El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas, rechazó "las expresiones de fuerza y violencia" de los sindicatos de trabajadores que criticaron ayer martes el movimiento empresarial que se levantó contra la reforma laboral.
Tanto en Santiago como en regiones, y apoyados por la CUT, diversos gremios sindicales de la construcción, minería, sector forestal y puertos se movilizaron y bloquearon el tránsito y accesos a algunas faenas en rechazo a las indicaciones al proyecto y la arremetida del sector privado.
Ante esto, Salas subrayó que espera que "prime la racionalidad" y el diálogo en la discusión de la reforma: "No comparto las expresiones de fuerza ni de violencia. Creo que esto mueve a insistir en que el proyecto afecta de distinta manera a distintos sectores. Es importante para las empresas y para los trabajadores; por consiguiente, lo que hay que hacer es dialogar", dijo.
Por su parte, la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, dijo que el proyecto se sigue discutiendo.
"Es una legislación en construcción (...) el proyecto está en la sede legislativa, y lo que avanzamos con los parlamentarios es de acuerdo a los tiempos reglamentarios que están establecidos en el Congreso", afirmó.
Blanco invitó a que el debate se haga con altura de miras y con respeto. "Si son videos, si son marchas pacíficas (...) estamos en democracia", señaló.
Sí enfatizó que las políticas públicas se hacen para todo un país, y no solo para un sector. "Las políticas públicas que hacemos como gobierno no son para dejar feliz a un solo sector o a un solo grupo. Son políticas sectoriales y nacionales", remarcó la autoridad.