El presidente mundial de la petrolera multinacional Shell, Ben van Beurden, reiteró hoy su confianza en Brasil pese a la crisis económica que enfrenta el país, y en la brasileña Petrobras (NYSE:PBR), con la que tiene varios negocios, pese al gigantesco escándalo de corrupción en que la estatal está hundido.
La declaración de confianza fue manifestada en una rueda de prensa que Van Beurden concedió tras el encuentro que tuvo este jueves con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a la que le detalló los planes de la compañía tras haberse convertido en la mayor productora privada de petróleo en Brasil con la reciente adquisición de British Gas (BG).
"Reafirmé nuestros planes de inversión en Brasil a largo plazo", afirmó el presidente de la multinacional al referirse a su conversación con la jefe de Estado.
"Tenemos confianza en el clima para las inversiones en Brasil", agregó el ejecutivo, para quien el país pasó a ser más estratégico para Shell desde que la multinacional asumió los negocios de British Gas, que contaba con varias concesiones en el mayor mercado latinoamericano.
Según el empresario, juntando los activos de British Gas, Shell puede cuadruplicar sus operaciones en Brasil, en donde la producción puede alcanzar hasta el 20 % de la extracción mundial de la multinacional al final de esta década.
La adquisición de British Gas también convirtió a la Shell en la mayor socia de Petrobras en la exploración del presal, las gigantescas reservas de hidrocarburos descubiertas en aguas muy profundas del Atlántico y que pueden convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo.
Sobre el presal, aseguró que sus recursos "son uno de los mejores, si no los mejores, del mundo", y que seguirán siendo rentables pese al alto costo de producción en aguas tan profundas y a la caída de las cotizaciones internacionales del petróleo.
El ejecutivo dijo que aprovechó la entrevista con la mandataria para reafirmar "nuestro gran interés con relación a la implementación futura de esa asociación (con Petrobras)".
Aseguró que Shell y Petrobras tienen habilidades técnicas complementarias, lo que mejora las ventajas comparativas de la asociación, y agregó que la confianza en la estatal brasileña le permitieron a la multinacional anticipar las inversiones que tenía previstas para el futuro en el campo de Libra, una gigantesca reserva en el presal en la que las dos empresas son socias.
"Tenemos 100 % de confianza de que Petrobras saldrá del actual episodio (el escándalo de corrupción) y de que saldrá más fuerte como empresa. Eso fue un elemento de consideración muy importante cuando cerramos el negocio (de compra de British Gas) que nos posicionará como empresa socia líder de Petrobras por muchas décadas por venir", afirmó.
Dijo que la Shell considera a la Petrobras como una empresa "muy fuerte y competente en el desarrollo de su área de actuación".
Petrobras divulgó la víspera que sufrió pérdidas por 21.587 millones de reales (unos 7.200 millones de dólares) en 2014, su peor resultado desde 1991, y que las colosales corruptelas que se investigan en los tribunales le costaron al menos 6.200 millones de reales (unos 2.066 millones de dólares) desde 2004.
El presidente de la empresa, Aldemir Bendina, considera que la publicación del balance del año pasado auditado por firmas extranjeras e incluyendo las pérdidas provocadas por la corrupción suponen "un paso fundamental en la dirección hacia el rescate de credibilidad por parte de los accionistas, de los proveedores, del mercado y la sociedad".