Con una economía en crisis, el país gobernado por Nicolás Maduro debe desembolsar casi u$s 8.000 millones en pagos de capital e intereses este año
por HENRY SANDERSON Y NEIL HUME
Venezuela recurrió a Wall Street en busca de ayuda para asegurarse fondos en dólares estadounidenses en un momento en que el país enfrenta una crisis económica que le impide pagar importaciones de artículos de primera necesidad como alimentos, medicamentos y hasta papel higiénico.
El Banco Central del país ha canjeado parte de sus reservas en oro por u$s 1.000 millones en efectivo a través de un complejo acuerdo con Citi, según allegados con la operación.
El convenio abastecerá de la tan necesitada divisa extranjera al gobierno socialista del Presidente Nicolás Maduro mientras lucha contra una inflación galopante, escasez crónica de artículos de uso diario y una economía que se contrae debido a la caída del precio del petróleo.
En marzo, el Presidente Barack Obama describió al país latinoamericano como una amenaza a la seguridad nacional, además de restringir los viajes y congelar los bienes de algunos venezolanos. Previamente, Venezuela había ordenado a Washington que redujera su personal diplomático local.
La estructura precisa de la operación no está clara pero, según recientes informes en los medios, Caracas prometió 1,4 millones de onzas troy en oro el equivalente a 3.500 lingotes de oro, o 14% de las reservas del metal de Reino Unido a cambio de alrededor de u$s 1.000 millones en efectivo. Venezuela también pagará interés sobre los fondos, aseguran los informes.
A los precios actuales, los lingotes valen casi u$s 1.700 millones, lo que brinda un colchón a Citi por si retroceden los precios. El oro cayó 36% desde que llegó a un pico en 2011 pero se recuperó 1,8% este año hasta alrededor de u$s 1.200 por una onza troy.
Venezuela tiene las reservas petroleras más grandes del mundo pero se espera que su economía se retraiga 7% este año mientras que la inflación probablemente supere el 150%, provocada por la impresión de dinero para financiar un déficit fiscal que se estima a un 20% del PBI.
Mientras tanto, sus reservas de divisas se redujeron y en abril las reservas internacionales ascendían a sólo u$s 19.000 millones, el nivel más bajo en 11 años. Alrededor de u$s 14.000 millones de estas reservas son en oro, y la mayor parte de los lingotes están guardados en el banco central en el centro de Caracas.
Venezuela tiene que desembolsar casi u$s 8.000 millones en pagos de capital e intereses este año, según el economista Alejandro Arreaza de Barclays.
Aunque hasta ahora ha cumplido con sus pagos de deudas, Moodys Analytics ubica al gobierno venezolano en el segundo con más posibilidades de caer en default, después de Ucrania.
Venezuela se ubica con 377 toneladas de oro en el lugar 16º del ranking de mayores en reservas del metal en el mundo, según el Consejo Mundial del Oro.
El fallecido presidente Hugo Chávez, diciendo que liberaría a Venezuela de la "dictadura del dólar estadounidense", ordenó al banco central que se deshiciera de los "billetes verdes" y comenzara a amasar oro. Hace cuatro años, como salvaguardia contra la inestabilidad del mercado, transportó la mayor parte del oro guardado en el extranjero de vuelta a Caracas.
La operación con Venezuela es un éxito para Citi, que viene ampliando su negocio de materias primas, mientras que sus rivales incluyendo a Barclays, Credit Suisse y Deutsche Bank se han estado retirando del sector debido a las mayores regulaciones.
Citi también ha participado del programa de cobertura petrolera de México el mayor de su tipo en los mercados de materias primas y también cerró contratos de derivados con el gobierno marroquí para cubrir el costo del combustible importado.