Como una exposición sin mayores sorpresas. Así calificó el coagente Claudio Grossman la primera parte de los alegatos de Bolivia ante La Haya.
Durante el receso de los alegatos en Holanda, el coagente dijo que "creo que no han tenido ningún éxito en tratar de erosionar el tratado de 1904, porque hay una contradicción evidente. La simple lectura de ese tratado establece que a perpetuidad Chile tiene el dominio de la soberanía de los territorios que fueron determinados en ese mismo texto y que Bolivia reconoce eso. En segundo lugar, establece un acceso no soberano al mar y no hubo ninguna mención a ese acceso no soberano".
"Chile tiene a perpetuidad la soberanía sobre los territorios que fueron determinados en ese mismo texto y que Bolivia reconoce esto. En segundo lugar, establece un acceso no soberano al mar y no hubo ninguna mención a eso", remarcó.
Para el coagente "no hay ninguna novedad" en lo planteado por Bolivia. "Es lo que se esperábamos".
"FUEGOS ARTIFICIALES" Y "CITAS LITERARIAS"
Una de las intervenciones que llamó la atención fue la de la francesa Monique Chemillier-Gendreau, quien junto con calificar a Chile de una "amnesia colectiva" acusó a la defensa "de orientar a la Corte a una percepción alucinatoria que a él mismo lo afecta, se ve cegado por la luz del Desierto de Atacama que en otro tiempo fue boliviano, y así Chile ve un espejismo con dos obstáculos ante su competencia de la Corte".
"Sin embargo esto es lo propio de los espejismos que se desvanecen ante la realidad, así los obstáculos inventados por Chile no tienen más realidad que el de las rosas de Atacama, emanadas de la imaginación de Luis Sepúlveda, que florecen una vez al año y luego el sol de mediodía las calcina, esto es un evento que da gran satisfacción a quienes aman la literatura, sin embargo no puede ser el fundamento de una solución justa en un diferendo internacional que es un terreno concreto, cuando los espejismos se desvanecen, la objeción preliminar de Chile pierde su consistencia y nadie puede venir a obstaculizar la plena aplicación del Pacto de Bogotá en su numero XXXI sin que haya excepción en el numero VI del mismo pacto", aseveró la abogada de la defensa boliviana.
En relación a esto, el coagente Grossman dijo que "hubo algunos fuegos artificiales con citas literarias que no me parecen adecuadas".
"Esas cosas de alguna manera en mi opinión revelan la necesidad de recurrir a la literatura en un contexto jurídico", planteó.
A partir de las 5:00 am (hora chilena) el equipo jurídico de Bolivia presentará sus argumentos ante la Corte de La Haya por la demanda marítima. Esto, luego de que Chile impugnara la competencia de la instancia en el caso.
Lo que Bolivia solicita a la Corte es que rechace la excepción de incompetencia y que declare que la demanda marítima está dentro de su jurisdicción.
Bolivia niega que su acceso soberano al mar haya sido resuelto por el Tratado de 1904 y así lo confirmarían tanto los acuerdos que habría alcanzado con Chile como las declaraciones unilaterales de nuestro país en el sentido de concederle una salida soberana al mar.
En virtud de estas dos obligaciones, Chile se habría comprometido a negociar una salida soberana al mar para Bolivia con independencia de los establecido por el Tratado de 1904.
En esta línea, en el petitorio de su demanda, Bolivia solicita a la Corte que juzgue y declare que:
- Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de alcanzar un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso plenamente soberano al océano Pacífico.
- Chile ha incumplido dicha obligación
- Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia un acceso plenamente soberano al océano Pacífico.
LOS ARGUMENTOS
En esta línea, se espera que el equipo boliviano encabezado por el agente Eduardo Rodríguez Veltzé presente los siguientes argumentos:
La objeción de Chile no está comprendida en el artículo VI del Pacto de Bogotá
Según versa el documento entregado por Bolivia a La Haya, la objeción preliminar de Chile no está comprendida en el artículo VI del Pacto de Bogotá.
