Entre las 20.30 y 21.00 horas de anoche, la jefa de gabinete de Michelle Bachelet, Ana Lya Uriarte, se comunicó telefónicamente con la mayoría de los ministros del gobierno. Un poco antes, la propia Mandataria tomó contacto con los secretarios de Estado que conforman el comité político de La Moneda, entre ellos Rodrigo Peñailillo, Alvaro Elizalde y Ximena Rincón. El mensaje a los 23 jefes de carteras fue el mismo: la Presidenta les pedía disponer de sus cargos, para luego, en plazo máximo de 72 horas, ser notificados de si serían finalmente ratificados o removidos.
Casi una hora más tarde, en un hecho inédito, la propia Mandataria informó por televisión -en una entrevista a Mario Kreutzberger en T13- haber solicitado la renuncia de todos sus secretarios de Estado, para definir en un plazo máximo de tres días un ajuste a su gabinete. “Le voy a contar algo, hace algunas horas le pedí la renuncia a todos mis ministros y me voy a dar 72 horas para tomar la decisión de quiénes se quedan y quiénes se van”, afirmó.
La decisión de la Presidenta tomó por sorpresa al oficialismo y a la oposición, aunque se da luego de que sectores de la Nueva Mayoría intensificaran sus cuestionamientos a la conducción política de La Moneda en medio de los casos Penta-SQM y Caval.
De hecho, en los últimos días se incrementaron las críticas al titular de Interior por la forma en que ha encarado la polémica por las boletas emitidas a la empresa del recaudador de campañas Giorgio Martelli, que está siendo indagado en la arista SQM. Por eso, es que anoche se daba casi por segura la salida de Peñailillo. No obstante, los que en el oficialismo apostaban por su permanencia lo hacían asegurando que sacarlo significaría para Bachelet reconocer que su apuesta de gobierno -el primero de la Nueva Mayoría y no el quinto de la Concertación, como ella ha dicho- fracasó.
En Palacio también comentaron que otro de los ministros que dejarían el gobierno sería el titular de Hacienda, el PS Alberto Arenas. En esa línea, se apuntó a que la modificación del equipo de máximos colaboradores involucraría a todo el equipo político.
Detrás de la señal de la Mandataria, afirman en el oficialismo, estaría su apuesta por recuperar el liderazgo y revertir la caída en la popularidad reflejada en distintas encuestas (ayer Adimark ubicó su evaluación en un 31%). Por lo mismo, Bachelet también abordó anoche el caso Caval y, admitiendo errores propios y de su hijo Sebastián Dávalos, se mostró esperanzada en recuperar la confianza de la gente.
La incomoda situación del canciller
Aunque anoche la Presidenta se autoimpuso un plazo máximo de 72 horas para definir su nuevo equipo ministerial, en Palacio estiman que el cambio podría concretarse el viernes o incluso hoy mismo.
Y es que pese a los respaldos transversales de partidos de la Nueva Mayoría y la Alianza a su decisión, también hubo algunas aprensiones a la forma utilizada por la Mandataria y al virtual desgobierno que supone la inexistencia de un gabinete ratificado.
De hecho, en el oficialismo se comentó anoche la incomoda posición en que quedó el canciller Heraldo Muñoz, quien se encuentra en La Haya acompañando al equipo que defiende la postura chilena de objetar la competencia de la corte frente a la demanda boliviana.
En círculos de gobierno dan por segura la permanencia de Muñoz en el gobierno y admiten que su situación se analizó antes de que la Presidenta hiciera el anuncio. Sin embargo, primó la necesidad de solicitar una dimisión generalizada de todo el gabinete como un intento de dar un golpe de timón.
“Este es el momento para hacer un cambio de gabinete”, dijo Bachelet anoche, junto con señalar que la decisión no fue tomada antes por las emergencias vividas en Atacama y Calbuco. “Uno no puede traer, en algunas áreas, gente nueva que venga a aprender cuando la gente está urgida por la atención del gobierno. Por eso no he tenido tiempo de sentarme pensar a quién cambio y quién llega”, reconoció.
"El cambio de gabiente que todo el mundo esperaba finalmente ha llegado", señaló el presidente de la UDI, Hernán Larraín, luego de que la Presidenta Bachelet anunciara que le pidió la renuncia a todos sus ministros.
