La petrolera brasileña Petrobras consiguió mantener en el primer trimestre de este año sus beneficios netos prácticamente estables con respecto al mismo período del año pasado pese a la crisis que atraviesa por el escándalo de corrupción del que es protagonista y al escenario negativo para sus negocios.
La mayor empresa de Brasil informó que sus ganancias en los tres primeros meses del año sumaron 5.330 millones de reales (unos 1.776,7 millones de dólares), tan solo un 1,2% inferiores a los del primer trimestre de 2014 (5.393 millones de reales o 1.797,7 millones de dólares).
El lucro en el primer trimestre de 2015 de la empresa responsable por cerca del 12% del Producto Interno Bruto (PIB) brasileño contrastó con las pérdidas por 26.600 millones de reales (8.866,7 millones de dólares) sufridas por la estatal en el último trimestre del año pasado y por 5.340 millones de reales (1.780 millones de dólares) en el tercer trimestre de 2014.
El resultado prácticamente dobló el esperado por los analistas y se produjo en medio de la coyuntura negativa provocada por el escándalo de corrupción, por la caída de las cotizaciones internacionales del petróleo, por la fuerte depreciación del real frente al dólar y por la bajada de las ventas de combustibles en el mercado interno dada la desaceleración de la economía brasileña.
Como consecuencia del escándalo de corrupción, la empresa tuvo que postergar importantes proyectos cuyos contratos habían sido adjudicados a constructoras acusadas de irregularidades, por lo que sus inversiones en el primer trimestre cayeron en un 13% frente al mismo período del año pasado, hasta 17.800 millones de reales (5.930 millones de dólares).
De la misma forma, la caída del 10% en las ventas internas de combustibles en el primer trimestre debido a la desaceleración de la economía brasileña hicieron con que los ingresos de la compañía bajaran un 9% en el período, hasta 74.400 millones de reales (unos 24.800 millones de dólares).
Los ingresos también cayeron debido a que la caída de la cotización internacional del petróleo, de casi el 50% frente al primer trimestre de 2014, provocó una bajada del 29% en las entradas de la compañía por exportaciones.
Otro factor que afectó negativamente el resultado de la petrolera fue la depreciación del 21% del real frente al dólar, que elevó en un 18% la deuda de la compañía, en su mayor parte contratada en moneda extranjera y que a finales de marzo sumaba 332.457 millones de reales (unos 110.819 millones de dólares).
Sin embargo, la caída del precio del petróleo en el exterior ayudó a la empresa a reducir significativamente sus gastos con la importación de combustibles.
La petrolera consiguió enfrentar toda esa coyuntura negativa gracias principalmente a la decisión del Gobierno brasileño de elevar los precios internos de los combustibles a finales del año pasado.
Ello permitió que el Ebitda (resultado bruto de explotación) de la petrolera sumara 21.518 millones de reales (unos 7.172,7 millones de dólares) en el primer trimestre de este año, con un crecimiento del 50% frente al mismo período del año pasado y del 7% en la comparación con el último trimestre de 2014.
El buen resultado bruto obedeció, según la compañía, al aumento de la producción de petróleo, que pasó de 2,53 millones de barriles diarios en el primer trimestre del año pasado a 2,80 millones de barriles diarios en los tres primeros meses de este año. El beneficio trimestral representa un alivio para la empresa tras haber sufrido el año pasado pérdidas por 21.587 millones de reales (7.200 millones de dólares), lo que supone el primer perjuicio anual de la compañía desde 1991, en parte provocadas por los desvíos descubiertos en el último año y que la Petrobras calcula que le costaron unos 6.200 millones de reales (2.066 millones de dólares).
El escándalo ha conducido a prisión a cinco exdirectores de la empresa y a una veintena de ejecutivos de importantes constructoras.
Según la Fiscalía, las constructoras pagaban sobornos a cambio de ser favorecidas en las licitaciones de la Petrobras y esos recursos eran distribuidos entre los partidos políticos que apoyaban la red.
