Una hipótesis de mejora tecnológica, en el marco del proceso de sequía que afecta la región a través de la minería sustentable
Por Ricardo Martínez*
Introducción. El presente análisis preliminar surge de la inquietud de mejora de los sistemas de riego en la provincia, cuando todos escuchamos y hablamos sobre este tema, pero existen desconexiones entre estos análisis y la generación de programas o proyectos de estudio a nivel oficial.
Consideramos oportuno y necesario proponer ideas concretas a un debate y discusión muy necesaria en San Juan, respecto al mejoramiento del uso del recurso “agua” en todas sus utilizaciones. Y este es el solo objetivo de esta contribución.
La sequía que afecta las zonas cordilleranas del Noroeste Argentino viene haciéndose sentir desde hace al menos cinco años en forma drástica. El ciclo, según algunos analistas e investigadores climatólogos, recién comienza y su duración es imprevisible en el marco de variaciones importantes que se asocian a ciclos de largo plazo. La instalación de fenómenos de “La Niña” en el litoral peruano, con incidentes cortos y de menor intensidad de fenómenos tipo “El Niño” hacen prever que la tendencia, al menos plurianual, es a continuar con estos fenómenos de pocas precipitaciones invernales en Cordillera, con el consiguiente decrecimiento en los derrames de ríos en sistemas como los que afectan Cuyo y gran parte del NO Argentino.
Por otro lado, hemos escuchado por varios años las negativas opiniones que ha generado la utilización, ínfima en insignificante, de concesiones de agua para proyectos mineros en San Juan, pero que a la luz del proceso de sequía actual, provocan inferencias de reducido fundamento técnico, pero de amplia resonancia comunicacional.
Análisis. Por ello, y en un primer intento preliminar de bosquejar algunos números relativos a los derrames del Rio San Juan, y sus efectos en el Valle de Tulum, más las consideraciones publicadas de expertos en agricultura y riego por goteo, hemos resumido algunas de estas cifras como herramienta para provocar un análisis más pormenorizado y fundamentado, tanto técnica como políticamente, de esta iniciativa.
En el cuadro resumen siguiente, hemos considerado como una medida promedio histórica que el Valle de Tulum dispone de aproximadamente 100.000 has para cultivos. (*)
(*) En realidad, la disponibilidad edafológica y geográfica es mucho mayor, no así la hidrológica, pero se ha tomado este total por referencia a la evolución de las superficies cultivadas durante los últimos 115 años aproximadamente. Recordemos que a la épocas de 1920/1940, el Valle de Tulum tenía concesiones del orden de 160,000 has, y en estos años se dispuso por ley otorgarles un módulo de riego (a manto) y a través de un sistema de canales y acequias que aun hoy es modelo, del orden de 1,6 lts/ha.
Analizando la base de datos de derrames del Rio San Juan históricos, vemos que un derrame de época seca promedio (promedio bajo de derrames) puede establecerse aproximadamente en 1.300 Hm3 anuales. (*)
(*) A pesar de las estadísticas, debemos consideras que los últimos años, el derrame oscila entre 850 y 950 Hm3, bajando el promedio significativamente, y quizás, es con estos valores que deberíamos adaptar nuestras expectativas de riego a futuro. El tiempo lo dirá.
A su vez, se ha consultado bibliografía agronómica sobre la experiencia de las láminas de riego (por sistemas de goteo) propicias para cada tipo de cultivo, en referencia a la existencia y prorrata histórica del valle, estableciendo un lámina anual promedio para goteo de 957 mm(*)
(*) El cálculo de la lámina se ha realizado tomando como prorrata un 50% de tierras para vides, 20% para olivos y otros frutales, y un 30% como “Otros” que incluye todo el desarrollo hortícola no perenmne.
