Por Martín Bidegaray.
Las petroleras quieren aumentar el precio de los combustibles en 10 centavos a partir de pasado mañana o el viernes. Así se lo hicieron saber al ministerio de Economía. Es por la devaluación del peso frente al dólar correspondiente a abril.
Sin embargo, todavía no tuvieron respuesta por parte del Gobierno.
Después de bajar un 5% en enero, las petroleras recompusieron los importes de los combustibles durante febrero, marzo y abril, siempre a un promedio del 1% mensual. En sus planes también estaba aplicar esa recomposición durante mayo, pero aún no estaría la luz verde del Poder Ejecutivo.
Las veces anteriores que aplicaron aumentos durante este año, las compañías tuvieron un guiño del ministerio de Economía por lo menos cinco días antes de remarcar en los surtidores. En esta ocasión, la venia oficial se está haciendo esperar.
En diciembre del año pasado, cuando el Gobierno y las empresas acordaron un precio de US$ 77 por barril –lo que reciben las empresas productoras por vender su petróleo a los refinadores locales–, se estableció que los futuros ajustes de precios al público serían en función de las variaciones en el tipo de cambio.
Las firmas que despachan combustible (YPF, Shell, Esso/Axion, Petrobras) compran petróleo crudo a los productores en un precio pactados en dólares. Luego, lo pagan en pesos al tipo de cambio oficial, que se depreció 10 centavos durante abril.
El silencio oficial estaría relacionado con la intención de moderar los reclamos gremiales de cara a las paritarias.
De avanzar el incremento, la nafta súper de YPF en Buenos Aires –los precios más bajos del país– pasaría de $ 11,61 a $ 11,70, mientras que el diesel subiría de $ 10,56 a $ 10,66 y la “premium”, de $ 13,08 a $ 13,20. Esso/Axion suele tener precios muy cercanos a los de YPF, mientras que Shell.
Las empresas estimaron una recomposición del 15% para este año, en línea con la devaluación oficial. En el sector prefieren no hablar al respecto, pero hacia adentro consideran los ajustes como inevitables. “El Gobierno elige si quiere las subas mensuales, de 1%, o esperar un período más largo para luego permitir una actualización de aumentos que se van acumulado”, razonan. En este escenario, si Economía no autoriza un aumento en mayo, luego se incremento se acumulará con el previsto para junio.
Cada 1% de aumento en los combustibles supone que los consumidores gasten $ 2.500 millones más para llenar sus tanques. Esto incluye impuestos, muy elevados en este sector.