La máxima corte del país investiga a unos cincuenta políticos por su supuesta implicación en el caso, la mayoría de la base aliada de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
La petrolera brasileña Petrobras anunció que cerró el primer trimestre de 2015 con ganancias por 5330 millones de reales (unos 1768 millones de dólares). El resultado supone una caída del 1,17 por ciento frente a las ganancias registradas entre enero y marzo del año pasado, pero representa una recuperación significativa frente a las pérdidas de 26.600 millones de reales (unos 8872 millones de dólares) del último trimestre de 2014. La mayor empresa de Brasil, que desde el año pasado está en el epicentro de un gigantesco escándalo de corrupción, cerró 2014 con pérdidas por 6963 millones de dólares, lo que representó el primer resultado negativo de la petrolera desde 1991.
Según el balance de 2014, anunciado hace menos de un mes, alrededor del 30 por ciento del déficit contable –unos 2000 millones de dólares– corresponde a las pérdidas causadas por los desvíos fraudulentos de fondos perpetrados entre 2004 y 2012 para financiar partidos políticos y pagar sobornos a funcionarios. El nuevo presidente de la empresa reiteró su propósito de superar la crisis desatada por el escándalo. “Estamos trabajando para mantener nuestro desempeño económico-financiero en niveles elevados. Nuestro objetivo es desarrollar una empresa rentable, con excelencia en su gobierno y que sea capaz de utilizar en forma eficiente su base de activos para generar el máximo de valor a sus accionistas e inversores”, dijo Aldemir Bendine.
Sin embargo, a pesar del repunte económico, la investigación judicial del caso de corrupción continúa. Ayer, la fiscalía brasileña pidió a la Justicia que el ex director del área internacional de la petrolera estatal Petrobras, Néstor Cervero, sea condenado a prisión en régimen cerrado por su responsabilidad en un caso de lavado de dinero, informaron fuentes oficiales. La fiscalía también solicitó que sea sancionado con una multa de 2,5 millones de reales (unos 833.000 dólares) para resarcir a las arcas públicas.
La estatal Petróleo Brasileiro SA superó las expectativas de los analistas, al reportar el viernes ganancias en el primer trimestre con pocos cambios frente al mismo periodo del año pasado, en vista de que el término de subsidios a la gasolina ayudó a contrarrestar un derrumbe en los precios del crudo.
Petrobras, como es conocida la compañía, también recortó sus inversiones en 13% después de que un enorme escándalo de corrupción la obligó a dejar de pagar o emplear a cerca de dos decenas de compañías clave de construcción e ingeniería.
El escándalo, en el que fiscales dicen que los contratistas realizaron cobros excesivos por obras y destinaron los fondos adicionales al soborno de políticos, ha llevado a la renuncia de casi todos los ejecutivos de alto rango de Petrobras, una amortización de 6,200 millones de reales (2,100 millones de dólares) y a la paralización de gran parte de las actividades de la empresa desde noviembre.
La menor actividad ayudó a Petrobras a reducir sus costos operativos en 22% y pareció controlar su creciente carga de deuda. La empresa busca recuperar la confianza de los inversores después de que registró una pérdida de casi 9,000 millones de dólares en el cuarto trimestre, la más grande en su historia.
"El resultado fue muy positivo", dijo el gerente de Finanzas, Ivan Monteiro. "Este proceso tomará un largo tiempo, peor nosotros esperamos recuperar lentamente la confianza de los inversores", agregó.
Petrobras dijo que sus beneficios en los tres meses terminados el 30 de marzo cayeron 1.2%, a 5,330 millones de reales (1,780 millones de dólares), comparado con los 5,390 millones de reales un año antes, según un documento enviado al regulador de valores brasileño.
El resultado superó las expectativas de una utilidad trimestral de 2,500 millones de reales, según el promedio de las estimaciones de siete analistas encuestados por Reuters. Uno de los analistas proyectó una pérdida neta.
La compañía también informó ventas netas, o las ventas menos los impuestos, de 74,400 millones de reales, en general en línea con las expectativas de 79,400 millones de reales.
Si bien la caída de 49% en el precio del petróleo borró el impacto de un aumento de 11% en la producción de crudo, esto fue contrarrestado por los ahorros que resultaron del término de un subsidio a los combustibles.
