Por Carlos Gaván.
En la agenda de los principales sindicalistas opositores ya aparece un nuevo paro general: probablemente sea en los primeros días de junio. La idea venía madurando con fuerza en los últimos días entre los dirigentes gremiales a raíz de la decisión oficial de poner un techo en las paritarias y la falta de modificaciones profundas en el impuesto a las Ganancias. Pero hoy empezará a pasar al plano de lo concreto: los sindicatos del transporte nucleados en la poderosa CATT se reunirán y tienen planeado aprobar una propuesta para que las cinco centrales sindicales que conviven en el país convoquen a otro paro general como el del 31 de marzo.
La propuesta podría encontrar terreno fértil entre varios gremios que vienen con sus paritarias empantanadas. Hoy, por ejemplo, la Asociación Bancaria convocó a un paro nacional de 24 horas con concurrencia a los lugares de trabajo en demanda de un aumento salarial. La paritaria bancaria se venció el 31 de diciembre.
Anoche, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, pero el gremio ratificó el paro. Dirigentes bancarios calificaron de “extemporánea” la decisión del Gobierno y se quejaron de que las cámaras ayer “boicotearon” una reunión. Habitualmente los paros de La Bancaria tienen alto acatamiento en la banca pública pero escaso en las entidades privadas.
Otro gremio que mantiene paralizadas las actividades en varios puertos es Aceiteros, cuya paritaria pasó a cuarto intermedio hasta mañana.
En tanto, los gremios del transporte que integran la CATT deliberarán hoy en San Cristóbal. Omar Maturano, líder de los maquinistas de La Fraternidad, dijo a Clarín que la intención es aprobar una convocatoria a las 5 centrales sindicales para que se realice un paro general “cuanto antes”. Pero como hay dos centrales alineadas con la Casa Rosada (la CGT de Caló y la CTA de Yasky), asoma improbable que se sumen a la huelga. En ese caso, la CATT activaría un plan B: paralizar el transporte en la primera semana de junio, y sumar a las CGT de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo y la CTA Autónoma de Pablo Micheli. Lo que debería definirse hoy es la modalidad del paro. Una opción es hacer una huelga nacional de 24 horas en la primera semana de junio de todas las actividades del transporte.
La otra alternativa que se discutirá hoy es más bélica: parar el martes 2 de junio toda la actividad portuaria, el transporte fluvial y marítimo; paralizar el miércoles 3 la actividad aérea; y el jueves 4 hacer lo mismo con los trenes, colectivos y transporte de cargas.
“El paro se aproxima porque la paciencia se acaba”, anticipó ayer el colectivero Roberto Fernández. “El paro de 36 horas está más cerca que lejos”, aseguró el gastronómico Luis Barrionuevo.
Hugo Moyano, en cambio, se mostró más cauto. Consultado anoche por Clarín sobre si iría al paro, el camionero contestó: “Como CGT tenemos una reunión pendiente y tomaremos una decisión con el conjunto de las organizaciones”.
Más allá de que guarde las formas, Moyano también parece convencido de que hay motivos para parar: “Los intentos del Gobierno para poner un cepo en las paritarias y las maniobras para hacer creer que se va a pagar menos de Ganancias están generando mal clima. Hay mucha bronca entre la gente”. Y completó: “Al pretender poner un techo a la paritarias el Gobierno está reduciendo los salarios. Para mí como dirigente esto es totalmente inaceptable”.
El vocero del sindicato de empleados bancarios, Eduardo Berrozpe, arremetió hoy contra el ministro de Economía, Axel Kicillof, tras los anuncios en Ganancias. “Kicillof es un gorila”, disparó sin reparos.
“Un hombre de su nivel académico no puede caer en la grosería de haber anunciado una medida sin tener en claro cómo era”, sostuvo el hombre de “La Bancaria”, en declaraciones a La Once Diez/Radio de la Ciudad. “Ahora la ha ido modificando en las últimas horas y no puede hacer la alusión que hizo al tema de la cuota sindical, que quiero aclarar, que está decidida por los afiliados a los sindicatos”, apuntó.
Berrozpe no se guardó nada a la hora de cuestionar al ministro de Economía K. “Estuvo hecho un gorila y un inadaptado”, dijo y defendió el rol de los sindicatos que, el lunes, Kicillof había criticado al manifestar que “lo que se descuenta de cuota sindical va a parar al bolsillo de los sindicalistas o en descuentos para hoteles o guardapolvos una vez al año”, manifestó el ministro en conferencia de prensa”.
“Somos una parte esencial de la democracia, y sobre todo en la República Argentina, por eso aportamos a los sindicatos, no por un guardapolvo, es un gorila”, afirmó. “Estoy enojado porque le hace favores a la Presidenta de la Nación, acá patinó mal, nosotros lo apoyamos en la pelea con los fondos buitre. No puede anunciar una medida sin tener en claro de qué es esa medida”, se indignó.
El vocero de La Bancaria ratificó que la semana que viene harán una protesta. “El paro se hace si o si”, señaló.