En los próximos días comenzarán a medirse los vientos en San Rafael y a mediados de año se hará lo mismo en Malargüe como primer paso en el proyecto para instalar un parque de generación de energía eólica en el Sur.
La iniciativa es llevada adelante por la Empresa Mendocina de Energía SA (EMESA), que ya tiene montada una “torre anemométrica” en El Sosneado y acaba de lanzar una licitación para erigir en 45 días otra igual en las inmediaciones del cerro El Nevado, del lado malargüino, cuya apertura de sobres de oferentes se realizará el 6 de mayo.
Alejandro Burlot, gerente y vicepresidente de esa firma estatal provincial, estimó que a mediados de esta semana se terminará de calibrar la torre instalada en El Sosneado para empezar con las mediciones en ese lugar.
Con estas torres se obtendrá la velocidad, la dirección y frecuencia de los vientos en tres alturas diferentes, 30, 60 y 90 metros, que “nos va a permitir conocer cuál sería el tipo de equipamiento, la envergadura del parque a construir y la localización exacta del mismo”.
Se necesita encontrar una zona con vientos lo más constante posible, para lo cual se tomarán mediciones durante dos años, debido a que los vientos también varían según la estación.
“Lo que nosotros hemos visto a priori en la zona sur –dijo Burlot a UNO de San Rafael- es que no hay vientos continuos todo el día, pero sí en cambio momentos con muy buenos vientos”.
Esto surgió de análisis preliminares de estudios satelitales, que serán ampliados con las torres anemométricas para determinar el real potencial eólico de ambas zonas: El Sosneado y el sector de Malargüe situado entre La Payunia y El Nevado.
El funcionario indicó que aunque en estos casos se recomienda medir durante dos años, “desde el primer momento en que se empiezan a generar datos ya se puede hacer ciertos análisis de prefactibilidad del sitio”.
Además destacó que “será la primera vez en la historia de nuestra provincia que vamos a empezar con mediciones en serio a gran escala”, lo que permitirá “tomar una definición clara de si se avanza o no con la construcción de un parque”.
EMESA será la dueña del complejo eólico
Existen algunas estimaciones generales que hablan de un parque con una potencia de entre 30 y 40 megavatios, aunque desde EMESA no quieren arriesgar un número hasta tener completada los estudios, tras lo cual “podremos formular con mayor certeza la cantidad de molinos a instalar y la potencia de los mismos”, explicó Alejandro Burlot.
También se deberá definir si la provincia a través de su empresa estatal de energía se asocia con una firma privada para construir y manejar el complejo.
En principio, adelantó el funcionario, “nosotros deseamos que sea EMESA la dueña del parque, no tenemos en mente brindar operación y mantenimiento porque no es nuestro rol, para eso hay empresas especializadas”.
No obstante, eso puede cambiar a medida que avance el proyecto porque “el modelo financiero se irá determinando de acuerdo a la envergadura de la inversión y a las condiciones que se tenga dentro de dos años”.
La viabilidad del proyecto también dependerá de la tarifa que le ofrezca el consorcio que maneja el mercado eléctrico nacional. “Quieren define la tarifa es CAMMESA, de ahí se hará la evaluación si el parque es factible o no”, añadió Burlot.
Inversión
Se destinará entre 1,2 y 1,5 millones de pesos para montar cada torre de medición de viento, ponerla en funcionamiento y obtener los datos. Esto se lleva a cabo con fondos provinciales, con la colaboración técnica de IMPSA.