El principal delator del escándalo de corrupción en Petrobras, el empresario Alberto Youssef, negó hoy que el exministro brasileño Antonio Palocci le pidiera en 2010 donar fondos para la campaña electoral de Dilma Rousseff.
En una comparecencia en una audiencia de la Comisión parlamentaria, celebrada en Curitiba, estado de Paraná, que investiga ese esquema de desvío de dinero la petrolera estatal, Youssef descartó haber recibido alguna solicitud de ese tipo de Palocci.
No conozco al extitular, ni sus asesores y nunca recibí un pedido de donación de recursos de su parte, subrayó el empresario, preso desde marzo de 2014 y acusado de corrupción activa, lavado de dinero y organización de cartel.
Con este planteamiento se desmiente una declaración del exdirector de Petrobras Paulo Roberto Costa, otro delator de este caso, quien el mes pasado acusó a Palocci de pedir dos millones de reales (665 mil dólares) para la campaña de la presidenta Rousseff en 2010.
Tras esta imputación, líderes del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) comenzaron a preparar una acusación formal para pedir una investigación a la mandataria brasileña y proponer su destitución a través de un juicio político.
Tanto el Supremo Tribunal Federal (STF), como la Procuraduría General de la República rechazaron por falta de pruebas cualquier indagación a la jefa de Estado, reelecta en los comicios de 2014.
Youssef negó igualmente que entregará de manera directa dinero al extesorero del Partido de los Trabajadores (PT) Joao Vaccari Neto, quien está preso y acusado de recibir propinas ilegales.
Nunca invité a Vaccari Neto a ir a mi oficina, ni operé con él, aseveró al señalar que dio fondos a la compañía Toshiba, involucrada en este caso, la cual señala que cedió recursos al extesorero del PT.
En sus testimonios el empresario dijo que no existió tampoco alguna coordinación con el Palacio de Planalto (sede de la Presidencia de la República).
Además de Youssef comparecieron ante la Comisión parlamentaria el también empresario Fernando Baiano y el exdirector del área internacional la petrolera estatal Néstor Cerveró, quienes se negaron a hablar y responder preguntas de los legisladores.
La condición de preso sin acusación alguna me impide hacer declaraciones, indicó Cerveró, aconsejado por su abogado.
Los legisladores reanudarán mañana en Curitiba la audiencia para escuchar otros testimonios de varios presos acusados de participar en el escándalo de corrupción en Petrobras.
Al menos una treintena de ejecutivos de empresas y exdirectivos de la petrolera, además de 50 políticos, están involucrados en este esquema de desvío de dinero y de contratos inflados que generó más de dos mil millones de dólares en pérdidas a la compañía de petróleo estatal.
El exgerente de Petrobras Pedro Barusco, preso por el gigantesco escándalo en la estatal y quien se acogió a un acuerdo de delación premiada para reducir su pena, devolvió 157 millones de reales (unos 51.4 millones de dólares) a la petrolera, según informó este lunes la Procuraduría.
En un acto celebrado en Brasilia, el procurador general de la República, Rodrigo Janot, señaló que el dinero desviado ya fue recuperado y está en una cuenta de la Justicia Federal en la ciudad de Curitiba, capital del sureño estado de Paraná y donde se adelanta el proceso judicial del caso.
“Los resultados son visibles, porque el trabajo está siendo impersonalmente conducido. No se busca el blanco de una u otra persona. Lo que se busca es el esclarecimiento de los hechos”, apuntó Janot.
El dinero, detalló Janot, será transferido a los cofres de la estatal y corresponde al 80 % del total al que Barusco se comprometió a devolver como parte de las condiciones impuestas por la Justicia para aceptar su delación.
El otro 20 % restante será retenido por la Justicia para un eventual resarcimiento a terceros perjudicados por las corruptelas en la petrolera.
Con los acuerdos de delación premiada de varios de los acusados, algunos ya condenados, la estatal puede recuperar unos 570 millones de reales (unos 186,7 millones de dólares) del dinero desviado, que afectó los cofres y el balance de la petrolera en 2014.
No obstante, el presidente de Petrobras, Aldemir Bendine, quien estuvo presente en el acto simbólico de devolución del dinero, confía en la recuperación de unos 1,300 millones de reales (unos 425.9 millones de dólares) con otra cantidad similar bloqueada por la Justicia que se sumaría a la de la delación premiada.
En un comunicado, la estatal celebró la recuperación del dinero devuelto por Barusco, que “estaba en cuentas secretas en Suiza” y que hasta ahora elevan a 205 millones de reales (unos 67.1 millones de dólares) la cantidad recuperada por la Justicia.
