sillón nacional mientras se multiplicaban las versiones. “Los que dicen que me bajo, son los mismos que en el 2013 dijeron que yo no iba a jugar. Deben tener la confusión entre el deseo y la realidad”, afirmó. Pero mientras él se encargaba de confirmar su rumbo, en Buenos Aires se gestaba una cumbre del Frente Renovador (FR) para hoy en San Miguel, que finalmente pasó al lunes por la tarde.
“Dicen que va a haber un lanzamiento ’guau’, una noticia que va a asombrar. Todos estamos a la expectativa de lo que pueda llegar a pasar mañana (por hoy)”, lanzó la diputada provincial Mónica López. Ese anuncio revelador no llegó.
Algo parecido a lo que ocurrió el lunes pasado en Tigre, cuando un grupo de 18 intendentes se movió al norte del conurbano para llevarse una perspectiva clara de cómo jugará Massa en las primarias. Esa definición tampoco llegó y el resultado fue inmediato: horas después, el intendente de Olavarría y miembro entonces de la mesa chica del FR, José Eseverri, pegó el portazo y volvió al kirchnerismo. Mismo camino que, en poco más de un mes, tomaron una decena de jefes comunales que se alineban con Massa.
La reunión del lunes será en Bella Vista, tierras del intendente de San Miguel y operador político del FR, Joaquín de la Torre. Quien mientras varios voceros massistas negaban un posible acuerdo con el PRO se trasladó, el sábado pasado, al domicilio de Mauricio Macri para una charla directa con el jefe de Gobierno porteño.
Tanta es la confusión en el FR que mientras Massa ratificaba su candidatura presidencial desde tierras cordobesas su esposa, Malena Galmarini, abría la puerta a un acuerdo con el PRO. La primera dama del massismo, con peso propio en las decisiones políticas del espacio, dijo que “Sergio es candidato a presidente”, pero, “sin embargo, nosotros no buscamos cargos. Hacemos política para cambiar la realidad, para cambiarle la vida a la gente. Eso no depende tanto de un cargo”.
El PRO y el FR viven por estas horas una especie de guerra fría con operaciones cruzadas. En ambos espacios conviven opiniones contrapuestas: En el massismo están los que aún ven algo de luz en la ventana para saltar al kirchnerismo y los que tienen en Massa su última oportunidad. Son estos los que pretenden que éste anuncie su retiro de la carrera presidencial y pelee la Gobernación bonaerense. En el PRO el cuadro es similar. Algunos estiman que con Massa como candidato a gobernador tendrían una boleta más potente en la provincia, pero el núcleo duro y de más confianza de Macri, liderado por el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba y el secretario de Gobierno porteño, Marcos Peña, presiona por seguir adelante con un armado que no incluya al tigrense.
Entre las versiones de corto vuelo, se barajó un pacto mixto: un massista como vice de Macri, sostener a Maria Eugenia Vidal como candidata a gobernadora y ceder todas las listas bonaerenses al FR. Una especie de acuerdo con el massismo, pero sin Massa.
“Iría en una colectora macrista”
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó ayer que el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, “iría con una lista colectora como gobernador bonaerense” dentro de la boleta del precandidato presidencial del PRO y jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
Así lo expresó el ministro coordinador en su habitual encuentro con periodistas antes de ingresar a la Casa de Gobierno, y señaló que esa “afirmación” se la brindó un dirigente político.
“Yo vivo para la política y al vivir para la política logré hacer muchos amigos en todos los partidos y hay gente de este partido que le gusta que suceda eso y otros que no”, añadió.
En ese marco, planteó: “Uno de los que le gustaba que suceda eso me hizo el comentario y se acordó que (el ex intendente de Tigre) iba en una colectora con Macri como candidato a gobernador bonaerense‘.
“Ustedes guardan sus fuentes y no me van a pedir la fuente a mí”, concluyó el jefe de ministros al evitar dar el nombre de la persona que le acercó esa información.