Bolivia ha defendido este miércoles la competencia del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ) para resolver el conflicto marítimo que la enfrenta a Chile, asegurando que no pretende modificar el Tratado de Paz de 1904, firmado por ambos países al final de la Guerra del Pacífico. Al contrario. En su turno de alegaciones relativo a la demanda interpuesta contra Santiago en busca de una salida soberana al mar, el equipo legal boliviano ha subrayado el respeto a dicho texto. Lo que esperan es el reconocimiento de que Santiago ha vulnerado las promesas efectuadas durante el último siglo para resolver la disputa al margendel Tratado. Chile, ha dicho la jurista francesa Monique Chemillier, "sufre amnesia colectiva porque parece haber olvidado su compromiso de negociar". Santiago sostiene que el TIJ no es competente para tratar este caso.
Hasta el año 2011, La Paz creyó que lograría salir al mar con plena soberanía. En ese momento, sin embargo, "el Gobierno chileno cambió su postura proclive al pacto. Bolivia se cansó de esperar y recurrió a la justicia internacional", ha dicho el jurista canadiense Payan Akhavan. Chile considera que el Tratado de 1904 da por zanjada la cuestión fronteriza. El posterior Pacto de Bogotá de 1948 tampoco puede invocarse, según la parte chilena, porque su artículo VI excluye de su ámbito convenios sellados antes de constituirse. El Pacto es el marco de referencia para resolver de forma pacífica diferendos en América Latina. Y tocar el Tratado desestabilizaría todas las alianzas fronterizas alcanzadas en la región.
"No es verdad. Es un argumento alarmisma. Una visión apocalíptica, incluso. Bolivia no pretende modificar el Tratado de 1904. Quiere dejar claro que las reiteradas negociaciones protagonizadas por ambos países son anteriores, y posteriores, al Pacto bogotano. Demuestran, por tanto, que el asunto del acceso soberano al océano para Bolivia no está resuelto", ha añadido Akhavan. Su colega español, Antonio Remiro Brotons, ha abundado en este punto. "Invocar así la estabilidad regional por parte de Chile provoca un miedo injusto. Sirve para ocultar que la buena fe mostrada en las negociaciones y promesas registradas todos estos años crean derecho", ha señalado. Chile, por tanto, habría "maniobrado para que el TIJ crea que carece de jurisdicción cuando es ella la que no ha honrado sus promesas". Prueba de ello es, entre otras, la propuesta chilena de 1979 (en el marco de su propio litigio marítimo con Perú) de ofrecer a Bolivia un corredor al norte de Arica (norte chileno y a 18 kilómetros del límite sur peruano) para que La Paz obtuviera su salida soberana al mar.
Chile comparecerá este jueves en el turno de réplica de los alegatos. El viernes lo hará Bolivia, y los jueces decidirán luego si son competentes para aceptar el caso.
“Váyanse todos a descansar”. La orden del agente Eduardo Rodríguez Veltzé a las 17.30 horas local (12.30 horas en Chile) sorprendió ayer a los funcionarios de la embajada boliviana en La Haya. El personal diplomático había organizado enlaces para la televisión y radios paceñas que transmitirían en directo una conferencia de prensa y vocerías de los miembros del equipo a cargo de la demanda marítima. Y no se descartaba una teleconferencia con el Presidente Evo Morales.
Pero nada de eso sucedió y el único que mantuvo algunas vocerías fue el ex presidente Carlos Mesa. Terminada la presentación boliviana en la Corte Internacional de Justicia, las autoridades paceñas se reunieron con los abogados extranjeros en la sede diplomática de ese país para realizar una breve celebración.
La pregunta que había lanzado el juez Christhopher Greenwood, cuando ya habían terminado las exposiciones de los abogados bolivianos dejó una sensación extraña en el equipo paceño. “¿En qué fecha sostiene Bolivia que se concluyó un acuerdo para negociar sobre un acceso soberano al océano Pacífico?”, inquirió, por intermedio del presidente de la corte. En ese momento, el canciller David Choquehuanca miró a su equipo y, con un lápiz en la mano, golpeaba suavemente su mesa.
