El Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Sergio Hernández, señaló hoy que la pequeña y mediana minería es fundamental para el progreso social y económico del sector y un pilar clave del modelo de desarrollo minero del país.
La autoridad de Cochilco – quien participó hoy en el foro “Desarrollo económico local y rentabilidad social: El valor estratégico de fomentar la pequeña y mediana minería en los territorios”, organizado por Enami-, explicó que el exitoso modelo de desarrollo minero del país está fundado en tres pilares: un Codelco estatal generando riqueza para el pueblo; una Enami y una pequeña y mediana minería fortalecida, y el desarrollo de una Gran Minería nacional y extranjera, generando nuevas tecnologías, externalidades positivas y recursos al Estado por la vía tributaria.
“Si uno de estos pilares falta, el modelo se ve amenazado. Sin la pequeña y mediana minería el sector puede perder legitimidad y para que ello no suceda necesitamos una Enami sólida”, enfatizó Hernández. Agregó que la existencia de Enami es fundamental ya que promueve el empleo, permite la descentralización, la movilidad social y la no concentración en solo empresas de la Gran Minería, entre otras ventajas.
Respecto al presupuesto que posee Enami para desarrollar su rol de fomento, señaló que los recursos que actualmente otorga el Estado (US$ 8 millones) son complementados por la propia Enami, para que la empresa desarrolle adecuadamente esta función. Agregó que, en el proyecto de ley que se está analizando, sería necesario discutir en el Parlamento que Enami pudiese destinar parte de sus utilidades al fomento y reinvertir en la propia empresa otra parte de ellas.
Además, el Fondo de Fomento podría recibir aportes solidarios de la Gran Minería, contribuyendo con ello a fortalecer la legitimidad de ésta y fortalecer el exitoso modelo de desarrollo minero chileno.
Fundiciones
El Vicepresidente Ejecutivo de Cochilco llamó a debatir sobre la conveniencia de modernizar las fundiciones del país.
Agregó que, mientras hoy producimos 2,2 millones de toneladas de cobre fino, del total de 6 millones, para el año 2023 se espera que produzcamos solo 1,7 millones de toneladas de cobre fino, aunque el total de la producción aumentaría a 8 millones de toneladas. Es decir, aumentaría un 33% la producción total y disminuiría en términos absolutos la producción de cobre fino.
“Esta situación es preocupante. Si a ello le sumamos que la Unión Europea está analizando los concentrados de cobre como una sustancia peligrosa, esto es mayormente preocupante”, enfatizó. Finalmente, señaló que estos debates de política minera deben estar urgentemente sobre la mesa de discusión pública.