Los inversionistas extranjeros están apostando por el peso. Al menos así lo demuestra el ingreso de dólares al país, que en abril acumula US$2.800 millones, muy por sobre los US$ 534 millones que exhibía el carry trade durante marzo, según datos entregados por el Banco Central.
Es aún más notorio si se considera desde el 18 de marzo, día en que la Fed de Estados Unidos dio luces respecto a la normalización de la política monetaria de ese país. Desde ese día hasta la fecha, la moneda local se ha apreciado un 3,77%.
Así, pese a que en el mes los fundamentos para el peso deberían ser depreciativos, la jugada por la moneda local ha tenido un efecto no menor dado que además ha permitido contrarrestar la baja que han mostrado los precios de los principales commodities que exporta Chile. Y es que durante abril el cobre exhibe una caída de 2,04%, la celulosa cede 2,58% y la harina de pescado retrocede 5,13%; en cambio, la moneda local se ha apreciado $6,2 (+0,99%) en el mes.
Para los analistas, la explicación es que Chile ha logrado desmarcarse de la región en términos de crecimiento dado que ya habría tocado fondo, a diferencia de países como Perú o Brasil.
A eso hay que sumar el efecto generado por los anuncios de los distintos bancos centrales de países desarrollados que están operando en línea contraria a la Fed, ya que todos están inyectando liquidez al mercado. “Esto usualmente no termina en Europa, sino que van a buscar donde están los rendimientos y generalmente es en países emergentes como Chile; más aún uno como el nuestro, que ha corregido de manera súper importante su déficit de cuenta corriente”, destaca Luis Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica.
Christian Córdova, de Invierto Fx, recuerda que el dólar registró durante este mes un máximo que rozó los $623 y un mínimo de $608,50. “Muy favorable para quienes realizan este tipo de operativa”, afirma.
Sin embargo, pese a que en los últimos días el dólar ha retomado su tendencia apreciativa, para los analistas aún queda espacio para que estas operaciones se incrementen.
De ser así, durante el próximo mes “el dólar podría llegar bajo los $608 e incluso por debajo de los $600 y ahí nosotros pensamos que es un muy buen momento para rearmar posiciones largas en dólares”, puntualiza Alarcón.
No obstante, para el economista esta apuesta no sería tan duradera, por lo que espera que la divisa norteamericana se mantenga durante gran parte del año en torno a $610-$620.
Mientras que Córdova espera que continúe un “sostenido apetito de los inversionistas” por estas operaciones. “Sólo si nos encontramos en una coyuntura de shock en los mercados internacionales, puede haber una espiral bajista en este tipo de instrumentos y deja de ser atractivo para los inversionistas mientras pasa la incertidumbre. Pero esto se ve lejano, si no fuera por un tibio fantasma que es Grecia al no llegar a acuerdo con sus acreedores”.
En esta línea, al igual que en EuroAmerica, esperan que los niveles de carry trade se mantengan con un sesgo alcista en los próximos meses.