La gira del primer ministro chino Li Keqiang la próxima semana a Latinoamérica será estratégica. Beijing está intentando acercarse a los países más liberales de la región y reducir su exposición a los problemas financieros de sus aliados políticamente estratégicos: Venezuela y Argentina.
El premier visitará la región del 18 al 26 de mayo y se reunirá con los presidentes de Chile (Michelle Bachelet), Brasil (Dilma Rousseff), Colombia (Juan Manuel Santos) y Perú (Ollanta Humala), confirmó ayer la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying.
La creciente inversión en Perú y en otros países de la región le permite a China diversificar sus lazos y alejarse de los gobiernos de izquierda, que han sido sus aliados en la última década. Sólo Caracas ha recibido más de US$ 50 mil millones, especialmente a través del Banco de Desarrollo de China.
Pero las autoridades chinas están cada vez más preocupadas por el modelo de entregar financiamiento a cambio de commodities, según Li Renfang, analista de Latinoamérica en la Universidad Suroeste de Ciencia y Tecnología, en Sichuan. "Creo que sería más seguro para China prestar el dinero a gobiernos de centroderecha", dijo a Financial Times.
Proyectos en Brasil
En su paso por Brasil, Li anunciará casi 60 proyectos de inversión, de obras de infraestructura e instalaciones industriales por un monto cercano a US$ 53 mil millones, publicó ayer el periódico Valor.
Para Brasil, la oferta de inversión llega en momentos en que hay dudas sobre la capacidad de financiamiento del sector público a las obras de infraestructuras necesarias para la reactivación económica.
El principal objetivo será el sector energético, donde se prevé una inversión que suma casi US$ 33 mil millones. Son 27 proyectos, y algunos de ellos ya están en ejecución, detalló Valor.
Al sector industrial, en tanto, se destinarán US$ 4 mil millones, con obras que ya están en curso y otras que están en etapa de planificación.
En el área de infraestructura y logística hay nueve proyectos que suman cerca de US$ 16 mil millones. La inversión de US$ 7.500 millones en líneas férreas (incluyendo a líneas de metro) es la prioridad para el gobierno de Rousseff.
Interés ferroviario
La construcción de vías férreas es también una prioridad para las autoridades chinas. El proyecto más importante es la línea ferroviaria que unirá a Brasil con Perú, cruzando la cordillera de los Andes, y que permitirá que el mineral de hierro y la soya brasileñas sean embarcados por puertos de Perú hacia Asia, evitando el paso por el canal de Panamá.
Los contratos ferroviarios internacionales son una prioridad política para Beijing, ya que las exportaciones son una solución a su sobrecapacidad en los servicios de acero, ferroviarios, de construcción e ingeniería a medida que la economía se desacelera. Hasta ahora, se han propuesto proyectos en Tailandia, Indonesia y Asia central, según datos de FT.
En el caso del tren que cruzará los Andes, los costos del proyecto se calculan entre US$ 4.500 millones y US$ 10 mil millones, y unirían a Brasil y Perú a través del Amazonas. La ruta, sin embargo, podría enfrentar oposición de activistas medioambientales e indígenas. Otra alternativa es cruzar los desiertos del sur de Perú, lo que incluiría a Bolivia, pero implicaría además grandes inversiones portuarias en esa zona del país.
"Hemos tenido intercambio comercial, pero nos falta mayor inversión", dijo a FT Chen Taotao del Centro de Estudios sobre la Administración de China-América Latina de la Universidad de Tsinghua. "Las empresas chinas están crecientemente interesadas, así es que tiene sentido construir lazos de liderazgo".
Pese a que Chile y Brasil son algunos de los mayores proveedores de materias primas a China, Perú está captando cada vez mayor interés.
Con proyectos por US$ 19 mil millones, la inversión china representa un tercio de los nuevos proyectos mineros en Perú, incluyendo a las minas de cobre Toromocho y Las Bambas. A fines del año pasado, la empresa petrolera estatal CNPC compró el negocio peruano de la petrolera brasileña Petrobras por US$ 2.600 millones.
Pero hay otros países como donde la inversión se mantiene baja. Con México, en tanto, las relaciones están tensas desde que el gobierno revocó un contrato por US$ 3.750 para la construcción de una vía férrea de alta velocidad después de que saliera a la luz pública que una mansión de la familia del presidente mexicano había sido construida y pagada por un socio mexicano de un consorcio con participación china.
China desplaza a eeuu como mayor importador de crudo del mundo
China superó por primera vez a Estados Unidos como principal importador mundial de petróleo en abril, y se espera que sus compras sigan creciendo a pesar de la desaceleración de su economía, lo que tendría consecuencias de largo alcance para los mercados globales de crudo y de materias primas.
El salto en las importaciones fue una sorpresa en momentos en que la segunda economía más grande del mundo se está desacelerando y se esperaba que su demanda de petróleo declinara. Sin embargo, los precios bajos del crudo y una serie de recortes de las tasas de interés en China -incluyendo uno durante el fin de semana- son factores que han impulsado la demanda.
Las importaciones chinas de crudo alcanzaron un récord de casi 7,4 millones de barriles diarios el mes pasado, por encima de las importaciones estimadas de EEUU de 7,2 millones de barriles diarios, según datos de Reuters.
Aunque China podría volver a caer al segundo lugar en los próximos meses, se encamina a superar de forma permanente a Estados Unidos como el mayor importador de crudo del mundo. China ya es el mayor consumidor de energía del globo, además de ser el principal comprador de carbón, mineral de hierro y la mayoría de los metales.