"Era absolutamente necesario, porque la crisis política ha golpeado con fuerza las puertas de La Moneda y no basta con algunas agendas que se han llevado adelante como la agenda de transparencia, que era absolutamente necesaria para resolver esta crisis", agregó.
Asimismo, indicó que "había dificultades en la gestión del gabinete, habían rechazos a las principales reformas que había llevado el gobierno, por lo tanto era necesario, no solamente rectificar el rumbo, sino que también cambiar el equipo que debía llevar adelante esta tarea de gobernar".
El presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, valoró la decisión de la Presidenta Michelle Bachelet de pedirle la renuncia a todo su gabinete, afirmando que es "un golpe de timón absolutamente necesario".
"La agenda del gobierno estaba sumamente entragada a cualquier cosa y lo que se requería era que el gobierno iniciara un proceso como corresponde, con un gabinete nuevo que empiece a preocuaprse de las prioridades de la ciudadanía", señaló en Canal 13.
"Estábamos entrampados en una cacería de locos, en la lógica de buscar quiénes eran responsables de una u otra boleta y el gobierno perdía su agenda", agregó.
"Todos van a sacar conclusiones y se van a hacer un picnic... finalmente desde la oposición queremos que el gobierno retome la agenda y se preocupe de las necesidades de la ciudadanía"
"Desde la oposición queremos que al gobierno le vaya bien... los cambios van a permitir recuperar la agenda", recalcó.
Tras el anuncio de la Presidenta Michelle Bachelet de que le solicitó la renuncia a todos los ministros de su gabinete y que tomará una decisión en 72 horas de quiénes se quedan y quiénes serán reemplazados, el timonel del PPD, Jaime Quintana, afirmó en Canal 13 que su partido respalda la decisióny aseguró que les "conmovió la entereza" de la Mandataria.
"Ella se tiene que hacer cargo de lo que corresponde y lo ha hecho una vez más. El PPD va a respaldar a la presidenta hasta el último día".
"Cualquiera sea la magnitud de este cambio, las personas que llame para formar este equipo, la decisión que ella tome, está respaldada", enfatizó.
Sobre la solicitud desde la Alianza sobre una salida del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, el timonel PPD sostuvo que "el cambio lo definirá la presidenta en los distintos ámbitos. La crisis es una crisis de confianza a nivel político y del mundo empresarial, no está personificado en un ministro en específico".
Desde la oposición tampoco quedaron al margen de las reacciones por el sorpresivo anuncio de cambio de Gabinete hecho por la Presidenta Michelle Bachelet y por el cual le solicitó la renuncia a todos sus ministros para dentro de las próximas 72 horas.
Tanto el diputado Pedro Browne (Amplitud), como el senador y presidente de laUDI, Hernán Larraín, al igual que su compañero de tienda, Juan Antonio Coloma, coincidieron en que esta situación era totalmente esperable.
Browne señaló en entrevista para el programa Vía Pública que no le gustó "ni la forma ni el fondo" a la hora de hacer el anuncio: "Hacerlo a través de una entrevista, comunicar al país que no hay gabinete (...) tenemos un gobierno congelado por tres días, creo que no es una buena idea. Genera más incertidumbre".
Consultado sobre quién debería salir del gabinete, el ex RN señaló que la decisión "es una tarea del propio gobierno. Se necesita liderazgo".
LARRAÍN (UDI): "CREO QUE 72 HORAS ES MUCHO TIEMPO"
Por su parte, Larraín aseveró que "esta situación no daba para más. Había necesidad de hacer cambios importantes. No eran suficientes los cambios en la agenda de transparencia, que por supuesto es absolutamente necesaria.Necesitaba cambios en el equipo".
Aunque no quiso sugerir nombre señalando que "no voy a pautear a la Presidenta", el senador gremialista aconsejó que "el gobierno tiene que definir un rumbo, en donde los problemas ciudadanos y las inquietudes de la gente sean la primera prioridad, y no tener una agenda política ideológica".
