Daniel Scioli corrigió sobre la marcha la malograda jugada de sugerir que una eventual presidencia a su cargo, Axel Kicillof continuará a cargo de la Economía. El testeo de un escenario en el que el camporista permanezca en el ministerio de Hacienda parece haber concluido y el resultado arrojó que no se trata de una buena iniciativa.
En los últimos días, el mercado comenzó a tener presente la posibilidad de que Kicillof siga al frente de Economía tras el cambio de gobierno y, de ser así, la seguridad que conflicto con los holdout y el alejamiento de las plazas financieras internacionales se mantengan.
Los frías variables bursátiles determinan que entre enero y abril, el Merval creció de forma casi ininterrumpida hasta trepar en ese lapso casi un 40 por ciento. Pero en mayo, las bajas fueron generalizadas y el índice que agrupa las acciones líderes retrocedió 10%. Sitios especializados como iProfesional dan cuenta que el descenso de mayo no sólo afectó la evolución de las acciones, sino que también se hizo extensible a los títulos públicos.
Analistas de mercados sostienen que esa "mala onda" coincidió con dos percepciones. Que Daniel Scioli está muy cerca de ser el próximo Presidente y que podría dejar a Kicillof como ministro de Economía, según el mismo dejó trascender.
El equipo de campaña de Scioli tomó nota de eso. Fiel a su estilo -con gestos encubiertos y declaraciones generales- el ex motonauta corrigió la iniciativa, tratando de tranqulizar a los mercados.
¿Cómo lo hizo? El viernes último LPO señaló cómo Scioli marcaba la cancha y advertía que él manejaría la economía en un eventual gobierno. “Se acabó la época que la economía conducía la política. Yo puedo escuchar opiniones de economistas, especialistas en minería, energía, en agroalimentos, pero las decisiones finalmente las tomo yo”, dijo el mandatario bonaerense. Y lo más sugestivo es que lo hizo a través de un comunicado oficial, distribuido únicamente para fijar esa posición y sin que nadie se lo preguntara.
En ese camino dio otro gesto y hoy se reunió con Aldo Ferrer, una especie de padre intelectual para varios de los integrantes del equipo de Kicillof, pero que aún desde su óptica heterodoxa viene marcando las notorias inconsistencias del actual programa ecoómico. De hecho, días atrás Ferrer cuestionó el discurso oficial en el cierre del congreso de Asociación Económica para el Desarrollo de la Argentina (AEDA).
Ferrer estuvo en la mesa final del congreso y allí, ante un auditorio colmado de economistas filo kirchneristas consideró que “así como antes no todo era viento de cola, ahora que los vientos soplan de otra manera no se los puede considerar la causa determinante de todos los acontecimientos”.
Además, afirmó que “en este contexto de alta inflación y de restricción externa tenemos un límite en la expansión de la demanda y a la capacidad de las políticas expansivas, que es distinto de lo que era algunos años atrás”. El profesor agregó que es necesario reducir la inflación y que ya no alcanza con fogonear el consumo, sino más bien hasta podría ser contraproducente sino se resuelven otros problemas de base.
Las palabras de Ferrer, aplaudidas por el arco kirchnerista presente en el congreso, chocan con el discurso de barricada del ministro que minimiza la importancia de la inflación y se niega a reconocer que la economía está en recesión, casi sin inversión real que permita expandir la capacidad productiva, especialmente la industrial, como reveló LPO.
Pero incluso, las premisas de Kicillof chocan también el propio Daniel Scioli. En Economía se irritan cuando Scioli sostiene que se viene la etapa del "Desarrollo" en el país. Afirmar que es necesario dar un salto de calidad en el manejo de la Economía suena obviamente agraviante para el actual ministro. De hecho, uno de los ejes del relato kirchnerista de los últimos meses es “lo que no llegamos a hacer nosotros, nadie lo puede hacer”.
Sin embargo, la realidad es otra. LPO reflejó datos del Indec que sostienen que desde que asumió como ministro de Economía, la actividad en las fábricas no creció ni un solo mes, aunque sí lo hicieron otros sectores como el financiero o el agrícola. Curiosamente, dos de los rubros que el gobierno se ufana de enfrentar en sus discursos.
Así, mientras el Estimador Mensual de Actividad Económica(Emae) correspondiente a marzo, arrojó un crecimiento del 2% respecto al mismo período del año pasado, la industria -en el mismo mes- se contrajo un 1,9%. En abril, el sector volvió a mostrar un retroceso del 1,5%, según los datos oficiales, y de esta manera sumó 21 meses seguidos de caída.
Con todo, por estas horas desde el sciolismo comenzaron a dejar trascender otros horizontes para Kicillof en caso que el ex motonauta sea el sucesor de Cristina Kirchner. En un off con La Nación el sciolismo destacó los "antecedentes" del funcionario en materia energética por su paso en YPF y lo mencionaron como posible ministro de Planificación o de Energía. En tanto, la revista La Tecla, un publicación especializada en política provincial muy cercana al sciolismo, desliza la posibilidad que Kicillof recaiga en el Anses que hoy dirige Diego Bossio.