La interrogante apunta a uno de los ejes del andamiaje jurídico que sustenta la defensa de Bolivia para pedirle a la corte que no se declare incompetente: que a lo largo de la historia Chile se ha comprometido en varias ocasiones a negociar.
La pregunta trajo a la memoria la interrogante que lanzó el juez marroquí Mohammed Bennouna, en diciembre de 2012, en el litigio entre Chile y Perú: si ambos países podían haber delimitado en 1952, conforme al derecho internacional de esa época, una zona marítima y jurisdicción exclusiva hasta las 200 millas. La consulta apuntaba, esa vez, a la tesis de la atemporalidad de la ley que sirvió para sustentar, más tarde, el fallo de mayoría que confirmó la existencia de un límite a través del paralelo, pero sólo hasta la milla 80, lo que provocó ceder a Perú una extensa porción de mar de la zona económica exclusiva chilena.
Ayer, la presentación boliviana ante la corte la abrió poco después de las 10 hora local (5 am en Chile), el agente Rodríguez Veltzé. La estrategia era simple: plantear a la corte que el objeto de la demanda no tiene nada que ver con el Tratado de 1904, por lo que no caería en las restricciones del artículo VI del Pacto de Bogotá. Uno de los momentos más fuertes de Bolivia estuvo en voz de Monique Chemillier-Gendrau. La abogada francesa dedicó 33 minutos a explicitar los aspectos de fondo de la demanda, detallando una serie de declaraciones e intercambios de documentos de autoridades chilenas y bolivianas en los que se habla de negociar una salida al mar. Bolivia alegó que Chile ha reconocido en diversas oportunidades que existe un tema pendiente con Bolivia, a fin de sostener que el Tratado de 1904 no zanjó todos los temas.
Antes de abandonar el Palacio de la Paz, Choquehuanca dio una breve declaración: “Hemos venido con mucho respeto, con la verdad, a que esta corte haga justicia. Nuestros abogado han expuesto con mucha claridad que el tema de la corte tiene competencia para ver nuestra demanda”, señaló. Mientras se retiraban de palacio, algunos miembros de la delegación paceña recordaban molestos que el juez Greenwood había sido abogado de Chile al inicio del litigio con Perú.
"Desearía preguntar lo siguiente: ¿En qué fecha mantiene Bolivia el que se concluyó un acuerdo respecto de la negociación relativa al acceso soberano?". Esta fue la interrogante que planteó el juez Christopher Greenwood al equipo boliviano al cerrar sus alegatos en la Corte Internacional de La Haya.
Para el ex embajador y académico de la Universidad de Chile Jaime Lagos, es "bastante intrigante la pregunta". Si bien advierte que para pronunciarse con propiedad acerca de esto habría que revisar los textos de Bolivia, su primera interpretación es que "esto los pone en un aprieto, porque tiene que decir dónde se concretó este acuerdo. Esto tiene importancia también en esta supuesta amnesia chilena. Esto podría -pensando en voz alta- establecer una línea definitoria".
La abogada y académica de la Universidad de Chile Astrid Espaliat coincide en que "esta es una pregunta que complica, entiendo que el juez Greenwood ve imprecisiones en la alegación de Bolivia, porque Bolivia dice que hay una promesa, un pacto en contraendo. 'Si usted sostiene que hay un acuerdo, ¿de cuándo es ese acuerdo?'".
Esta pregunta -a juicio de la abogada- "lo obliga a tomar una definición, porque Bolivia se ha movido en una indefinición, y la argumentación de Bolivia es que esto se ha ido construyendo en el tiempo…algo que se dijo en el año 20, en los años 70, etcétera".
"Esto además presupone que la argumentación Bolivia supone que todas las negociaciones fueron idénticas, y de ahí se construye la obligación y omite absolutamente las condiciones que se le pusieron a Bolivia, las contraprestaciones que debía realizar Bolivia. Si hay un acuerdo es porque doy algo y recibo algo, entonces Bolivia está todo el tiempo aludiendo al comportamiento de Chile, sin hacer referencia ninguna a las conductas que debería haber realizado Bolivia. Yo la interpreto así, coincido con Jaime Lagos", concluye.
