En lo que algunos interpretan como un primer desacuerdo al interior del nuevo gabinete, el ministro de la Segpres, Jorge Insunza (PPD), encendió la polémica por la actuación del director del SII, Michel Jorratt, en la arista SQM del caso Penta, al sostener que "no tiene una explicación razonable" que el organismo se haya querellado contra Giorgio Martelli como persona natural y no jurídica, inhibiendo la investigación a la empresa del recaudador de la campaña del primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.

El secretario de Estado, quien también dijo que esta situación "ha sido un factor de mucho desgaste" y un "fuente de incertidumbre", se refirió al tema en el marco de una entrevista radial, desatando la molestia no sólo de un importante sector de la Nueva Mayoría, sino también del Ministerio de Hacienda, desde donde horas más tarde evacuaron una dura declaración pública, aclarando que el SII es un organismo dependiente de esa cartera.

"El Servicio de Impuestos Internos es un servicio dependiente del Ministerio de Hacienda y las definiciones respecto de la continuidad de su director las adopta la Presidenta de la República, tras conocer la opinión del ministro de Hacienda. Lo mismo se aplica para todas las jefaturas de los servicios dependientes de esta cartera", advierte la escueta declaración. Y concluye asegurando que "el ministro de Hacienda hace evaluaciones permanentes de los jefes de servicio", aun cuando también aclara que "no hay novedades que informar" respecto de la permanencia en el cargo de Jorratt, quien de esta forma queda por el momento ratificado en su puesto.

Presión para la destitución

Este cruce de declaraciones no hizo más que profundizar la polémica que desde hace semanas tiene a Jorratt en el epicentro del debate público. El que tras inhabilitarse, el SII se haya querellado contra Martelli como persona natural y no jurídica, impidiendo con ello que se investiguen los movimientos de su empresa Asesoría y Negocios SpA, a través de la cual se especula que se habrían triangulado dineros para campañas políticas, provocó que la oposición y uno que otro representante del oficialismo se unieran en intentar forzar la destitución del funcionario. Quien, por lo demás, también trabajó para el cuestionado recaudador.

En esta línea, Amplitud asumió la postura más inflexible, atribuyéndole al titular de Hacienda la responsabilidad de mantener a Jorratt en su cargo. "Ya que está de moda, queremos darle 72 horas al ministro de Hacienda para que saque al señor Jorratt del SII, porque si no, Amplitud reunirá las firmas para poder interpelar al ministro en el Congreso", anunció el presidente del movimiento, diputado Joaquín Godoy, atizando el cada vez más álgido debate al que se sumaron varios parlamentarios de la Alianza pidiendo la salida del director del SII.

Mientras que el diputado DC, René Saffirio, fue uno de los pocos que se refirió al tema en similares términos a los de la oposición. "Espero que el ministro de Hacienda demuestre también su capacidad política para comprender que es insostenible la permanencia del director del SII, porque evidentemente aquí hay un muro que va a impedir que el Ministerio Público cuente con toda la información necesaria para seguir las pesquisas que permitan sancionar las irregularidades en el financiamiento ilícito de campañas".

En este cuadro y consultado por la situación de Jorratt, el presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, comentó que "sí, si está cuestionado, tendrá que irse para la casa. Yo no soy un juez. Yo no tengo la información como para juzgar a alguien. La gente que está a cargo de esto sabe exactamente cómo se cometieron los errores, qué errores hay y ellos sabrán aplicar su buen juicio para siempre colocar por delante la transparencia en todo el actuar del mundo social y el mundo político".

Respaldo a Valdés

Durante la tarde en tanto y conocida la declaración de Hacienda, en el oficialismo primó un respaldo cerrado a la posición de Valdés, criticando duramente el accionar del nuevo titular de la Segpres, que a juicio de algunos representantes de la Nueva Mayoría habría sobrepasado sus atribuciones.

En esa línea y tras reunirse con la bancada del PS, el vocero de La Moneda, Marcelo Díaz (PS), destacó que "lo que ha dicho el Ministerio de Hacienda es la opinión que nosotros refrendamos" como gobierno.