El líder de la UDI eso sí fue enfático en recalcar que el tiempo de 72 horas anunciado por la Mandataria es excesivo: "Me parece poco atinado que se tomen 72 horas para esta materia, (tomando en cuenta) la situacion inconfortable en que queda en estos minutos el canciller Heraldo Muñoz. Si lo confirmaran dentro de 24 horas, el problema se resuelve rápidamente (...) Esto deja en suspenso a todo el gabinete. Creo que 72 horas es mucho tiempo".
En el caso de Coloma, el senador se declaró "estupefacto" por el momento y el medio escogido por la Mandataria para comunicar la noticia al país: "Hacerlo tan mal, hacerlo en un programa de televisión (...) cuando uno cambia todo el gabinete, no se hace en un programa de televisión, se hace en La Moneda con cierta solemnidad".
El ex presidente de la UDI apuntó también que un anuncio de este tipo "no se hace en medio de un conflicto como el que tenemos en La Haya. Espero que en los próximos minutos el canciller (Muñoz) ojalá sea confirmado".
En un intento por contener la crisis del Gobierno y de las instituciones chilenas, cuando su popularidad está en un 31% y el rechazo a su gestión ha alcanzado un récord histórico de un 64%, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, ha tomado una decisión política drástica: ha solicitado la renuncia a todo su gabinete y se ha dado un plazo de 72 horas para anunciar a su nuevo equipo de ministros. “He considerado necesario hacer una evaluación de múltiples elementos, desde evaluación de gestión a, también, cuál va a ser el equipo que me va a acompañar a este nuevo ciclo”, ha señalado esta noche la mandataria socialista en una entrevista al Canal 13 de televisión.
La decisión de Bachelet, reclamada hace semanas por el mundo político, tiene como telón de fondo los escándalos de financiamiento irregular de la política investigados por la Fiscalía, que han desatado un escenario de crisis transversal tanto en el Ejecutivo, como en los partidos y las instituciones democráticas como el Congreso. La caída de su gabinete completo, sin embargo, apunta especialmente a su ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo. Considerado su hijo político y hombre clave de esta segunda Administración que debutó en marzo de 2014, la situación del ingeniero de 41 años resultaba insostenible desde que en febrero estalló el caso Caval, la trama que involucra a la nuera y al primogénito de Bachelet, Sebastián Dávalos, y que ha causado una herida a la confianza hacia la presidenta.
Cuando una publicación de la revista Qué Pasa destapó el 5 de febrero el millonario negocio inmobiliario de la empresa de su nuera Natalia Compagnon, Bachelet estaba de vacaciones junto a su familia en el sur de Chile, por lo que Peñailillo, desde Santiago, tuvo en sus manos la gestión de la crisis. La mandataria se encontraba en su casa de verano junto a Dávalos y su esposa y, desde este círculo, se responsabiliza al ministro del Interior de no haber dimensionado la gravedad de los sucesos, que terminaron una semana después con la renuncia del primogénito a su cargo en La Moneda y su muerte política. En la entrevista que esta noche la Jefa de Estado ha concedido al popular animador de televisión Mario Kreutzberger, Don Francisco, Bachelet se refirió a lo sucedido en esas horas clave del caso Caval: “Me llamaban por teléfono y me contaban partecitas. Si no, me habría devuelto de inmediato a Santiago”.
Peñailillo representaba hasta hace algunos meses la generación de recambio del conglomerado de centroizquierda Nueva Mayoría y, desde hace algunas semanas, ha tenido que enfrentar su propia crisis. A mediados de abril se conoció que había prestado servicios a Asesorías y Negocios (AyN), una empresa fundada por el recaudador de dineros para campañas políticas Giorgio Martelli, que recibió 245 millones de pesos de parte de la minera Soquimich, del exyerno de Augusto Pinochet, por trabajos que la Fiscalía sospecha que no se realizaron. Peñailillo aseguró que efectivamente había realizado informes, pero sin llegar a mostrarlos. El domingo pasado comenzó, sin embargo, a desplegar una operación mediática para comprobar la existencia de los estudios y, después de varias intervenciones erráticas, los dio a conocer en parte a través del diario La Tercera. Pero su situación se complicó en las últimas horas: párrafos de esos informes, según informó la prensa local, eran casi idénticos a uno publicado por Eurobask en 2009.
