Los precios del cobre retrocedieron este miércoles por tercera sesión consecutiva aún lastrado por la inquietud suscitada en torno una mora en el pago de los bonos del sector de la construcción de China.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el cobre para entrega en mayo se negoció a 2,689 USD por libra, su cota más baja desde el 15 de abril, para después situarse en 2,698 USD durante la mañana de la jornada de negociación en Europa, con un retroceso del 0,16% o 0,4 centavos.
El cobre cerró la jornada anterior con un retrocedo del 1,12% o 3,0 centavos y un precio de liquidación de 2,702 USD. Era posible que los futuros encontraran un soporte en el nivel de 2,668 USD, el mínimo del 15 de abril, y una resistencia en 2,829 USD, su máximo del 20 de abril.
El grupo Kaisa, con sede en Shenzhen, se ha convertido en el primer promotor inmobiliario chino en incumplir el pago de sus bonos en dólares tras confirmar el lunes que no había abonado un cupón de dos senior notes.
La inquietud suscitada en torno a las moras en el pago de bonos nacionales dispararon las preocupaciones de los inversores acerca de si los acuerdos financieros, que han atado grandes cantidades de cobre, podrían deshacerse.
La estabilidad del sector inmobiliario no sólo lastra la demanda de cobre como material de construcción sino que perjudica también el consumo en el sector de los electrodomésticos.
China es el mayor consumidor de cobre del mundo y concentra casi el 40% del consumo mundial.
En otros ámbitos del Comex, el oro para entrega en junio se dejó un 0,23% o 8,80 USD para situarse en 1.200,30 USD por onza troy, mientras que la plata para entrega en mayo retrocedió un 0,04% o 0,6 centavos para negociarse a 16,00 USD por onza troy.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se dejó un 0,5% este miércoles para situarse en 97,61.
Mientras, la atención seguía centrada en la falta de acuerdo entre Grecia y sus acreedores sobre las reformas económicas para los fondos del rescate.
El Gobierno griego no se ha acercado siquiera a alcanzar un acuerdo con sus acreedores internacionales sobre las reformas económicas exigidas para acceder al remanente de fondos de rescate.
Atenas tiene que pagar 780 millones de EUR de su deuda con el Fondo Monetario Internacional el próximo 12 de mayo, lo que alimenta los temores de que el incumplimiento de plazos de la nación provoque su salida de la eurozona.