Esto, debido a que el objeto del reclamo de Bolivia no es la revisión o anulación del Tratado de 1904, sino que se refiere a la existencia y la violación de una obligación de negociar el acceso soberano al mar, algo que a su juicio no está regido por el Tratado de 1904.
Chile niega sus compromisos con Bolivia
La demanda boliviana afirma que Chile se ha comprometido, a través de acuerdos y actos unilaterales, a negociar un acceso soberano al mar para Bolivia.
Entre ellos destacan los tratados de 1895; declaraciones del Presidente Arturo Alessandri Palma en 1922; notas y propuestas de cancilleres y de distintas autoridades chilenas hasta 1961; la negociación de Charaña entre 1975-1978; compromisos de Chile en la OEA; conversaciones entre Carlos Mesa y Ricardo LaAgos; la Agenda de los 13 puntos, entre otros.
La demanda de Bolivia no se sustenta en el Tratado de 1904
A diferencia de los argumentos de Chile, que se centran el Tratado de 1904, la postura boliviana indica que "desde finales del siglo XIX se produjeron diversos acercamientos y gestiones para buscar una solución al enclaustramiento boliviano, lo cual evidencia que existe un problema pendiente entre ambos países".
"La demanda boliviana se basa en los numerosos compromisos asumidos por Chile, mediante actos unilaterales y convencionales formulados por Presidentes, Ministros de Relaciones Exteriores y representantes diplomáticos de ese país, de negociar un acceso soberano al mar con Bolivia, independientemente del Tratado de 1904", dice el gobierno de Evo Morales.
"Más aun, la demanda boliviana no tiene por objeto cuestionar el Tratado de 1904 ni los límites establecidos en él, sino crear un espacio de diálogo en el que ambos países de manera conjunta y velando por sus respectivos intereses puedan encontrar una solución al problema del enclaustramiento boliviano que durante más de 100 años ha constituido un obstáculo en sus relaciones".
La demanda boliviana está sustentada en el derecho internacional
Según la postura de Bolivia, la demanda marítima está plenamente sustentada en tratados internacionales y actos unilaterales, que conforme al derecho internacional generan obligaciones jurídicamente exigibles.
"Una demanda ante un tribunal internacional no puede, bajo ninguna circunstancia, ser considerada como un acto inamistoso u hostil entre Estados. El arreglo judicial constituye uno de los principales y más efectivos mecanismos de solución pacífica de controversias previstos por el derecho internacional", señalan los documentos bolivianos.
La demanda boliviana no amenaza a los tratados ni a las fronteras internacionales
De acuerdo a la postura de Bolivia, la demanda no busca alterar el orden internacional de los límites y fronteras, como tampoco amenazar los tratados internacionales. "Al contrario, Bolivia invoca el derecho internacional y sus principios para resolver, de manera concertada y de buena fe, su acceso soberano al océano Pacífico".
En esta línea, asegura que Bolivia intenta resolver la controversia con Chile por medios pacíficos.
La Constitución de 2009
Bolivia asegura que las presentaciones de Chile sobre la base de la Constitución boliviana de 2009 son irrelevantes. Según Bolivia, el reclamo marítimo es anterior a dicha Carta Fundamental.
Además, asegura que en la Constitución de 2009 no se pide la revisión o anulación del Tratado de 1904. Lo que sostiene es que se cumpla la aplicación de los acuerdos suscritos por Chile y Bolivia para negociar un acceso soberano al mar.
Mohammed Bedjaoui camina a paso firme por las calles de La Haya. A sus 85 años, el ex canciller argelino y ex presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) aparenta mucho menos edad de la que tiene mientras recorre las cuatro cuadras que separan el hotel Carlton Ambassador de la sede de la embajada boliviana en los Países Bajos, junto a los cinco abogados extranjeros que representan a Bolivia en el litigio con Chile ante el máximo tribunal de justicia.
