El Gobierno falló en contener las negociaciones salariales por debajo del 30% y el gremio "testigo" lanza su primera medida de fuerza. El sindicato mantuvo su reclamo de una suba del 32% y los empresarios no ofrecieron más del 25 por ciento. La huelga será nacional.
Fracasó la nueva reunión paritaria del sector metalúrgico y la UOM ya anunció un paro de 36 horas que comenzará el próximo miércoles.
Se trata de una medida de fuerza que golpea fuerte al Gobierno. El gremio es liderado por Antonio Caló, secretario general de la CGT más afín a la Casa Rosada.
La decisión fue tomada luego de que fracasaran las negociaciones con los empresarios del sector que fijaron en un 25% el tope de aumento para este año.
La propuesta de los privados está en sintonía con las ambiciones del kirchnerismo que busca contener los salarios para evitar que se dispare la inflación.
La medida de fuerza llega después de 7 encuentros con los empresarios, donde ofrecieron subas del 25%, muy lejos del reclamo de los trabajadores.
A la salida del encuentro, el mismo Caló habló ante los periodistas y convocó a la primera medida de fuerza de peso que deberá enfrentar el gobierno y que complica aún más el panorama de las paritarias para este año.
En la puerta del Ministerio de Trabajo, Caló precisó que la huelga será acompañado por una movilización. "La negociación nunca se cierra, pero hoy no hay cuarto intermedio", apuntó.
Crece la tensión en las negociaciones salariales. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), gremio testigo de la CGT oficialista para las conversaciones paritarias, anunció un paro de 36 horas luego de que los empresarios se negaran a subir su propuesta de un 24% de aumento.
La medida de fuerza comenzará este miércoles a las 12 del mediodía. Antonio Caló, titular de la UOM y la CGT oficialista, aclaró que eso no significa una ruptura de las conversaciones. "La negociación nunca se cierra, pero hoy no hay cuarto intermedio", indicó a la agencia estatal de noticias Télam.
Dirigentes de la UOM y las cámaras empresarias metalúrgicas se reunieron este lunes en el Ministerio de Trabajo para intentar destrabar las conversaciones. Pero no hubo caso. Mientras las compañías insisten en ofrecer un 24 por ciento, el gremio reclama un aumento de alrededor del 30% que lleve el salario inicial a $8.500.
Durante el fin de semana, distintos gremios denunciaron pedidos del Gobierno para fijar un techo de 25% a las paritarias de este año. A la sugerencia se sumó el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez. Rápidamente, los gremios se pusieron en pie de guerra.
El primero en denunciar públicamente la estrategia del kirchnerismo fue Armando Cavalieri, titular del Sindicato de Empleados de Comercio, quien reveló que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, le reconoció que recibía "órdenes superiores" para no avalar subas del 30 por ciento.
"No habla bien de Axel Kicillof esto de imponer una barrera al salario", juzgó el sindicalista, quien comparó esa postura con la que esgrimía el ex ministro de Economía "Domingo Cavallo, que decía permanentemente 'a mayor salario, mayor inflación'".
La intención de buena parte de la dirigencia sindical es definir hoy mismo un pronunciamiento crítico contra la actitud del Gobierno y rechazar cualquier imposición de techos para los aumentos.
En ese marco esta semana habrá reuniones en la UOM; el Sindicato de Empleados de Comercio y el de Aceiteros. Todos dejaron abierta la posibilidad de realizar medidas de fuerza en reclamo de una suba "razonable" ante la inflación.