Hoy a las 16.30 (11.30 en Chile) será el turno de la defensa chilena para responder a los argumentos planteados esta jornada por Bolivia ante La Corte Internacional de La Haya.
La defensa paceña acusó hoy a Chile de tener "amnesia" frente a una serie de "compromisos" que Chile habría suscrito en miras a buscar una solución a la mediterraneidad de ese país.
Desde la cancillería chilena señalaron que la presentación de Bolivia no tuvo "novedades" ni elementos "sorpresa".
Como sostuvo esta mañana el subsecretario de RR.EE Edgardo Riveros, "existe tranquilidad y plena confianza para la réplica que mañana efectuaremos, y en ese momento es la oportunidad para hacerse cargo de los aspectos que hoy merecieron más atención de lo que fue el alegato boliviano. Mayores detalles no puedo entregar porque forma parte de lo que va a ser mañana la alegación de nuestro equipo jurídico".
En la antesala de la réplica de Chile a los argumentos de Bolivia, La Tercera consultó a expertos en derecho internacional y asesores de la cancillería frente a la demanda sobre los temas que Chile debe plantear y evitar durante la segunda ronda de alegatos.
EVITAR DISCUSIÓN SOBRE "EL FONDO"
Durante la sesión de ayer, Bolivia enumeró una serie de declaraciones de autoridades chilenas en las que se daría cuenta de un "compromiso" para negociar. Ambos expertos coinciden es este uno de los temas que se debe evitar durante los 90 minutos que contará el equipo nacional para exponer este jueves ante La Corte.
El ex embajador y académico de la Universidad de Chile Jaime Lagos sostiene que "no creo que Chile entre en el detalle porque es precisamente el juego boliviano; el juego boliviano es que haya una discusión sobre el fondo. Abrir una discusión del fondo como intentaron sus litigantes creo que a Chile no le conviene".
"Bolivia está entrando en el fondo y Chile va a tener que cuidado para no entrar en el fondo. Pero es un difícil equilibrio el que se encuentra Chile, porque está claro que Bolivia quiere abrir el fondo, la historia, las supuestas obligaciones incumplidas. Obviamente Chile va a insistir en su interpretación y no la boliviana sobre el artículo VI, pero hoy día los bolivianos trataron de desvirtuar esa interpretación", agrega.
Lagos enfatiza que "si van a empezar a analizar cada caso, transferencia de territorio, Charaña, etcétera, los 13 puntos...Eso es entrar claramente en el tema de fondo. Yo creo que van a procurar eludirlo".
La abogada y académica de la Universidad de Chile Astrid Espaliat sostiene que el equipo jurídico chileno "tiene que simplemente reforzar la argumentación del día lunes, en el sentido de lo que significa el tratado de 1904, como un tratado que Bolivia cedió a perpetuidad un territorio y Chile le otorgó a perpetuidad ciertos derechos, esa es una palabra que Bolivia eludió permanentemente".
"Bolivia lo que hizo fue situarse en temas más de fondo, tratando de forzar la respuesta de Chile en esa línea. (Mathias) Forteau aludió a varios puntos de la memoria de Bolivia, donde está la controversia. Chile debe permanecer en la lógica de lo que es una excepción preliminar y las palabras del agente Bulnes así lo revelan", sostiene.
Para la asesora de la cancillería, "Bolivia decididamente tuvo una argumentación ligada al fondo de la cuestión y calificó la objeción preliminar de Chile como una objeción falsa. Naturalmente que Chile tiene que permanecer en su línea, reforzarla y señalar el significado que tiene el tratado de 1904".
¿SE DEBE RESPONDER A LOS 'RECURSOS ORATORIOS'?
La jornada de ayer, además, estuvo marcada por el uso de los llamados "recursos oratorios". Por ejemplo, la abogada Monique Chemillier-Gendrau acusó que "Chile se ha invadido de una extraña amnesia colectiva cuyos síntomas los presenta ahora".
