Por: Carlos Burgueño.
El mismo día en que los fondos buitre avanzó en el pedido a Thomas Griesa para trabar los pagos del Bonar 24, la Argentina presentó a la Cámara de Apelaciones de Nueva York un escrito para que esa instancia libere la liquidación de los títulos públicos denominados en dólares bajo jurisdicción nacional. El lunes 11 de mayo pasado, y mientras los abogados de Aurelius reclamaron que al juez de primera instancia por los bonos emitidos en abril, el estudio que representa a la Argentina, el Cleary Gottlieb Steen & Hamilton (CGS&H) comenzaba con su propia estrategia para liberar el cumplimiento de los vencimientos de la deuda argentina emitida bajo jurisdicción local. Lo hacía aduciendo un "tecnicismo jurídico" o "error técnico",según las explicaciones del estudio de abogados, por el cual se espera que la segunda instancia en la Justicia de los Estados Unidos suspenda la decisión primaria de Griesa por la cual decidió aplicar la cláusula "pari passu" tanto a los bonos emitidos originalmente bajo las normas legales de Nueva York; y por la cual intentó trabar las liquidaciones de deuda fuera de los Estados Unidos. Es la misma causa por la cual quedó complicado el Citibank como custodio del pago de la deuda emitida por la Argentina, en un caso que aún permanece sin resolución definitiva de parte de Griesa.
La intención de los abogados Carmine Bocuzzi y Jonathan Blackman, quienes llevan adelante la representación de la Argentina en el "Juicio del Siglo", es que la Cámara de Apelaciones amerite la presentación a partir del criterio por el cual el fallo original de Griesa de 2012 no incluía estos bonos, pero luego una determinación del juez los sumó a la aplicación de la "pari passu". Siguiendo la línea argumental de la jurisprudencia de los Estados Unidos, afirma la presentación de CGS&H, las leyes norteamericanas dicen que si un fallo modifica uno anterior, la segunda determinación de un juez debería ser anulada. En teoría, si la segunda instancia hiciera lugar al reclamo argentino, se le debería aceptar al país pagar los bonos emitidos bajo jurisdicción nacional ya que no estaban incluidos en el fallo primario de Griesa que luego fue apelado ante la Cámara y rechazado luego por la Corte Suprema de los Estados Unidos. Pero además, lo aceptara el reclamo, la Argentina quedaría liberada también para cumplir con los pagos del Bonar 24; quedando teóricamente sin efectos legales la presentación de Aurelius del lunes pasado.
Aunque la presentación de CGS&H parezca una respuesta directa a la embestida de Aurelius y compañía, aseguran en el estudio que se trata de una mera casualidad; que, de todas maneras y de prosperar, provocaría una suspensión de los efectos de la presentación del lunes de los fondos buitre. Para esto debería cambiar la Cámara de Apelaciones la seguidilla de decisiones negativas para la Argentina que viene sosteniendo indefectiblemente desde 2013 cuando decidió en agosto de ese año ratificar el fallo de primera instancia de Griesa. Igualmente, aunque la segunda instancia lo rechace, para tomar esta decisión se tomará no menos de un mes, plazo que la Argentina podrá reclamar que se respete en el tribunal del juez de primera instancia de Nueva York, con lo que se ganaría tiempo y se podría extender aún más los plazos hasta una decisión definitiva de Griesa. No sería una cuestión menor: como se supone que un caso como el que presentó el lunes Aurelius demanda unos cuatro meses para resolverse; ganar un mes más le permitiría a la Argentina llegar sin complicaciones al pago de los u$s 6.000 millones del Boden 2015 del 3 de octubre próximo.
Para el Gobierno sería un triunfo jurídico, pero más financiero y hasta político. Ese vencimiento es el más importante que le resta al Gobierno y, se espera, el pago más importante que le resta al Gobierno de Cristina de Kirchner para terminar su mandato asegurando que se trató de una gestión que siempre cumplió en tiempo y forma sus compromisos.
Al Ejecutivo igualmente le quedará una cuestión por solucionar. Que la presentación de Aurelius no le complique la probable colocación de deuda y ampliación del Bonar 24 que el Ministerio de Economía de Axel Kicillof quiere ejecutar para conseguir fondos destinados para el cumplimiento más holgado del pago del Boden 2015 de octubre. Se trata de unos u$s 3.000 millones, la mitad de lo que debe pagarse el 3 de octubre.
El canciller Héctor Timerman expresó a su par estadounidense John Kerry la preocupación de la Argentina, por la designación del principal lobbista de los fondos buitre en una organización creada para apoyar una iniciativa del Gobierno de Barack Obama.
En una nota enviada a Kerry, Timerman manifestó "la preocupación de la República Argentina por el hecho de que el Sr. Robert Raben, director ejecutivo de la American Task Force Argentina (Atfa), y quien lidera sus acciones de lobby en el Congreso de los Estados Unidos atacando y difamando a mi país, haya sido incorporado como miembro del directorio de 'My Brother's Keeper Alliance', nueva organización del sector privado creada en apoyo de la iniciativa de la Casa Blanca, denominada 'My Brother's Keeper'”.
“La iniciativa emprendida es a todas luces noble y de gran importancia” por lo que "no resulta admisible que se permita la utilización de la misma, con fines espurios, por parte de quienes pretenden enmascarar su imagen y ocultar así la defensa de intereses perversos como los de aquellos que abusan de los pueblos especulando con las restructuraciones de la deuda soberana”.
El objetivo de Raben es "acosar a la Argentina en beneficio de un puñado de fondos buitre", señaló Timerman, y agregó que "como resultado de las acciones extorsivas de dichos fondos, los acreedores de Argentina se encuentran imposibilitados de cobrar los pagos realizados por mi país".
“La agresividad y bajeza moral empleados por estos fondos constituyen un modus operandi inaceptable para la comunidad internacional. Sus acciones crean incertidumbre en el funcionamiento del mercado financiero internacional y su comportamiento ha sido rechazado por el mundo entero”, sostuvo.