Los ministros de Energía del G-7 aseguraron el martes que alcanzaron un consenso sin precedentes sobre la urgencia de frenar el cambio climático, lo que mejora notablemente las perspectivas de que se logre un acuerdo de la ONU al respecto en París a fines de este año.
Casi 200 países se reunirán en París a fines de noviembre para intentar acordar un nuevo tratado global para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el aumento de las temperaturas medias globales a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Las temperaturas ya se han elevado en torno a 0,8 grados centígrados desde entonces y los gobiernos impusieron en 2010 un nivel de 2 grados para evitar un empeoramiento de sequías, inundaciones y elevación del nivel de los mares.
"Nunca he experimentado tanto acuerdo cuando se trata de los objetivos de los países del G-7", dijo Sigmar Gabriel, ministro alemán de Economía y Energía, durante una rueda de prensa posterior a una cumbre de dos días en Hamburgo donde debatieron sobre el tema los representantes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos.
El secretario estadounidense de Energía, Ernest Moniz, dijo que llegar a un acuerdo a finales de este año parecía más probable que con anterioridad.
"Las perspectivas sobre (la cumbre de) París son notablemente mejores que hace seis o siete meses", indicó Moniz.
Los líderes del G-7 esperan reemplazar el Protocolo de Kioto en París, después de que las conversaciones sobre el clima de 2009 acabaran sin acuerdos por las diferencias entre Estados Unidos y China.
Alemania ha hecho de la climática una cuestión clave para su presidencia del G-7 e instó a que los líderes se comprometan con el objetivo de recortar las emisiones de dióxido de carbono en una cumbre que se celebrará en el castillo bávaro de Elmau el próximo mes.