Junto con esto la abogada aseveró "trata Chile de orientar a la Corte a una percepción alucinatoria que a él mismo lo afecta, se ve cegado por la luz del Desierto de Atacama que en otro tiempo fue boliviano, y así Chile ve un espejismo con dos obstáculos ante su competencia de la Corte", para incluso mencionar la obra literaria del chileno Luis Sepúlveda.
En esta misma línea, el abogado español Antonio Remiro Brotons, aseguró que "no podemos aceptar que el tratado de 1904 sea una especie de ácido corrosivo sobre la competencia de la Corte".
¿Debe Chile utilizar estos recursos? Jaime Lagos sostiene que "eso es lo más normal. En el juicio de Perú contra Chile frecuentemente los abogados hicieron estas alusiones literarias, ha habido famosos casos de recursos oratorios. No es perjudicial, eso le inyecta humor a los alegatos. Quizás eso le ha faltado un poco de Chile". Lagos recuerda el caso del abogadoAlain Pellet, quien llamó la atención en los alegatos por la demanda peruana por su estilo.
Espaliat dice que "no es necesario" recurrir a "artilugios". "La argumentación de Chile ha sido muy clara en la línea que se propuso defender. Y los artilugios utilizados por Bolivia vienen de la necesidad de situar a Chile como un país que conquistó territorios que eran de Bolivia. La abogada francesa lo dijo varias veces, junto con la palabra amnesia, otros señalaron que queríamos congelar la historia, lo que no es cierto".
"Entonces Bolivia busca a través de todas esas frases enviar el mensaje a los jueces y a la comunidad internacional de que supuestamente somos un país incumplidor de obligaciones jurídicas y que Bolivia segmenta declaraciones y de esa manera pretende construir una obligación jurídica de Chile de negociar con un resultado específico, que es cesión de territorio", sostiene.
Para Espaliat, "la obligación de negociar a la que alude Bolivia no está desprovista de un contenido, en definitiva esa obligación de negociar debería conducir a una salida soberana al pacífico y esta última frase es la que le da razón a la argumentación chilena".
¿QUÉ SIGNIFICA LA PREGUNTA DEL JUEZ GREENWOOD?
"Desearía preguntar lo siguiente: ¿En qué fecha mantiene Bolivia el que se concluyó un acuerdo respecto de la negociación relativa al acceso soberano?". Esta fue la interrogante que planteó el juez Christopher Greenwood al equipo boliviano al cerrar sus alegatos.
Para Jaime Lagos, es "bastante intrigante la pregunta". Si bien advierte que para pronunciarse con propiedad acerca de esto habría que revisar los textos de Bolivia, su primera interpretación es que "esto los pone en un aprieto, porque tiene que decir dónde se concretó este acuerdo. Esto tiene importancia también en esta supuesta amnesia chilena. Esto podría -pensando en voz alta- establecer una línea definitoria".
Astrid Espaliat coincide en que "esta es una pregunta que complica, entiendo que el juez Greenwood ve imprecisiones en la alegación de Bolivia, porque Bolivia dice que hay una promesa, un pacto en contraendo. 'Si usted sostiene que hay un acuerdo, ¿de cuándo es ese acuerdo?'".
Esta pregunta -a juicio de la abogada- "lo obliga a tomar una definición, porque Bolivia se ha movido en una indefinición, y la argumentación de Bolivia es que esto se ha ido construyendo en el tiempo…algo que se dijo en el año 20, en los años 70, etcétera".
"Esto además presupone que la argumentación Bolivia supone que todas las negociaciones fueron idénticas, y de ahí se construye la obligación y omite absolutamente las condiciones que se le pusieron a Bolivia, las contraprestaciones que debía realizar Bolivia. Si hay un acuerdo es porque doy algo y recibo algo, entonces Bolivia está todo el tiempo aludiendo al comportamiento de Chile, sin hacer referencia ninguna a las conductas que debería haber realizado Bolivia. Yo la interpreto así, coincido con Jaime Lagos", concluye.