Luego, hemos tomado una cotización mínima de referencia del orden de U$ 2.500 por Ha, para la instalación de sistemas de riego presurizado (de distintos tipos para distintas regiones y cultivos) en la totalidad del Valle de Tulum, sin considerar un porcentaje bajo, pero no despreciable, que ya ocupa estos sistemas en la actualidad. Además se ha calculado un monto del 10% adicional para inversiones que incluyen la modificación menor de sistemas de conducción superficiales que pueden y deberían servir para la conducción relacionada a los sistemas de riego presurizados. Asimismo, se ha realizado un ejercicio de costeo del parámetro “Energía Eléctrica” que involucra un costo operativo significativo. (*)
(*) El cálculo de costo en energía e impuestos relacionados del bombeo para riego es un promedio adaptado a zonas de exclusivo riego desde acuífero con bombeo entre 60 y 100 mts de profundidad. Podría establecerse como un promedio “alto”, con lo cual, el ejercicio es más conservador y guarda mejores posibilidades de mejora.
Por último, se desarrolla un ejercicio del cálculo del ahorro relativo en la utilización de riego por goteo en reemplazo del riego a manto, alcanzando una fuerte referencia (325%) que deconfirmarse estaría fundamentando, incluso fuera de la consideración específica sobre lasequía, la conclusión de que el ahorro y mejora asociada en calidad y rendimientos del sistemade riego sería del orden de 1/4 de lo que hoy requieren los cultivos.
En los últimos años, se han emprendido obras de conducción y embalse que son todasnecesarias y contribuyen a un esquema importante para el control y aprovechamiento delrecurso hídrico, pero se ha realizado muy poco, casi nada, en la Optimización de los procesos de riego y mejora tecnológica asociada. No debemos dejar de lado el análisis de losfenómenos de salinización de suelos y deterioro del perfil edafológico que produce el riego amanto indiscriminado, ampliamente demostrado por publicaciones de sectores académicosdesde hace décadas. Mientras tanto, en el mundo globalizado observamos que estastendencias de avance y optimización de riego han resultado en mejoramiento de la calidad yrendimientos en cultivos en áreas marginales y redundan en fuertes mejoras económicas alalentar las cadenas productivas con el uso de mejores herramientas.
Esperemos lograr con esta idea-fuerza la inquietud en los sectores oficiales para llevar adelante un análisis más pormenorizado y detallado de todos esto parámetros técnicos.
Al final, dejamos una reflexión casi puramente económica, pero de fuertes repercusiones para el sector de aprovechamiento de los recursos no renovables, especialmente en San Juan la Minería, que generan rispideces y debates de orden global, lo cual la convierte necesariamente en una fuerte conclusión política que esperamos sea escuchada y debatida como se merece.
La provincia de San Juan, y sus rentas generales, han percibido de una sola mina (Veladero) unos US$ 150 M en regalías desde 2005 al presente, exceptuando otras contribuciones y los impuestos de ley (provinciales para este análisis).
Esto significa que estos montos podrían haber contribuido más del 50% del costo del proyecto de dotar al Valle deTulum de riego por goteo. Esto es decir más de 50.000 has bajo un riego más tecnificado y que resultase en mejoras de calidad y competitividad.
Conclusiones - argumentos: ¿No estaremos dejando escapar una oportunidad historica de mejorar San Juan a partir de la mejora que la minería podría traer como actividad sustentable ? ¿Existe mejor destino de los fondos provenientes de la explotación de recursos no renovables con mejor impacto en la economía de San Juan que un aprovechamiento racional y técnicamente fundado del recurso hídrico?. San Juan y Argentina tendrían para mostrar al mundo uno de los mejores ejemplos de sustentabilidad económica y social, si pudiéramos cumplir con un objetivo como este en un plazo de 10 a 20 años. Los diques y obras de conducción y reserva hídrica son muy importantes, pero deben
Complementarse con la explotación racional del recurso para completar un círculo virtuoso que posibilite el crecimiento de las economías de zonas áridas como nuestras regiones.
*Geólogo Minero y emprendedor agrícola