A su turno el jefe de gabinete -quien arribó la tarde de ayer al Congreso- Jorge Burgos, puntualizó que "no es bueno que los ministros que no tenemos esa competencia estemos dando evaluaciones sobre un tercero", en alusión a la evaluación que le compete al titular de Teatinos 120 respecto de los jefes de servicio de su cartera.

Por su parte el ministro que desató la polémica y en momentos que abandonaba el Parlamento en horas de la noche, se limitó a señalar que lo declarado por Hacienda es "estrictamente correcto".

Rodrigo Valdés asumió el lunes en la mañana como nuevo ministro de Hacienda y en sus primeros días en el cargo ya tuvo conversaciones con dos actores que han sido claves en el debate de las reformas de gobierno: la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).

Fiel a su formación en el Banco Central, hasta ahora el nuevo jefe de las finanzas públicas no ha comentado con la prensa su visión acerca de la actual coyuntura económica, mientras se empodera como autoridad.

Sin embargo, puertas adentro -ayer tanto con el mundo sindical como con el empresariado- Valdés sinceró que ve con preocupación el persistente escenario de desaceleración que afecta al país.

"El ministro reconoció que hay preocupación y ocupación por el bajo crecimiento económico, no nos entregó detalles de medidas, pero es probable que esté preparando algo", dijo uno de los dirigentes que asistió a una de las reuniones de ayer en Teatinos 120.

De hecho, tras la reunión sostenida con el ministro Valdés al mediodía, el vicepresidente de la CPC y titular de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), Segismundo Schulin-Zeuthen, puntualizó que "la gran preocupación del ministro es el crecimiento y la productividad y en eso vamos a hacer todo lo que sea necesario para lograrlo".

Agregó que de la conversación, que se extendió por un poco más de media hora, "quedó claro que una de sus principales preocupaciones en el crecimiento".

También el timonel de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, recalcó este punto al indicar que el secretario de Estado está inquieto por el crecimiento. "Se habló varias veces de lograr crecimiento y no me cabe ninguna duda que él va a empujar que Chile vuelva a crecer al 4%-4,5%", aseguró.

El mensaje de Valdés coincide con la lectura del mercado, en cuanto a que la mayor de todas las tareas es apuntalar las expectativas y con ellas la economía, que en el primer semestre del año creció en torno al 2,2%.

También se da en medio de trascendidos que apuntan a que La Moneda -desde los tiempos de Alberto Arenas en Hacienda- viene trabajando en instrumentos para seguir estimulando el consumo y la actividad, medidas que podrían ver la luz en el mensaje presidencial de próximo 21 de mayo.

Por lo pronto, Valdés convocó para este jueves a las 8:30 horas al comité de ministros económicos. La instancia nació durante el mandato de Arenas con el objetivo de monitorear la puesta en marcha de la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento y con el pasar de los meses se le agregó el seguimiento de las iniciativas de inversión.

Fiel al programa de gobierno

En materia de crecimiento, el ministro Valdés deberá también hacerse cargo junto a la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, de la reforma laboral.

En ese sentido, ayer tras la reunión con la CUT, Valdés habría manifestado que su compromiso es con el programa de gobierno, lo que fue interpretado desde la multisindical como un respaldo al proyecto laboral.

"El ministro nos ha reafirmado que él es un ministro de gobierno y que por lo tanto, su compromiso en primer lugar es con el programa", dijo Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT.

Este rayado de cancha fue el mismo que trazó Valdés a los empresarios. "Es bien importante que el ministro fue muy claro en decir que él tenía un mandato de la Presidenta y que aquí había un programa y que ese programa él tenía la misión de cumplirlo, así que él hizo desde ese punto de vista una aclaración que para nosotros es bien interesante", precisó de entrada von Mühlenbrock tras el ecuentro con la autoridad.

Esta señal también fue rescatada por el líder de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Ricardo Mewes, quien ante el mandado que expresó Valdés de seguir adelante con los proyectos y el programa de la presidenta, señaló que "no deja mucho espacio" para abrirse a ajustes o modificaciones.

"Claramente él es un ministro nombrado por la Presidenta y, por supuesto, tiene que estar centrado en lo que la Presidenta le señala. Vamos a ver con el correr de los días si efectivamente, y también a través de la propia Presidenta (...), espero que haya un análisis más profundo y que le demos más tiempo a los cambios", recalcó.