Como resultado, las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) -una medida de los flujos de caja- fueron de 21,500 millones de reales, más de un tercio por sobre los 16,000 millones de reales estimados en el sondeo.
Los costos de la importación de combustibles han caído, por lo que el valor de la gasolina y el diesel en el mercado mundial estuvo en línea con los precios domésticos.
En los últimos años, Petrobras perdió más de 60,000 millones de reales al subsidiar los combustibles domésticos debido a que el Gobierno, que buscaba controlar la inflación, mantuvo los precios por debajo de los niveles mundiales.
Después de que la compañía enfrentó una exclusión de los mercados financieros debido a que el escándalo de corrupción la obligó a retrasar la entrega de sus resultados del tercer trimestre, el Gobierno cedió en noviembre y permitió que Petrobras subiera en 5% el precio del diesel y 3% el de la gasolina.
Durante todo el primer trimestre, los precios domésticos estuvieron por sobre los internacionales, lo que puso fin al subsidio y ayudó a la unidad de refinación a registrar una utilidad de 6,180 millones de reales, su primera ganancia en años. En el 2014, la unidad perdió 4,810 millones de reales.
El buen resultado de la unidad de refinación compensó el impacto de la caída de 18% en el valor promedio del real brasileño frente al dólar estadounidense.
La depreciación del real hizo que la deuda de Petrobras en dólares aumentara, lo que elevó las pérdidas financieras no operativas.
Petrobras, el gigante petrolero más endeudado del mundo, vio crecer su deuda en reales en 14% frente al cierre del cuarto trimestre a 400,400 millones de reales. Su deuda en dólares cayó 2% a 103,600 millones de reales.
La filial argentina de la petrolera brasileña Petrobras presentó con éxito los resultados económicos del primer trimestre del 2015. A diferencia de varias de sus competidoras, la compañía consiguió más ganancias que en el mismo período del año anterior. Su columna de ganancias se edificó con la venta de activos en Cuenca Austral y mejores precios para gas y petróleo. También pudo apuntalar su producción –que sigue en declive– con una mayor extracción de gas proveniente del plan no convencional que desarrolla en Neuquén.
De acuerdo a la información enviada a la Comisión Nacional de Valores (CNV), a la que accedió "Río Negro Energía", la petrolera de Brasil registró una ganancia de 822 millones de pesos. El número resultó un 19,13% superior a lo obtenido durante el mismo período pero del 2014, cuando anotó 690 millones de pesos.
El período en el que Petrobras anotó ganancias estuvo signado por el acento negativo de la baja internacional del precio del crudo. Esto por ejemplo afectó a YPF, que redujo sus ganancias un 26,2%, pero de todos modos tuvo una caja efectiva por 2.127 millones de pesos.
Sin embargo, producto de los ajustes cambiarios de los primeros meses del año pasado, la balanza de precios se inclinó favorablemente para la compañía brasileña. Las ventas mejoraron en 307 millones de pesos en relación a los primeros 90 días del año pasado (5.274 millones de pesos en total). Pero también los costos se incrementaron.
La comercialización de gas fue la que más traccionó, con un aumento del 31%, siempre medido en valores de venta que representan un mejor precio pero no mayores volúmenes. En tanto, el promedio de venta por barril de crudo para el primer trimestre del 2015 fue de 622,2 pesos (alrededor de 71 dólares), 100 pesos más que en el 2014, mientras que para el gas el valor estimado fue de 28,8 pesos por millón de BTU (3,4 dólares).
Sin embargo, el elemento desestabilizante que contabiliza la firma brasileña es el desprendimiento de sus activos en la Cuenca Austral a manos de CGC, firma del empresario Eduardo Eurnekian, por los que recibió 674 millones de pesos. La cuenta interanual compensa una parte porque, en el 2014, las cuentas de la petrolera recibieron otra compensación por su salida de la UTE en Puesto Hernández (181 millones de pesos).
EN LA COMPARACIÓN DE AMBOS TRIMESTRES, LA UTILIDAD BRUTA DE LA PETROLERA BRASILEÑA SE REPITIÓ: 1.552 MILLONES DE PESOS.