Bedjaoui no figura en la lista oficial que entregó Bolivia a la secretaría de la corte con los nombres de la delegación que asiste al juicio de competencia interpuesto por Chile, para que el tribunal no siga adelante con la demanda marítima paceña. Tampoco asistió el lunes al Palacio de La Paz a la audiencia en que Chile entregó sus argumentos ante los magistrados y es seguro que no estará hoy, cuando a las 10 horas local (05 A.M en Chile), hagan lo suyo los representantes bolivianos.
Bedjaoui permanecerá ocultó en el hotel Carlton -cuartel central de la delegación boliviana-, monitoreando a la distancia el desempeño de sus colegas, tal como lo viene haciendo desde hace varios meses, cuando pasó a cumplir un papel central en la demanda paceña.
El argelino estuvo en Santa Cruz el pasado 13 de abril, cuando el presidente Evo Morales sostuvo la última reunión reservada con el equipo de abogados extranjeros de la demanda. Y en La Haya, ha estado presente en todas y cada una de las citas en las que se han revisado los textos con los argumentos con la posición boliviana en la contienda por la competencia. Miembros de la delegación paceña reconocieron a La Tercera que Bedjaoui es uno de los principales articuladores de la tesis de la obligación de negociar a partir de actos unilaterales. El es autor de varios textos jurídicos sobre la materia, razón por la cual el gobierno de Islas Marshall lo postuló como su juez ad-hoc a mediados del 2014 en las demandas que presentó contra Pakistán, India y Reino Unido, para obligarlos a negociar el cese de uso de armas nucleares.
El caso de las Islas Marshall está pendiente en la CIJ y el estatuto de la corte impide a los jueces ad hoc participar al mismo tiempo como abogados en otros procesos que se ventilan en el tribunal. Por eso, Bolivia ha mantenido en secreto el apoyo de Bedjaoui a la demanda marítima. La menuda figura del ex canciller argelino no pasa inadvertida en La Haya. Entre 1982 y 2001 fue juez de la corte, y entre 1994 y 1997 llegó a ser su presidente.
Por su larga experiencia como magistrado, Benjdaoui ha ayudado a Bolivia a preparar el caso con el objeto de impactar a los miembros de la corte.
Bolivia se prepara
El lunes, el equipo jurídico boliviano trabajó hasta pasada la medianoche en el Carlton Ambassador, revisando los argumentos que darán a conocer hoy y puliendo algunas cosas luego de conocer los alegatos chilenos. Los abogados junto a Benjdaoui cada cierto tiempo se reunían en una pequeña sala del segundo piso del hotel a intercambiar los documentos que estaban trabajando y luego, seguían cada uno por separado en sus habitaciones. Los juristas volvieron a reunirse ayer, primero en el mismo hotel y a partir de las 14.10, en la embajada, una vez que regresó el canciller David Choquehuanca de un paseo por Rotterdam.
La decisión de los bolivianos es no apartarse del libreto que tenían fijado para responder los argumentos chilenos. En tres horas, el agente Eduardo Rodríguez Veltzé y los abogados Antonio Remiro Bretón, Monique Chemillier-Gendrau, Mathias Forteau y Payam Akhavan expondrán que el objeto de la contienda de competencia presentada por Chile no tiene nada que ver con la demanda de Bolivia.
En la delegación chilena, que ayer se reunió en dos ocasiones en el hotel Hilton, preveían que los abogados de la contraparte utilizarían un lenguaje con más adjetivos y un tono más agresivo para acusar a Chile de “malinterpretar” y “tergiversar” los planteamientos bolivianos.
Los juristas de Bolivia no responderán a los argumentos de Chile, por el contrario, concentrarán la mayor parte de sus alegaciones en explicar varios de los procesos de negociaciones que se desarrollaron entre Chile y Bolivia después de 1948. En estrado sacarán a relucir declaraciones en las que Chile menciona la posibilidad de negociar “independiente del tratado de 1904” o “preservando los intereses del tratado de 1904”, una fórmula que se hizo habitual en la cancillería chilena desde el año 50 en adelante en las comunicaciones con Bolivia y que hoy puede convertirse en un arma para la argumentación boliviana (ver nota secundaria).