"Las expectativas de crecimiento por confianza han mejorado"

El ministro de Energía, Máximo Pacheco, realizó ayer un análisis sobre el deterioro que han experimentado las expectativas de la economía y las confianzas en el país durante el primer año de gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, situación que generó la primera modificación de su gabinete a comienzos de esta semana y que incluyó la salida de Alberto Arenas desde el Ministerio de Hacienda.

El secretario de Estado admitió que tanto las empresas como los consumidores estaban viendo con "preocupación" el débil crecimiento de la economía chilena, y que era "necesario" dar un empuje a la actividad.

"Esto es un tema que va más allá de los empresarios, creo que aquí había una cierta percepción de que había que iniciar un segundo tiempo, con un equipo renovado que al final pudiese dar un nuevo impulso al crecimiento económico", afirmó Pacheco en una entrevista con Tele13 Radio.

Y el encargado de velar por entregar este impulso es el nuevo ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, cuyo nombramiento -según declaró el propio titular de Energía- "ha caído extraordinariamente bien en el conjunto de la sociedad chilena".

"Las expectativas de crecimiento por confianza han mejorado, porque se tiene una enorme confianza en que Rodrigo Valdés por su currículo, por su trayectoria, por su conocimiento, por su estilo, va a crear condiciones que le van a permitir al país recuperar algo de crecimiento", expuso.

Respecto a la salida de Arenas, el titular de Energía declinó asegurar que respondía a que el economista no pudiera generar la confianza necesaria para retomar el crecimiento, y más bien la relacionó al "proceso de desgaste" que se produjo por la discusión y la ejecución de las reformas que forman parte del programa de gobierno, en especial la tributaria. "Era algo que era percibido así por la opinión pública", afirmó.

Finalmente, el ministro de Energía confirmó que el crecimiento va a ser un tema fundamental del "segundo tiempo" del gobierno de Bachelet y que ya en el primer consejo realizado por el nuevo gabinete el martes se observó un estilo con "energía y motivación", "un equipo que entra al segundo tiempo a la cancha lleno de buenas vibraciones".

La coordinación de los ministros del área económica partirá hoy a las 08.30 horas, con el debut de Valdés en Hacienda y de Ximena Rincón como titular de Trabajo, en el primer comité de ministros tras la conformación del nuevo gabinete.

“Tenemos el mismo color de chaqueta. Estamos completamente alineados”. La broma la lanzó ayer Ignacio Walker, refiriéndose al ministro del Interior, Jorge Burgos, quien estaba a su lado en la sala de reuniones de la Democracia Cristiana en el Congreso, en Valparaíso, antes de sostener una cita con todos los senadores de ese partido.

La frase refleja la preocupación instalada en un sector de  la Nueva Mayoría tras el ajuste ministerial realizado por la Presidenta Michelle Bachelet y la llegada, precisamente, de un militante de la falange a la jefatura del gabinete.

En sectores del PS, el PPD y el PC existe una fuerte inquietud por este último factor y por las señales que dio el propio Burgos luego de asumir el cargo, al reafirmar su desacuerdo con una Asamblea Constituyente y al destacar la necesidad de actuar con “prudencia”. Para el eje de izquierda del bloque oficialista aquellas definiciones y la sintonía del nuevo titular de Interior con su partido (la DC) podrían traer consigo un giro hacia el centro y una moderación del proceso de reformas. Esto, sumado a que la propia Bachelet hizo un llamado a sus ministros, el martes pasado, a implementar una lógica de “diálogos” y “acuerdos”. 

Así lo advirtieron el martes algunos diputados independientes, del PC y del PS. Estos últimos, además, solicitaron una reunión con Burgos para despejar estas dudas, la que podría concretarse el lunes.

El tema fue abordado ayer, durante el almuerzo de la bancada socialista. A esa cita asistieron varias autoridades de gobierno que militan en ese partido: el ministro vocero, Marcelo Díaz, y los subsecretarios Mahmud Aleuy (Interior), Patricia Silva (Segpres) y Francisco Díaz (Trabajo).

En el encuentro, los diputados formalizaron su preocupación por este escenario y pidieron a los representantes del Ejecutivo precisiones sobre lo que denominaron el “segundo tiempo” del gobierno.