Por Joe Leahy.
El escándalo de coimas por miles de millones de dólares en la petrolera estatal hizo temblar al Partido de los Trabajadores gobernante. Dado que las investigaciones de corrupción se ampliaron, el ex-presidente Lula quedó en el centro de la mira.
En la sociedad hiperconsumista de Brasil, la gente está acostumbrada a pagar todo en cuotas, desde heladeras y televisores hasta implantes mamarios de silicona. Pero lo que no es tan conocido es que también las coimas a partidos políticos puedan pagarse de esta forma.
Esto es lo que Augusto Ribeiro de Mendonça Neto, un ex-miembro del directorio de la empresa de servicios de petróleo y gas Toyo Setal, declaró bajo testimonio en marzo. Alega que pagó coimas al Partido de los Trabajadores (PT), el partido de centro-izquierda gobernante entre 2010 y 2013 a cambio de conseguir contratos con Petrobras.
Las acusaciones forman parte de una investigación de un gran escándalo de corrupción en Petrobras conocido como "Operación Lava Jato". En el marco de la investigación, Mendonça señaló a los fiscales que João Vaccari Neto, ex-tesorero del PT, le pidió que hiciese pasar las coimas como pagos a una imprenta y empresa de publicidad llamada Editora Gráfica Atitude.
"El colaborador sostuvo que los pagos que sus empresas, SOG/Setal, efectuaron a Editora Gráfica fueron del orden de R$ 2,5 millones (u$s 822.440) y que dichos pagos se realizaron en cuotas mensuales", los fiscales sostienen que Mendonça hizo esta declaración en el marco de una negociación. Las acusaciones figuran en una sentencia que autorizó la detención de Vaccari en abril.
El relato de Mendonça es uno de los tantos que van apareciendo que señalan la existencia de una corrupción endémica en el partido liderado por la presidente Dilma Rousseff y su coalición. Las acusaciones -que Vaccari y el PT niegan- junto con una recesión económica que se va profundizando provocaron una crisis en uno de los partidos gobernantes más antiguos de América Latina, y amenazan con reformar el futuro político del país más grande y la economía más importante del continente.
Tan profundo es el desencanto -los críticos acusan al PT de usar a Petrobras como una fuente de fondos ilícitos para mantenerse en el poder- que hasta el político y campeón más destacado, Luiz Inácio Lula da Silva, el ex-presidente, está quedando en el centro de la mira por primera vez. Este mes se inició una investigación preliminar a fin de analizar distintas acusaciones de que Lula da ilva ejerció tráfico ilegal de influencias en sus negocios en Cuba y África.
Lula da Silva era uno de los políticos más populares del mundo cuando en 2010 dejó su cargo luego de ocho años. Así y todo, este mes fue objeto de un cacelorazo cuando apareció en la televisión para apoyar la postura del PT en materia de derechos de los trabajadores.
"En la historia reciente, Lula no enfrentó nada parecido a ese cacerolazo", afirma Fernando Schuler, profesor de Insper en San Pablo. "Antes, la diferencia era que esos movimientos eran contra Dilma, ahora le están pegando a Lula".
Uno de los principales motivos de descontento en relación con Lula da Silva, Rousseff y el PT son los problemas de Petrobras, una empresa alguna vez considerada un campeón nacional por su proeza en materia de exploración petrolera en aguas profundas. Si bien no se la acusa de participación directa en actividades de corrupción, Rousseff era presidente de Petrobras cuando se cometieron muchos de los delitos y Lula da Silva era presidente del país.
Esta semana, Aldemir Bendine, el nuevo presidente de Petrobras, asistió a un evento atípico en Brasilia. Con el auspicio del procurador general, Bendine recibió en nombre de Petrobras R$ 157 millones de los fondos robados por ex-ejecutivos corruptos que los investigadores habían recuperado de cuentas en bancos suizos. El dinero era parte de las grandes sumas desviadas desde Petrobras, algunas de las cuales supuestamente tuvieron como destino el PT y la coalición gobernante.
"Un día como este, en el que hemos recuperado las primeras sumas de dinero perdidas en virtud de estas prácticas, afianza a Petrobras en el camino a superar esta crisis", Bendine manifestó en el evento.
