Gracias al “boom” de los hidrocarburos no convencionales, las energía renovables y la eficiencia energética, Estados Unidos podría dejar de ser un importador neto de petróleo y gas natural en 2020, según indicó el Gobierno estadounidense en su informe anual energético.
Estados Unidos ha sido un importador neto de hidrocarburos desde los años 50 y su dependencia del petróleo ha definido la geopolítica mundial y la marcha de la economía global durante décadas.
“Con el crecimiento de la producción de petróleo y gas natural, el aumento de las energías renovables y de la eficiencia energética, las proyecciones muestran el potencial de eliminar las importaciones netas entre 2020 y 2030″, explicó en un comunicado Adam Sieminski, administrador del Departamento de Información y Energía (EIA).
La transición hacia unos Estados Unidos no dependientes de fuentes de energía extranjeras se aceleraría, para situarse más cerca de 2020, en el caso de un escenario con altos precios en el mercado de hidrocarburos.
El aumento de la producción de hidrocarburos desde yacimientos no convencionales, gracias al desarrollo de tecnologías como la estimulación hidráulica, han reducido progresivamente la dependencia en las importaciones de Estados Unidos y lo seguirá haciendo en el futuro, según el informe.
Las estimaciones señalan que Estados Unidos podría convertirse en un exportador de petróleo tras 2020, mientras que en el caso del gas natural ese punto de inflexión podría llegar en 2017.
La estimaciones del informe suponen que, gracias a los avances tecnológicos y las medidas de eficiencia energética, la demanda energética estadounidense hasta 2040 se incrementará un 0,3% anual, por debajo del crecimiento esperado del producto interior bruto (PIB) y de la población.
El informe estima que el uso energético per cápita de Estados Unidos se reducirá hasta 2040 a un ritmo anual del 0,4%, mientras que el uso de energías renovables permitirá reducir las emisiones de C02 una media de un 2,3% anual.
Estados Unidos podría ser independiente en términos energéticos en tan solo cuatro años, según un nuevo pronóstico del Departamento de Energía de Estados Unidos.
El precio del petróleo es bastante bajo, de alrededor de 55 dólares el barril. Pero si toca un máximo por encima de los 100 dólares, eso podría estimular más la producción petrolera estadounidense y reducir la demanda de petróleo importado, de acuerdo con la Administración de Información de Energía (AIE). En ese caso, “Estados Unidos se convertirá en un exportador neto de energía en 2019”, predijo AIE el martes.
Pero los precios del petróleo son más propensos a un aumento lento y modesto, dijo la AIE. Eso significaría que Estados Unidos no alcanzaría la independencia energética sino hasta 2028, que es todavía mucho más pronto de lo esperado. Hace un año, la agencia proyectaba esa independencia entre 2030 y 2040.
La producción petrolera de Estados Unidos se ha disparado en los últimos años, hasta el punto en que Estados Unidos ya ha superado a Arabia Saudita como el mayor productor mundial de petróleo bajo algunas medidas. La nueva tecnología conocida como fracking o fracturamiento hidráulicoproporciona acceso a nuevos suministros de petróleo y gas natural.
El salto en la producción de petróleo contribuyó a la caída del precio del petróleo y el gas natural, ya que inundó el mercado con oferta. Como resultado, algunas empresas petroleras han hecho recortes en sus planes de perforación.
Pero incluso con los bajos precios, la producción estadounidense de crudo debe alcanzar un récord este año.
El aumento en la producción de petróleo de Estados Unidos debería mantener el precio del petróleo por debajo de los 80 dólares hasta 2020, y por debajo de los 100 dólares el barril hasta al menos 2028, según la AIE.
Los automóviles con mayor ahorro de combustible, así como el crecimiento de fuentes de energía alternativas como la solar y la eólica, también están ayudando a impulsar la independencia energética.
