Según indica el comunicado de Cancillería, la preocupación surge a raíz de "la falla en el funcionamiento de la válvula de seguridad (“blow-out preventer” –BOP–) del pozo de exploración que está siendo perforado en el área denominada “Isobel Deep”, en la plataforma continental argentina cercana a las Islas Malvinas por la plataforma Eirik Raude".
Esta plataforma pertenece y es operada por la empresa Ocean Rig Management, contratada por el consorcio integrado por las empresas Falkland Oil and Gas Limited (FOGL), Premier Oil Limited y Rockhopper Exploration PLC.
A su vez, la Cancillería explicó que de acuerdo con los comunicados de prensa emitidos en la fecha por las empresas FOGL y Rockhopper, la perforación en el área de “Isobel Deep” debió suspenderse a 1.273,9 metros de profundidad a raíz de un mal funcionamiento del “blow-out preventer” (BOP), mecanismo esencial de prevención con que cuentan las plataformas hidrocarburíferas para controlar el pozo.
"Este mecanismo actúa preventivamente ante la circunstancia de un eventual derrame líquido o gaseoso en caso de influjo de gas, petróleo o agua, permitiendo el manejo del incidente y evitando la contaminación del medio ambiente marino", indicó Cancillería y agregó que "una falla en estos sistemas fue la que provocó la tristemente célebre catástrofe ambiental en el Golfo de México".
Además, el comunicado señala que "este no es el primer incidente de la plataforma Eirik Raude".
En noviembre de 2014, perforando un pozo en espacios marítimos de Sudáfrica, la actividad debió suspenderse por problemas mecánicos en la plataforma, debiendo abandonar las operaciones.
Por su parte, en 2005 la plataforma registró al menos tres incidentes mientras operaba en el Ártico, hechos que motivaron la preocupación de las autoridades reguladoras noruegas.
Asimismo, durante la ilegítima campaña de perforación llevada a cabo en 2012 en la plataforma continental argentina frente a las Islas Malvinas, la plataforma petrolera Leiv Eirikson –también perteneciente a Ocean Rig– sufrió una avería en boca de pozo. Afortunadamente, dicho incidente no tuvo mayores consecuencias porque no había petróleo en dicho pozo.
A su vez, el comunicado señala que "un derrame de petróleo de magnitud en el área de Malvinas tendría un impacto significativo en el ecosistema, que podría perdurar durante décadas. Las aguas circundantes a Malvinas son ampliamente conocidas por su rica diversidad".
Existen en esta zona áreas de reproducción y alimentación de numerosas especies de mamíferos y aves marinas, varias de las cuales son objeto de protección internacional a través de convenios multilaterales específicos, en razón de su elevada vulnerabilidad y frágil estado de conservación.
Por otro lado, la Cancillería argentina informó que "según los últimos escenarios de derrames ensayados por las propias empresas involucradas, uno que ocurriera en el pozo que por estos días se perfora en la cuenca situada al norte de las Islas Malvinas tendría altas probabilidades tanto de alcanzar la costa de aquéllas como las costas de la Isla de Tierra del Fuego".
El 2 de marzo pasado, el Gobierno argentino comunicó a su par del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte su formal y "enérgica" protesta por el inminente inicio de actividades de perforación en búsqueda de hidrocarburos al norte de las Islas Malvinas, en áreas de la plataforma continental argentina sometidas a la ocupación ilegítima británica.
Igualmente, el 9 de marzo presentó una nota a la empresa Ocean Rig, propietaria de la plataforma Eirik Raude, mediante la cual insta a la empresa a abstenerse de realizar actividades no autorizadas de exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma continental argentina, y advirtió sobre las posibles consecuencias legales de su accionar.
Y el pasado 9 de abril la Cancillería argentina y el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, con el patrocinio de la Procuradora del Tesoro de la Nación, presentaron ante la Procuración General de la Nación una denuncia penal contra las empresas Rockhopper Exploration plc, Premier Oil plc, Falkland Oil And Gas Limited, Noble Energy Inc. y Edison International SpA, por llevar adelante actividades de exploración de hidrocarburos en la plataforma continental argentina sin haber obtenido la correspondiente autorización de la Secretaría de Energía.
La Cancillería argentina expresó su preocupación por el riesgo ambiental que podría provocar una falla en una plataforma petrolera que está operando en aguas cercanas a las Islas Malvinas y pertenece una empresa con antecedentes de derrame de petróleo.
Según indica un comunicado de Cancillería, la preocupación surge a raíz de "la falla en el funcionamiento de la válvula de seguridad ("blow-out preventer" –BOP–) del pozo de exploración que está siendo perforado en el área denominada "Isobel Deep", en la plataforma continental argentina cercana a las Islas Malvinas por la plataforma Eirik Raude".
Esta plataforma pertenece y es operada por la empresa Ocean Rig Management, contratada por el consorcio integrado por las empresas Falkland Oil and Gas Limited (FOGL), Premier Oil Limited y Rockhopper Exploration PLC.
A su vez, la Cancillería explicó que de acuerdo a las empresas FOGL y Rockhopper, la perforación en el área de "Isobel Deep" debió suspenderse a 1.273,9 metros de profundidad a raíz de un mal funcionamiento del "blow-out preventer" (BOP), mecanismo esencial de prevención con que cuentan las plataformas hidrocarburíferas para controlar el pozo.
"Este mecanismo actúa preventivamente ante la circunstancia de un eventual derrame líquido o gaseoso en caso de influjo de gas, petróleo o agua, permitiendo el manejo del incidente y evitando la contaminación del medio ambiente marino", indicó Cancillería y agregó que "una falla en estos sistemas fue la que provocó la tristemente célebre catástrofe ambiental en el Golfo de México".
El comunicado señala que "este no es el primer incidente de la plataforma Eirik Raude", que acumula cuatro inconvenientes entre 2005 y 2014.
La Cancillería argentina informó que "según los últimos escenarios de derrames ensayados por las propias empresas involucradas, uno que ocurriera en el pozo que por estos días se perfora en la cuenca situada al norte de las Islas Malvinas tendría altas probabilidades tanto de alcanzar la costa de aquéllas como las costas de la Isla de Tierra del Fuego".