Con su ministro del Interior en problemas, las cifras de las últimas encuestas y los meses de escándalos políticos que incluyen a su familia, Bachelet nuevamente intenta tomar el control de la agenda pública con el anuncio de la caída de su gabinete. La mandataria lo había intentado el pasado martes 28, cuando informó de una reforma profunda contra la corrupción y un proceso constituyentepara formar una nueva Carta Magna que reemplace a la que realizó Augusto Pinochet en 1980. El efecto, sin embargo, apenas duró algunos días y nuevamente la situación se complicó por el ministro Peñailillo, que ha debido enfrentar en las últimas horas un fuerte cuestionamiento público y peticiones abiertas para su salida.
Bachelet se había resistido a este cambio de gabinete. Dilató la decisión por semanas, sobre todo a la espera de las elecciones internas de los partidos, como el socialista, que finalmente terminaron con la elección de Isabel Allende, hija del expresidente, que triunfó con el compromiso de apoyar lealmente al Gobierno. Bachelet se ha dado algunas horas para terminar de conformar su nuevo equipo de colaboradores, que con toda probabilidad contará con la presencia de varios de los ministros que actualmente conforman el Ejecutivo. La principal incógnita es la figura que reemplazará a Peñailillo en Interior porque la presidenta, desde su primera Administración, ha mantenido una relación complicada con los diferentes dirigentes que han ocupado ese cargo.
Luego de que la Presidenta Michelle Bachelet anunciara anoche que pidió la renuncia de todo su gabinete desde el Gobierno afirmaron que el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz -quien se encuentra en La Haya en los alegatos contra Bolivia en la CIJ-, continuará en el cargo.
La información fue confirmada desde el propio Palacio de Gobierno a El Mercurio cerca de la medianoche, señalando que la Mandataria nunca tuvo en su mente un cambio en la Cancillería.
Esto surge luego de los llamados desde algunos sectores políticos que pidieron que se aclare luego la situación del jefe diplomático nacional, al encontrarse en La Haya encabezando al equipo chileno en los alegatos en que se pide la incompetencia de la Corte Internacional de Justicia en la demanda marítima presentada por Bolivia.
Así, el timonel de la UDI, senador Hernán Larraín, sostuvo que el anuncio de la Presidenta "golpea particularmente al canciller, que esta en este minuto enfrentando un escenario muy difícil y la situación de renunciado lo deja en un estado de mucha debilidad. Si esto se resuelve en 24 horas se supera rápido, pero en 72 me parece que lo deja en una situación inconfortable que puede ser aprovechado por Bolivia".
También desde la UDI, el senador Juan Antonio Coloma sostuvo que me "hubiera esperado que la Presidenta realizara una excepción explícita respecto a la cancillería. Me imagino que este anuncio no va a incluir al canciller, pero con franqueza no es cómoda la situación en que lo deja. Espero que se aclare lo antes posible".
Asimismo, el senador RN Andrés Allamand dijo que "el canciller Muñoz debiera ser confirmado a más tardar mañana. No es razonable dejarlo a él en la incertidumbre".
En la misma línea, el diputado PS Fulvio Rossi planteaba que "el hecho de que se pida la renuncia a todos los ministros no significa que se vayan todos, pero es conveniente que se ratifique pronto al canciller Heraldo Muñoz".
El canciller Heraldo Muñoz descartó confirmar su continuidad en el gabinete, luego de que la Presidenta Michelle Bachelet anunciara en la noche de ayer que solicitó la renuncia a sus 23 ministros y que se dará un plazo de 72 horas para decidir quién se queda y quién se va.
El ministro sostuvo, por su parte, que "hoy día mi única preocupación es La Haya".
"La única cosa es que voy a decir es que estoy concentrado en las tareas de defender el interés nacional", por los alegatos orales de la demanda boliviana que se están llevando a cabo en la Corte Internacional de Justicia en La Haya, en Holanda.
El secretario de Estado aseguró, además, que "no me puedo referir a las decisiónes que le competen a la Presidenta de la República, y que serán expresadas en Santiago".
En esa línea agregó que "ha habido una comunicación que he tenido con ella (Bachelet) pero no ha sido directa y eso es reservado".
"Todos los ministros estamos en nuestros puestos hasta que se decida lo contrario y hoy día mi única preocupación es La Haya", añadió.
Esta ya que según recordó "la Presidenta ha dicho que todos los ministros tienen que trabajar normalmente".