Por Guido Gubinelli.
EAPC es una empresa internacional de asesoría técnica e ingeniería independiente, principalmente, en proyectos eólicos para inversores y entes financieros. Actualmente, han brindado asesorías para la colocación de más de 30 mil MW eólicos en Norteamérica y más de 3 mil en la región sudamericana, particularmente en los países de Uruguay, México, Chile y Argentina.
La firma brinda asesoría en el desarrollo e implementación de proyectos eólicos y solares, confecciona mapas de recurso eólico y solar, estudios de pre-factibilidad y viabilidad técnica-económica, y ofrece servicios de Certificación de la Producción Anual de Energía y del Due Diligence técnico de proyectos eólicos. A su vez, es representante en Sudamérica de EMD International A/S y ofrece diversos software de modelación (windPRO, WAsP, WAsP-CFD y otros); presta servicio técnico y capacitación en el manejo de estos software.
En diálogo con este medio, el CEO de la EAPC en Sudamérica, EAPC Sur, declara que pese a haber “muchísima más actividad en Uruguay y Chile” que en nuestro país, además de los mercados fuertes tradicionales Brasil y México, se está despertando un gran interés desde el sector político.
Sin revelar nombres en concreto, confía que están manteniendo diálogos con miembros de los diferentes equipos de los candidatos presidenciables por asesoramientos con perspectivas a desarrollos eólicos futuros. “Estamos recibiendo consultas por proyectos en diferentes puntos de Argentina, principalmente en el sur”, señala el directivo.
Además, resalta que otra tendencia que viene en crecimiento es la consulta por parte de financistas y grandes usuarios.
Argentina con menos desarrollo
El precario desarrollo argentino con respecto a las energías renovables, y más precisamente en el aprovechamiento de los vientos, en comparación con otras plazas vecinas, se debe principalmente a la falta de financiamiento, uno de los problemas que ha tenido al querer aplicar el viejo programa de generación con recursos renovables (GENREN).
Thamhain recuerda que por falta de fondos solo pudo concretar menos del 30 por ciento de los proyectos que pretendió instalar. “Principalmente es una cuestión de disponibilidad de los fondos, necesarios para financiar emprendimientos de energía renovable, que son intensivos en capital”, resume.
Otro inconveniente que reconoce, a diferencia de los países regionales, son las tarifas fuertemente subsidiadas que no posibilitan el incentivo de las energías renovables a escala residencial, asunto que deberán resolver las autoridades para potenciar legislaciones de generación distribuida.