Llegó el momento de dejar de lado, por un momento, las afinidades ideológicas. Al menos así lo demostraría el liderazgo chino, que comienza a encauzar su mirada hacia aquellos países latinoamericanos con los que tiene una limitada influencia política pero profundos lazos comerciales, como Colombia, Perú y Chile. Estas tres naciones formarán parte de la gira regional que el Primer Ministro chino, Li Keqiang, iniciará la próxima semana en Brasil, según anunció ayer la Cancillería china.
La nueva apuesta de la primera potencia asiática se está inclinando hacia aquellas economías más liberales de la región, en momentos en que cercanos aliados de Beijing, como Venezuela y Argentina, pueden significar un riesgo en materia financiera. Precisamente, las proyecciones de crecimiento para este año son bastante más auspiciosas para Colombia, Perú, Chile y México -los miembros de la Alianza del Pacífico, de la que China es país observador- que para aquellas naciones cuyas economías tiene una marcada intervención estatal.
En un momento también de desaceleración para China (el FMI proyecta un PIB de 6,8% en 2015), el Primer Ministro Li es quien lidera las reformas económicas, que buscan una mejora en la calidad de vida de la población y retomar el antiguo ritmo de crecimiento -que por tres décadas fue, en promedio, de dos dígitos-, incentivando el consumo interno. Pretende, además, liberalizar los mercados gradualmente, para lo que ha sido clave probar con una zona piloto de libre comercio en Shanghai.
Su gira por la región -entre el 18 y el 26 de mayo- comienza meses después de que el Presidente chino, Xi Jinping, prometiera en enero 250.000 millones de dólares en inversiones en Latinoamérica durante 10 años.
"En esta visita, Li, seguramente, será bien específico y concreto a la hora de tratar posibilidades de negocios e inversiones", explica a "El Mercurio" el sinólogo chileno Augusto Soto, director de Dialogue with China Project, de Barcelona.
Proyecto ferroviario
Se espera que en esta oportunidad, Li apruebe la inversión china en un proyecto ferroviario que atraviese la cordillera de los Andes y permita transportar minerales y soya brasileña para que sean enviados a Asia mediante puertos peruanos, eludiendo el canal de Panamá, sostiene el diario Financial Times. Se trata de una ambiciosa obra, que podría costar entre US$ 4.500 millones y US$ 10.000 millones.
La creciente inversión en Perú -que concentra la mayor población china en la región- permitirá a Beijing diversificar sus negocios más allá de países con tendencia socialista por los que había optado en la última década, destaca el medio.
Entre 2005 y 2014, China ha comprometido más de 119 mil millones de dólares en préstamos a países y empresas latinoamericanos. De acuerdo con Inter-American Dialogue, los préstamos efectuados a la región en 2010 fueron más que aquellos préstamos combinados entre el Banco Mundial, el Banco Interamericano del Desarrollo y el Banco de Exportaciones-Importaciones de Estados Unidos.
El gran beneficiado de la última década ha sido, indiscutiblemente, Venezuela -donde solo en 2014 China comprometió 5.691 millones de dólares-, seguido de Brasil, que recibió el año pasado 8.600 millones de dólares en préstamos chinos. Precisamente, el Presidente Xi Jinping visitó en julio pasado estos dos países, en una gira que incluyó también a Argentina y Cuba, todos cercanos aliados políticos de Beijing.
"Los líderes chinos consideran a Brasil en una dimensión aparte y, a la vez, han visitado o recibido a líderes latinoamericanos de signo ideológico marcado, como venezolanos, cubanos, ecuatorianos, bolivianos o argentinos. Es natural que esta vez Li Keqiang visite a los países más parecidos a China en la práctica económica", asegura Soto.
Sin embargo, el analista destaca que las autoridades chinas, "así como estilan al relacionarse con distintos partidos políticos del mundo -algunos abiertos opositores de formaciones de izquierda locales-, no se casarán con ningún país ni partido. Pero por su experiencia propia acumulada en décadas, uno de los países que, en principio, mejor entienden la perspectiva pragmática de Beijing es Chile".
El viaje del Primer Ministro a América Latina, que dará prioridad a países con salida al Pacífico, ocurre cuando el gobierno de Barack Obama ha intensificado los esfuerzos por cerrar las negociaciones en torno al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP). Estados Unidos y Japón son las dos mayores economías de los 12 países que integrarán el pacto, en el cual China no está incluida.
De todas formas, los dirigentes del gobernante Partido Comunista Chino vienen mostrando cada vez mayor interés en América Latina, principalmente bajo el gobierno de Xi Jinping. Desde que asumió como Presidente, él ha viajado dos veces a la región, en 2013 y 2014, aunque ya como Vicepresidente la había visitado en 2009 y 2011.
Más allá del carácter económico que podría tener una gira del Primer Ministro, Soto comenta que, posiblemente, "la visita de Li Keqiang marcará igualmente una acentuación del componente político de la relación, hasta ahora poco tocado en atención a los equilibrios tradicionales del hemisferio americano, a ojos de Beijing y de las capitales latinoamericanas cercanas o relativamente cercanas a Washington".
"Uno de los países que, en principio, mejor entienden la perspectiva pragmática de Beijing es Chile, por su experiencia propia acumulada en décadas".
Augusto Soto, sinólogo chileno.