Un león rugiente. Así se presenta India en su campaña para posicionarse como el nuevo polo industrial del mundo. El gobierno de Narendra Modi lanzó "Make in India" en septiembre 2014, con el objetivo de reposicionar la marca del país y atraer inversiones al sector industrial. Menos de un año después, el nuevo discurso y las reformas del gobierno parecen dar resultado. La confianza de las empresas y consumidores indios ha llegado a niveles récord. Las expectativas han sido impulsadas también por los pronósticos. Según el Fondo Monetario y el Banco Mundial, desde hoy y por los próximos cinco años, India crecerá más rápido que China. Mientras India crecería a un rimo de 7,6% anual a 2020, China se desacelerará a una expansión en torno a 6,3%.
Esto no significa, sin embargo, que India esté preparada para suplir a China como motor económico y consumidor de materias primas. Shan-Jin Wei, economista jefe del Banco de Desarrollo Asiático (ADB, en inglés), atribuye el crecimiento indio a una combinación de reformas, un entorno externo favorable (por el menor costo del petróleo, del que el país es importador) y la fórmula como se calcula el PIB. Pero a nivel de desarrollo, señala Wei, India tiene una década de retraso.
Con un PIB estimado para 2015 de US$ 2.308 billones (millones de millones), la economía India es apenas un quinto de su vecino del norte. A pesar de tener poblaciones similares, entre 1.200 millones y 1.300 millones de personas, con fuerte componente rural. No siempre fue así, hace 30 años, la economía china era apenas 25% más grande que la de su par indio. Pero los 80 y 90 marcaron caminos distintos. Mientras China creció a tasas de dos dígitos, tras convertirse en uno de los principales productores de manufacturas del mundo; India vivió varios años de bajo crecimiento, en gran parte consecuencia de resistencia a las reformas. "India no está tan desesperada como China cuando inició sus cambios. Además, su modelo económico socialista, pero controlado por grandes empresas privadas, presenta un desafío para las reformas pro crecimiento", explica Wei.
India quiere repetir la historia de China y convertirse en una maquinaria exportadora. Pero las diferencias son enormes. India (142) aparece 52 puestos por detrás de China (90) en el ranking Doing Business; China exporta el 11,5% de los bienes mundiales, mientas India apenas el 1,7%. India aparee detrás de China en los rankings de infraestructura, percepción de corrupción y ambiente general para hacer negocios.
Consumo y commodities
Pero las promesas son grandes. Según estimaciones de Deloitte, India podría ser el mayor mercado de consumidores del mundo hacia 2030, debido al crecimiento de su clase media. PricewaterhouseCoopers estimó en 2011 que India será la economía de mayor crecimiento hacia 2050 y podría, en 2045, superar a Estados Unidos en tamaño ajustado a poder de paridad de compra. Esto se traduciría en más consumo de bienes y materias primas.
Durante su visita a la feria Industrial de Hannover, Alemania, a mediados de abril, el primer ministro indio, Narendra Modi, detalló los planes de su gobierno para invertir a 2017 US$ 1 billón (millón de millones) para construir 60 millones de viviendas, megaproyectos eléctricos por 4.000 Megawatts, y mejorar la infraestructura ferroviaria y de transportes. Los analistas estiman que esto disparará el consumo indio de commodities . "La demanda de acero podría duplicarse en los próximos cinco años y no me sorprendería si la demanda de los metales no ferrosos como el cobre y el aluminio crece al doble del ritmo", afirmó a Bloomberg Kunal Shah, jefe de investigación de materias primas de Nirmal Bang Securities en Mumbai.
Barclays proyecta que India podría superar a los Estados Unidos y convertirse en el segundo mayor consumidor de cobre, aluminio y zinc a partir de 2020. Ya el año pasado, India desplazó a Estados Unidos como el cuarto consumidor del cobre chileno. Pero, en Cochilco moderan las expectativas. "Asumiendo que el consumo de cobre refinado de India aumenta en promedio 6% anual, el consumo pasaría de 764 mil toneladas en 2014 a 1,4 millones de toneladas en 2024. Si bien es un aumento relevante, representaría aproximadamente el 4% del consumo mundial de cobre. Sin embargo, China continuaría liderando el consumo con una relevancia superior al 50% a nivel global", explica Sergio Hernández, vicepresidente ejecutivo de Cochilco.
A modo de comparación, Hernández detalla que en la próxima década India aumentaría su consumo de cobre en 640 mil toneladas, en tanto China lo haría en 3,5 millones de toneladas, aproximadamente.
A diferencia de lo ocurrido en China desde 2000, India no experimentaría un aumento explosivo del consumo de cobre, pues no se prevé una expansión industrial de igual magnitud. Pero otros commodities mineros, como hierro y acero, tendrían mayor potencial de consumo, dice Hernández, debido a los anunciados programas de construcción de nueva infraestructura.