El Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido, salió al cruce de la columna de opinión de Cristian Folgar, titulada “La central térmica a carbón que funcionará con gas natural”, al asegurar que “solo alguien que considere un error la puesta en valor energético de todo el territorio nacional, puede afirmar que la Central de Río Turbio es un fracaso en la planificación.”
De Vido recordó que “en el año 2003 el país estaba desconectado. 11 provincias no estaban vinculadas al Sistema Eléctrico Nacional. El Estado Nacional construyó más de 5.000 kilómetros de líneas de extra alta tensión, que vincularon al Sistema a las Provincias del NOA, NEA, Cuyo y la Patagonia, entre ellas la Provincia de Santa Cruz”.
“Basta ver el exponencial crecimiento de la demanda de energía eléctrica y del producto bruto geográfico en estas Provincias para observar el éxito de la planificación como así también la colosal falsedad de que Argentina estaba autoabastecida previamente al 2003 como pretenden vender aquellos que defienden el modelo energético neoliberal, cuando la mitad del país no tenía energía, la industria estaba quebrada y la desocupación superaba 25%”, destacó el Ministro y continuó haciendo hincapié en que “desde el año 2003 la potencia incorporada supera los 11.500 megavatios y el sistema se encuentra perfectamente planificado sino sería imposible abastecer un pico de demanda que se incrementó de 14.000 a 24.000 megavatios”.
El titular de Planificación Federal destacó que “hoy la Central a Carbón de Río Turbio es una realidad por los más de 1.700 kilómetros de líneas de alta tensión construidos por esta gestión de gobierno que vinculan el predio en Río Turbio con Choele Choel en Río Negro, localidad en la cual la Central inyectará energía a todo el sistema argentino. Esto es un éxito de la planificación de los últimos 10 años”, y continuó diciendo que “previo al año 2003, salvo que alguien conociera una forma inalámbrica de transportar la energía, era una utopía pensar en construir una Central a carbón para la puesta en valor del yacimiento de Río Turbio. Esta Central, como la mayoría de las Centrales a carbón que actualmente se construyen en el mundo, permitirá quemar alternativamente otros combustible fósiles como el gas en este caso”.
“Tal vez critican que la Central queme en forma alternativa gas natural porque es un periodista trucho, un consultor fracasado al servicio de las transnacionales y empleado intermediario de las transnacionales y de las privatizadas de la energía que defiende que el gas se debería exportar como en los noventa a empresas radicadas en países vecinos a un precio vil de 2 dólares el millón de BTU, en contratos obscenos y eternos en contra del desarrollo del país y los intereses de la patria”, reflexionó De Vido para finalizar.
Esta semana, las desmentidas del ministerio de Planificación sobre la reconversión a gas de la central de Río Turbio, diseñada para funcionar a carbón, fueron fulminantes.
Ayer, por caso, el ministro Julio De Vido dijo que “tal vez critican que la Central queme en forma alternativa gas natural porque es un periodista trucho, un consultor fracasado al servicio de las transnacionales y empleado intermediario de las transnacionales y de las privatizadas de la energía que defiende que el gas se debería exportar como en los noventa”. Más allá de que en la propia frase hay un reconocimiento parcial de que la usina quemará gas y no carbón (aunque sea de manera “alternativa”), el problema es el plazo, dijo un ejecutivo del sector. “Quieren inaugurarla antes de las elecciones y para esos plazos, la mina de Río Turbio no tendrá producción suficiente de carbón”, agregó. De ahí el cambio de combustible, claro.