La mitad de las 41 compañías de fractura hidráulica que operan en los Estados Unidos estarán muertas o habrán sido vendidas para fin de año debido a los recortes de gastos de las empresas petroleras, dijo un ejecutivo de Weatherford International.
Podrían quedar unas veinte compañías de servicios de fractura hidráulica, declaró Rob Fulks, director de comercialización de bombeo a presión de Weatherford, en una entrevista que tuvo lugar el miércoles en la conferencia IHS CERAWeek de Houston. La demanda de fracking, método de producción que junto con la perforación horizontal impulsó el auge de la producción estadounidense de petróleo y gas natural, se ha reducido, mientras los clientes dejan los pozos incompletos debido a la baja de los precios.
A comienzos de año, había 61 proveedores de servicios de fracking en los Estados Unidos, el mayor mercado mundial. La fusión de los grandes actores comenzó con el anuncio de Halliburton Co. de que planeaba comprar Baker Hughes Inc. en noviembre por US$34.600 millones y el de C&J Energy Services Ltd. de que adquiriría la empresa de bombeo a presión de Nabors Industries Ltd.
Weatherford, que opera la quinta mayor empresa de fracking de los Estados Unidos, se ha visto obligada a reducir “drásticamente” los costos como respuesta a la demanda de los clientes, dijo Fulks. La compañía pudo negociar rebajas de precios de las minas que le proveen arena, material que se usa para ampliar las fracturas de las rocas que permiten que los hidrocarburos fluyan.
Las compañías petroleras están recortando gastos por valor de US$100.000 millones en todo el mundo luego de la caída de los precios. Se prevé que el precio del fracking bajará 35% este año, según PacWest, una división de IHS Inc.
Si bien muchas grandes firmas de capital riesgo están estudiando la compra de empresas de fracking, el diferencial entre el precio de compra y el de venta por el momento es demasiado grande, dijo Alex Robart, director de PacWest, en una entrevista en CERAWeek.
Fulks no accedió a decir si Weatherford tiene interés en adquirir otras compañías de fractura hidráulica o sus equipos en desuso.
“Al pasar, vemos depósitos y puertas cerrados con llave”, señaló. “No es bueno para los equipos paralizar algo, ya se trate de un avión, una bomba de fracking o un auto”