Además de crudo, naftas, gasoil y lubricantes, YPF comenzará a producir arenas. Si bien para muchos puede sonar ajeno que una empresa petrolera amplíe su actividad hacia este segmento, se trata de un insumo clave para explotar yacimientos no convencionales, como Vaca Muerta.
Su impacto, además, se observa en la esfera económica. “Las arenas de sostén representan entre el 5 y el 9 por ciento del costo total de un pozo no convencional”, plantea Agustín Torroba, consultor en Montamat y Asociados. De esta manera, la apuesta de YPF es reemplazar arenas importadas por las producidas localmente para recortar sus gastos en insumos y, así, disminuir los costos de su actividad. Pero concretamente, ¿qué son las ‘arenas de sostén’?
Son arenas especiales que cumplen un rol clave en la técnica del fracking. Ésta consiste en la fractura hidráulica de rocas a gran profundidad, mediante la inyección a alta presión de una mezcla de agua (95%), productos químicos (0,5 %) y las arenas de sostén (4,5 %).
La presión del agua es la que rompe la roca, y la arena ingresa en esos microcanales para mantener la porosidad y permitir la extracción hacia la boca del pozo. “Se colocan las arenas de sostén para que la roca no vuelva a cerrarse y quede una especie de tamiz. Por esas fractura filtran los hidrocarburos,”, ilustra Agustín Torroba, consultor en Montamat y Asociados.
Las arenas de sostén, explica Torroba, tienen características específicas que para su utilización en estas tareas. “Una de las propiedades más importantes es que tiene que tener una resistencia al aplaste mayor que una arena común, porque estás perforando a 2000 metros de profundidad, se le está derrumbando todo el peso de la roca encima y entonces necesita resistir ese aplaste”, detalla.
Además, agrega, “debe conservar conductividad, es decir, que en esa resistencia al aplaste queden orificios para que pueda migrar el petróleo”.
Existen, a su vez, distintos tipos de arenas de sostén (llamadas ‘proppant’ en inglés), que se diferencian según su composición y su procesamiento: las arenas silíceas; las resinadas, arena tratada especialmente en plantas en las que se le coloca una capa de resina para incrementar su resistencia; y las cerámicas, que presentan un nivel de dureza superior.
Actualmente, la Argentina importa arenas por un total de US$ 500 millones al año, para abastecer la demanda del conjunto de compañías en el país. Estados Unidos, China y Brasil son los tres principales países a los que recurre la industria local.
La iniciativa de YPF, que demandó una inversión de US$ 150 millones, apunta a producir localmente arenas silíceas y resinadas. La extracción se realizará en una cantera ubicada en el departamento de Gaiman, provincia de Chubut, que, según la compañía, tendrá capacidad de procesar 500.000 toneladas anuales.
Desde allí, se trasladará (en camión y tren) a una planta de tratamiento que se emplazará en Añelo, provincia de Neuquén, donde se realizará el lavado, secado y resinado de las arenas, que quedarían listas para su utilización.
De acuerdo con la empresa que conduce Miguel Galluccio, la producción local de arenas de sostén implica una disminución del 40% el costo de este insumo, y podría representar hasta un 10% de reducción en el costo operativo de los pozos. Según su cronograma, el objetivo es incrementar la utilización de arenas producidas localmente hasta reemplazar totalmente las importadas para diciembre de 2016.
El presidente de la Cámara de Proveedores Mineros de Chubut, Gerardo Cladera, expresó la expectativa del sector tras el anuncio de YPF sobre la extracción de arena a pocos kilómetros del VIRCh para su posterior refinamiento en Neuquén.
“Desde la Cámara nosotros le damos la bienvenida a la actividad minera, porque esto de la extracción de arena es una actividad estrictamente para la actividad del petróleo, pero el origen es claramente minero”, dijo Cladera, quien aseguró que se trata de “un primer paso importante en la provincia en una nueva actividad minera”.
El titular de la Cámara de Proveedores Mineros señaló que en cuanto al tamaño, “la escala de proyecto es pequeña, pero ya estamos discutiendo la cantidad de mano de obra que va a dejar y sobre todo el tema relacionado con los proveedores, que desde la Cámara estamos tratando de apuntalar con este proyecto”.
Gerardo Cladera señaló que “se dicen muchas cosas, todo el mundo opina pero básicamente lo que nosotros notamos es que es el primer emprendimiento minero en la meseta, porque el proyecto de extracción es en la meseta, y luego el procesamiento es el Valle”.
El presidente de la Cámara aseguró que “parte del procesamiento sí se va a hacer en la región, en la planta de Dolavon; la extracción se hará en la meseta, luego se transporta el material y luego se procesa en la planta de Dolavon, finalmente se le da un tratamiento final en Neuquén”.
El dirigente empresario indicó que el proyecto “va a dar mano de obra y sobre todo esa mano de obra hay que triplicarla porque a esa planta que se ha colocado en Dolavon hay que mantenerla, hay que llevar servicios de limpieza, servicios de catering, los vehículos que se van a utilizar van a echar combustible, va a trabajar la gomería, es decir que habrá un derrame importante para un Valle donde los parques industriales están en retroceso”.
Al ser consultado sobre el anuncio del gobierno de que serán convocadas empresas de Chubut para el proyecto de explotación de arenas de perforación, Cladera señaló que “es un claro mensaje para todos lo que respecta a la actividad minera, es un mensaje para la empresa que lleva el proyecto adelante, para los municipios que están relacionados con el proyecto, tanto de Dolavon y tal vez Gaiman y 28 de Julio, y sobre todo para los proveedores, en ese sentido donde nosotros tenemos que trabajar muy fuerte”.
El representante de los proveedores mineros aseguró que deben trabajar fuerte en la capacitación, “porque no es sencillo ingresar a un proyecto minero, se necesitan requerimientos que pide la empresa en cuanto a seguridad, y cuestiones ambientales y todo lo que es los papeles, frente a la AFIP, entonces en esos requerimientos que sabemos que son muy estrictos, es donde nosotros también queremos capacitar al proveedor”.
Cladera señaló que uno de los próximos pasos “una vez aceptado y delineado el proyecto con las autoridades, es avanzar con reuniones con las empresas como con los proveedores para saber exactamente cuáles son los requerimientos finales”.