“Para Bolivia entre más puedan acercarse al tema de fondo de la demanda, es más conveniente para ellos”, señaló ayer Felipe Bulnes.
Fue el 13 de diciembre de 2011 cuando la Dirección de Reivindicación Marítima de Bolivia (Diremar) realizó un seminario en el que uno de los expositores era el ex canciller peruano Manuel Rodríguez Cuadros.
El diplomático había sido hasta meses antes embajador de su país en La Paz, y en su gestión reforzó los acercamientos a nivel bilateral.
Durante esa jornada, Rodríguez Cuadros, considerado uno de los padres de la demanda por delimitación marítima de Perú contra Chile que La Haya sentenció en enero de 2014, dio varias sugerencias a los representantes bolivianos para configurar las bases de una presentación ante el tribunal internacional.
Basándose en la teoría de los actos propios de los Estados y en el derecho internacional de los Tratados, la exposición de Rodríguez Cuadros buscó demostrar la existencia de una obligación a negociar por parte de Chile un acceso soberano al Océano Pacífico para Bolivia, sin compensaciones de carácter territorial.
Ese día el diplomático peruano estuvo acompañado por la entonces embajadora de su país en Bolivia, Silvia Alfaro.
En su exposición, el ex canciller aludió a las negociaciones diplomáticas como forma de solución de controversias que podrían ser exigibles ante tribunales internacionales.
Así, se fue configurando un argumento por parte de Bolivia sobre la base de los denominados actos unilaterales. En este caso, se enfatizó en aquellos con posterioridad a 1948, ya que el artículo seis del Pacto de Bogotá impide a la Corte discutir asuntos ya resueltos por las partes antes de esa fecha.
Por ello, durante meses La Paz concentró sus esfuerzos en recopilar documentación, entre ellos; las notas reversales de 1950, entre el canciller chileno Horacio Walker y el embajador boliviano Alberto Ostria Gutiérrez; la negociación de Charaña; y episodios más actuales, como la agenda bilateral de 13 puntos, instalada en el primer Gobierno de Michelle Bachelet, y que incluyó el tema marítimo de manera oficial en las conversaciones entre ambos países.
La tesis boliviana
La base de la defensa paceña estará concentrada en los actos propios en que Chile ha mostrado, a juicio de Bolivia, voluntad de negociar de forma independiente al Tratado de 1904 el tema del mar.
A lo largo de la ruta que llevó al país vecino a demandar a Chile, un hombre clave que apareció fue el abogado español Antonio Remiro Brotons, considerado el otro padre de la demanda y que hoy será pieza trascendental en la performance boliviana ante la Corte.
En el alegato de hoy, tal como lo hizo Chile al aludir a la excepción preliminar del caso entre Nicaragua y Colombia, la defensa boliviana podría repasar situaciones de juicios entre países como Australia y Francia (1974), en que la Corte planteó que una negociación comprende una obligación de comportamiento y una obligación de resultado.
Otro caso que podría estar sobre la mesa es uno entre Camboya y Tailandia por el conflicto sobre el templo de Preah Vihear.
Con todo, Bolivia buscará mostrar que Chile ha reducido sus ofertas a La Paz en el tema marítimo y conseguir que la Corte se vea obligada a pronunciarse sobre el fondo del caso, lo que asegura, al menos, que el juicio se extienda por dos o tres años más para llegar al dictamen final.
Ayer el equipo boliviano se concentró en preparar los últimos detalles para la jornada de hoy, y uno de los que habló fue el ex canciller Armando Loayza. “Los países estamos condenados a entendernos”, dijo en alusión a un escenario post La Haya y que viable un buena relación tras el juicio.
“Creo a futuro en un negociación de fondo del tema marítimo”, planteó el diplomático boliviano.