Los desvíos en Petrobras, que la estatal calcula que pudieron costarle unos 2.000 millones de dólares, comenzaron a ser investigados hace poco más de un año y ya han conducido a prisión a cinco exdirectores de la empresa y a una veintena de ejecutivos de importantes constructoras del país.
Según la Fiscalía, las constructoras pagaban sobornos a cambio de ser favorecidas en las licitaciones de la Petrobras y esos recursos eran distribuidos entre los partidos políticos que apoyaban la red.
La máxima Corte del país investiga a unos cincuenta políticos por su supuesta implicación en el caso, la mayoría de la base aliada de la presidenta, Dilma Rousseff.
El empresario Alberto Youssef, uno de los condenados por el caso Petrobras y que días antes de las elecciones de octubre pasado denunció en una revista que la Presidencia de Brasil conocía los desvíos ilegales de fondos en la petrolera, declaró hoy ante la comisión del Congreso que investiga el caso y volvió a sostener esa versión, aunque indicó que no tenía pruebas.
"Esa es mi opinión, pero no tengo pruebas", señaló el empresario al ser interrogado por miembros de la comisión creada por el Congreso para investigar el escándalo.
En el interrogatorio, realizado en Curitiba (capital del estado sureño Paraná), los legisladores le pidieron a Youssef que reafirmara una de las declaraciones que hizo en una de sus confesiones ante el juez del caso, en la que aseguró que el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, conocía la corrupción en Petrobras.
"Confirmo y repito que eso es lo que yo considero, pero no puedo decir con total certeza que esas personas conocían la corrupción", respondió Youssef al ser consultado por la presidenta Dilma Rousseff y por su antecesor y mentor político, Luiz Lula da Silva.
Youssef aclaró que sólo podía referirse a lo que escuchaba del ex director de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa, con quien acordaba, a través de sus empresas de cambio de divisas, el pago de comisiones a partidos políticos, principalmente de la coalición que apoyó a Lula y respalda a Rousseff.
Tanto Youssef como Costa, ya condenados por diferentes delitos, acordaron colaborar con la justicia a cambio de reducciones en sus condenas.
Según el empresario, en alguna ocasión Costa le dijo que "esperaba noticias del palacio" presidencial para determinar la distribución de los recursos desviados de Petrobras.
Agregó que el ex ministro de Comunicaciones Paulo Bernardo Silva solicitó en 2010 recursos para financiar la campaña electoral de su esposa, la actual senadora Gleisi Hoffmann.
No obstante, negó haber recibido en ese año una petición de fondos por parte del ex ministro Antonio Palocci, que fue coordinador de la campaña electoral de Rousseff.
Youssef afirmó que ignora quién era el líder de toda la red de corrupción, de la que dijo ser solo un "pequeño eslabón" responsable por repartir recursos que recibía de sobornos pagados por grandes constructoras con contratos con Petrobras.
Aseguró que el responsable por la distribución de los sobornos era el fallecido diputado José Janene, del oficialista Partido Progresista (PP).
"Pero no sé quién era el líder de todo, quién puso a Janene en esa labor, quién nombró a Paulo Roberto Costa (en una de las direcciones de Petrobras); quien nombra es la Presidencia, pero si la Presidencia era la líder, no lo sé", dijo Youssef.
El empresario fue el protagonista y única fuente de la nota que la revista brasileña Veja publicó a dos días del balotaje entre Rousseff y Neves, en la que se afirmó que la presidenta y el ex mandatario "sabían todo" sobre el desvío de fondos de la estatal.
La información de Veja tomó por sorpresa al propio abogado de Yousseff, Antonio Figueiredo Basto, quien señaló que no tenía conocimiento de que su cliente hubiera dado esos detalles durante el testimonio que había prestado ante la Justicia.
Los desvíos en Petrobras, que la empresa calcula que pudieron costarle unos 2.000 millones de dólares, comenzaron a ser investigados hace poco más de un año y ya condujeron a prisión a cinco ex directores de la compañía y a una veintena de ejecutivos de importantes constructoras del país.
El Supremo Tribunal Federal (corte suprema) investiga a unos 50 políticos por su supuesta implicación en el caso.
Hoy, la Policía Federal anunció que presentó cargos contra 30 personas más, entre ellos tres ex diputados.
Los acusados están presos desde abril pasado en el marco de la undécima fase de la operación policial, y son sospechosos de delitos de corrupción, fraude en licitaciones, lavado de dinero y pertenencia a organización criminal, según un comunicado de la Policía.
Entre los arrestados en abril figuran los ex diputados André Vargas, que era correligionario de Rousseff en el Partido de los Trabajadores (PT); Pedro Correa, del PP, y Luiz Argolo, del opositor Solidaridad (SD).