Dijo que la empresa estaba iniciando acciones legales para recuperar otros R$ 1300 millones. Pero los analistas afirman que aun este monto es ínfimo en comparación con el daño ocasionado por la corrupción y la mala administración.
Vaccari es solo una de las tantas personas, que incluyen 54 figuras políticas, acusadas de recibir fondos ilícitos de Petrobras.
El caso lo lleva un grupo independiente de fiscales públicos, oficiales de policía federales y jueces en la ciudad sureña de Curitiba. Alegan que ex-ejecutivos y mayormente políticos de la coalición gobernante aceptaron coimas de un cartel de empresas de construcción y servicios a cambio de contratos. Dado que Petrobras invertiría más de u$s 220.000 millones a lo largo de cinco años, el flujo de tales contratos era enorme.
Petrobras coqueteó con el default técnico de su deuda este año cuando el escándalo la obligó a demorar la divulgación de sus resultados financieros de 2014, un requisito de unos cláusulas relativas a bonos. La movida también puso en riesgo la calificación crediticia soberana de Brasil. Cuando Petrobras finalmente divulgó los resultados el mes pasado, estos revelaron pérdidas directas derivadas de la corrupción por R$ 6200 millones y un cargo por deterioro de R$ 44600 millones parcialmente relacionado con demoras en proyectos de refinería afectados por la corrupción.
La divulgación de estos resultados desvió la crisis inmediata. Pero la situación de la empresa sigue siendo extrema. La crisis está demorando el desarrollo de enormes descubrimientos de petróleo en la costa sudeste de Brasil -conocidos como "pre-sal" porque se encuentran debajo de una capa del compuesto hasta 7 kilómetros debajo de la superficie del océano- lo cual hará difícil que Petrobras pueda reducir su carga neta de deuda de u$s 106.000 millones, la más grande de la industria. El grupo de investigación de energía Wood Mackenzie redujo sus estimaciones de producción pico de Petrobras relacionadas con la capa pre-sal en 900.000 barriles por día a 3,2 millones de barriles por día para 2025. Con el costo actual del petróleo de u$s 67 por barril, esto implica un costo de oportunidad de u$s 22.000 millones por año de pérdida de producción.
Además de las pérdidas ocasionadas por la corrupción, la empresa sufrió daños por R$ 60.000 millones en virtud de una política de Rousseff para obligar a Petrobras a subsidiar los precios domésticos del petróleo entre 2011 y 2014, según una estimación de André Gordon, vicepresidente de la asociación accionista minoritaria Amec.
Las pérdidas generadas por el programa de subsidios fueron tan severas que la entidad que regula los mercados de cambios de Brasil, la CVM, este mes anunció una investigación del ex-directorio de Petrobras, que incluye al ex-ministro de economía Guido Mantega, quien además era presidente de la empresa.
"El problema más grande en Petrobras no es el lavado de autos [el relato de la corrupción]", Paulo Roberto Costa ex ejecutivo de la empresa devenido en testigo, reveló a una comisión parlamentaria la semana pasada. "El problema [más grande] fue la política de precios implementada por el accionista mayoritario."
En 2007, cuando Petrobras anunció descubrimientos en la capa pre-sal, el PT desató una ola de nacionalismo petrolero. El partido revivió el eslogan, "El petróleo es nuestro", para instar a Brasil a explotar sus propias reservas. La campaña original había llevado a la creación de Petrobras en 1953.
El PT, un partido que nació de la lucha que ayudó a Brasil superar una dictadura militar de 20 años que culminó en 1984, prometió que el petróleo de la capa pre-sal financiaría mejoras muy necesarias en materia de educación y salud. Por estos días, los críticos bromean que el PT realmente quiso decir que el petróleo era literalmente de ellos.
"Con el descubrimiento de la capa pre-sal, el PT vio que Petrobras podía transformarse en un gran instrumento para mantenerse en el poder durante los próximos 100 años", sostiene Adriano Pires, fundador del Centro Brasileño de Infraestructura que antiguamente trabajó en el ente regulador del petróleo, ANP.