Las mismas fuentes sostienen que fue el ministro Díaz el encargado de responder a esa inquietud e intentar refutar las versiones de quienes ven un intento por ralentizar y moderar las reformas estructurales.

Así, el ex embajador en Argentina les dijo que no existe un “giro” en la lógica de La Moneda ni una “moderación”, asegurándoles que la decisión de Bachelet es continuar adelante con los cambios y que la reestructuración del equipo ministerial respondía a la necesidad de “retomar la agenda”.

En ese sentido, según quienes estuvieron presentes, el secretario de Estado agregó que la única innovación estará en la búsqueda de acuerdos y en una mayor “interlocución” con las bancadas parlamentarias, especialmente de los ministros del comité político. Tras la cita, el diputado Fidel Espinoza (PS) dijo que “no vamos a permitir que se modifique el tenor de las reformas estructurales”.

En este contexto, el presidente del PPD, Jaime Quintana, insistió ayer en las advertencias que ha lanzado en los últimos días. Consultado por el rol que debiera jugar Burgos como jefe de gabinete, el senador dijo que “aquí hay una partitura a interpretar, que es el programa de gobierno, y no hay espacio para solistas”. Y agregó: “Yo no advierto ningún cambio de libreto por parte del gobierno. Que yo sepa, no está de vuelta la política de los consensos”.

Desde el PC, el diputado Lautaro Carmoma afirmó que “hay un sólo gobierno, un sólo programa y una sola Presidenta, por lo que las características personales de ministros tendrán que subordinarse”. Y desde el Partido Liberal, en tanto, el diputado Vlado Mirosevic añadió que “no hay margen para moderar las reformas o salir con reformas truchas”.

Pese a ello, el diputado Matías Walker (DC) buscó marcar un fuerte contrapunto y señaló: “Todos sabían que lo que buscaba la Presidenta con la nominación del ministro Burgos era imprimirle un sello conciliador como jefe de gabinete. Ya no tenemos el 70% de apoyo ciudadano, tenemos un 30%. Es la hora de la humildad, de terminar con la soberbia”.

En medio de este escenario, Burgos se reunirá hoy a las 16.00 con Ignacio Walker. Y antes, al mediodía, recibirá a los senadores del PS en La Moneda.

Preocupación educacional

Una inquietud similar manifestaron ayer desde algunas organizaciones civiles, especialmente por las nuevas etapas que debe seguir la reforma educacional que impulsa La Moneda. 

El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, dijo que “lo relevante no son las personas, sino que el programa comprometido, y la Presidenta dijo que el cambio de gabinete era para reforzar las reformas”. El dirigente recalcó que esto “no debería significar un retraso en las reformas comprometidas, y este nuevo gabinete  debe ser para empujar las reformas, porque se están acabando los tiempos políticos”.

En la misma línea, el vocero de la Cones, Ricardo Paredes, sostuvo que “nosotros tenemos que asegurarnos de que la reforma en educación pública vaya en relación a los postulados del movimiento social”, junto con señalar que “independientemente de quiénes sean los ministros, se requieren transformaciones profundas”.

La reestructuración del gabinete ministerial no da una señal de cambio sustancial en la política económica y parece destinada a revitalizar la agenda del gobierno después de una caída en la popularidad de la Presidenta Michelle Bachelet, dijo este miércoles la agencia calificadora Fitch Ratings.

La Mandataria cambió esta semana a nueve ministros, en una renovación que incluyó la inédita remoción del titular de Hacienda, para dar un giro en la segunda etapa de su mandato y retomar la agenda de reformas.

La designación del gabinete se da en momentos en que la aprobación a la Presidenta ha caído a menos de un 30% y su rechazo bordea el 60%, según sondeos.

"No creemos que la reorganización representa un cambio significativo en la política económica y fiscal", dijo la agencia.

"Fitch espera que el gobierno continúe con su reglada política fiscal, incluyendo una gradual consolidación fiscal que prevé lograr el balance estructural en el 2018", agregó.

La agencia dijo que queda por ver si el cambio de ministros revitalizará los esfuerzos del gobierno para legislar sobre las reformas previstas en el sector laboral, educativo y constitucional.