Tres años atrás, la presidenta Cristina Kirchner enviaba un proyecto de ley al Congreso para expropiar el 51 por ciento del patrimonio de YPF correspondiente a la española Repsol, quien controlaba la mayoría del paquete accionario junto al grupo empresario argentino Petersen de la familia Eskenazi.
La iniciativa, que declaró “de interés público nacional” la actividad de hidrocarburos del territorio de la República Argentina, modificó los parámetros de la compañía, ya que desde sus comienzos se enfocó en recuperar el autoabastecimiento energético, a diferencia de la anterior gestión que había agotado las reservas.
Desde aquel tiempo hasta el presente muchas cosas se modificaron en la vida de la petrolera, entre ellas la situación de su red de estaciones de servicio abanderada. Como rasgo distintivo vale destacar que se superó la escasez de combustibles imperante hasta ese entonces, se mejoraron las ventas, se recuperó el diálogo, se incrementaron las comisiones de los productos premiums y se flexibilizaron fuertemente las condiciones crediticias.
De acuerdo a datos oficiales, los despachos de naftas y gasoil al público en los surtidores de la compañía estatal se incrementaron durante este lapso 17.5 por ciento. Se duplicaron en algunos casos, como el del Diesel Ultra (Euro), mejoraron en la súper y la Premium y cayeron en el gasoil tradicional.
La preferencia de los automovilistas por la marca trepó del 53 al 59 por ciento, gracias a la calidad de sus productos y el servicio que se ofrece en sus bocas de expendio, atributos que son acompañados por su política de precios más bajos que la competencia y de lanzamientos estratégicos como la Nafta Infinia, única en el mercado por sus condiciones. También sumó el relanzamiento de Serviclub, la tarjeta de fidelización que cuenta con más de un millón de socios activos y las acciones promocionales.
En lo que respecta a equipamiento, la empresa viene realizando una fuerte inversión en imagen, tanques y surtidores (94 MUSD durante el período 2012-2014) que contribuye a que las estaciones incrementen sus ventas y reduzcan sus gastos de mantenimiento. Del mismo modo, se avanzó con la renovación de los contratos de embanderamiento y se mejoraron otras cuestiones, tales como reducir el plazo de pago de las comisiones YPF en Ruta, el canon de GNC, fee de uso y gastos de mantenimiento.
Asimismo todos los años la compañía asiste económicamente a las bocas más comprometidas para garantizar su sustentabilidad. “Los beneficios de los estacioneros desde el 2012 se incrementaron más del 200 por ciento en relación a los costos operativos”, afirman desde la empresa. No obstante, sugirieron a los expendedores buscar mejoras en el incremento de la productividad, optimizar el servicio, fidelizar a más clientes y ser más eficientes en la gestión operativa.