Pero con la profundización del escándalo y las demoras en la producción, los tan prometidos ingresos extraordinarios están perdiendo ímpetu. Esto ocurre en el contexto del fin del superciclo de las commodities y una economía débil, lo cual los analistas esperan que decante en una recesión este año.
Luego de su reelección en 2014 por uno de los márgenes más estrechos de la historia reciente, Rousseff designó a Joaquim Levy, un ministro de economía que se formó en Chicago, para recuperar las finanzas en picada de Brasil.
Pero muchos analistas cuestionan la posible fuerza de cualquier giro en la economía y si será suficiente para salvar al PT. El nivel de desempleo está creciendo y la inflación es alta.
Esta semana, el Fondo Monetario Internacional instó a Brasil a implementar una austeridad fiscal más estricta.
Lo peor para Rousseff es que las encuestas de opinión muestran que la proporción de brasileños que consideran que su gobierno es malo o terrible creció 64% en marzo, del 27% registrado en diciembre. En marzo y abril, los brasileños salieron a las calles en las principales ciudades del país para pedir su juicio político.
La débil economía y el escándalo provocaron una división en el PT. Algunos miembros de partidos disidentes, tales como la ex-alcalde de San Pablo Marta Suplicy, afirman que se olvidó de sus raíces. "Cada vez que abro el diario, me horrorizo más con los excesos [del partido] que el día anterior", dijo en una reciente entrevista para un periódico.
Además de divisiones internas, el PT también enfrenta un Congreso en desasosiego. Su principal socio de la colación, el PMDB, ahora encabeza tanto la cámara baja como el Senado, y a menudo se opone al gobierno.
"Estamos en medio de un lío político, no hay un liderazgo claro, el Congreso intenta competir con el Poder Ejecutivo", Fernando Henrique Cardoso, ex-presidente y figura central de la oposición, le dijo al Financial Times.
Como Rousseff prefirió quedar en segundo plano -evitó la televisación del discurso presidencial del Día Internacional del Trabajador el 1º de mayo-, Lula da Silva intentó llenar el vacío.
Hasta este mes, aún parecía que conservaba su popularidad. Pero, entonces, los fiscales revelaron la investigación del supuesto tráfico ilegal de influencias llevado a cabo por Lula en Cuba y otros países en medio de acusaciones de que ayudó a Odebrecht, una empresa de construcción, a ganar contratos internacionales entre 2011 y 2012. Tanto Lula como Odebrecht negaron las acusaciones.
Lula da Silva también dio a entender que podría postularse nuevamente en las elecciones de 2018. "Vuelvo a la lucha", proclamó. En unos cuatro años, el PT puede recuperarse, sostienen los analistas. Pero los errores del partido en materia de economía, el escándalo de Petrobras y otro caso anterior de corrupción, conocido como "mensalão", en el que se condenó a camaradas cercanos a Lula da Silva de compra de votos en el Congreso, dejan entrever problemas graves.
Muchos brasileños siguen sin creer que el escándalo del lavad de autos va a manchar directamente a Lula o su protegida, Rousseff.
"Creo que [Lula] debería ser investigado", afirma Márcia Gomes, una psicóloga de compras por Avenida Paulista, la principal avenida de San Pablo. "Pero si salió limpio del mensalão, ahora tampoco se llegará a nada".
Sin embargo, si hay algo que la investigación del lavado de autos demostró, es que las instituciones de Brasil -la policía nacional, la Procuración General y los tribunales- están madurando. La impunidad de los ricos y poderosos sigue siendo un problema enorme, pero ya no es tan fácil como supo serlo.
Gran cantidad de ejecutivos de empresas involucradas en el escándalo, tales como Mendonça, están haciendo cola para llegar a acuerdos con fiscales a cambio de clemencia. Cuantos más firmen, peores cosas podrían venir para el gobierno y el PT.
Sin duda, el juez principal del caso no parece dispuesto a rendirse. "No se puede permitir que el mundo del delito contamine el sistema de partidos políticos", sostuvo el juez federal Sérgio Fernando Moro en el fallo en que autorizó la detención de Vaccari.