Por Florencia Donovan.
Tras recolectar la semana pasada más de $ 4200 millones, ahora el Ministerio de Economía probará suerte en el mercado con un bono en dólares, por al menos US$ 500 millones. Los fondos, según dijo el ministro Axel Kicillof en una entrevista con la TV Pública, se utilizarán para financiar un plan de viviendas y obras de infraestructura.
"El buen momento que vive el mercado de deuda argentina ha implicado un aumento de la demanda por este tipo de instrumentos", dijo Kicillof.
En rigor, se trata de una nueva emisión del Bonar 2024, el mismo título con el que Economía buscó tentar a los tenedores de Boden 2015 en el fallido canje de deuda que llevó a cabo en diciembre pasado y el mismo que pensaba colocar hace sólo dos meses, en una operación de la que iban a participar como organizadores los bancos Deutsche y JP Morgan, pero que quedó trunca tras la intervención del juez de Nueva York Thomas Griesa a favor de los holdouts. El Gobierno aspiraba entonces a recaudar al menos US$ 1000 millones con la transacción, el doble de lo que se plantea conseguir hoy en el mercado local.
Según un relevamiento realizado por LA NACION, Economía tendría ya garantizada la participación para hoy de varias compañías de seguros, así como también de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses). Los bancos quedarían afuera, dado que, según la comunicación N° 4308 del Banco Central (BCRA), están limitados para comprar bonos con dólares.
La licitación, de acuerdo con el comunicado difundido anoche por Economía, será en principio por US$ 500 millones, pero puede ser ampliable. Se descuenta que las ofertas del mercado podrían superar ese monto.
"Desde la Superintendencia de Seguros estuvieron llamando a varias compañías desde el viernes pasado invitándolas a participar de la licitación", confió un operador que pidió no ser identificado.
"Muchos inversores institucionales tienen dólares de los cupones que se pagaron hace poco, como el del Boden 2015", agregó otra fuente. "A ellos les sirve esta emisión de Bonar", explicó. El Bonar 2024 es un bono en dólares, que devenga una tasa del 8,75% nominal anual y paga intereses semestralmente los días 7 de mayo y 7 de noviembre de cada año. Ayer, en el mercado local, el bono cayó 2,48% y cerró a $ 1266, debido en gran parte a la baja de la calificación que Moody's aplicó a los bonos emitidos bajo ley local.
Más allá del destino que puedan dar a los fondos, en el corto plazo la emisión de hoy serviría en parte para fortalecer las reservas del Banco Central. Esto siempre y cuando los dólares que aporten los inversores que participen de la colocación no estén ya depositados en el sistema financiero.
"Algunas aseguradoras podrían suscribir el bono, pero después darse vuelta y vendérselo a algún cliente de afuera. En ese caso, habría algo de ingreso de dólares frescos", especuló un operador de una entidad internacional.
Pese a que estacionalmente en estos días existe una mayor liquidación de divisas por parte de las cerealeras, hace dos días seguidos que el BCRA no logra sumar dólares a sus reservas. Ayer, según informó la autoridad monetaria en su comunicado habitual, las reservas internacionales terminaron en US$ 31.415 millones, US$ 36 millones por debajo de su cierre del viernes pasado.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, adelantó ayer que se llevará a cabo una licitación de Bonar 24 por un monto de 500 millones de dólares ampliable en función de las ofertas que se reciban, que serán destinados a la concreción de un plan de viviendas populares y otras obras de infraestructura.
El anuncio fue hecho por Kicillof en una nota concedida a la Televisión Pública, donde expresó que la colocación se realizará en el mercado local y que será llevada a cabo sin intermediación de ninguna institución financiera. "El buen momento que vive el mercado de deuda argentina ha implicado un aumento de la demanda por este tipo de instrumentos", dijo el ministro. "La reapertura del Bonar 24 tiene las características usuales, es una emisión en plaza argentina de un bono ley argentina. Íntegramente, la operación la va a realizar el Estado, va a tener modalidad de subasta, es decir, recibiremos diferentes ofertas pero no va a haber intermediación de ninguna institución financiera ni bancaria", agregó.
El Bonar 2024 es un título en dólares bajo legislación local con un cupón del 8,75%.
En diciembre pasado, el Palacio de Hacienda hizo una importante oferta de estos títulos (cuando también se ofreció la cancelación anticipada del Boden 2015), pero la subasta tuvo una escasa aceptación en medio de la incertidumbre internacional por la caída del crudo. En esta oportunidad fuentes del mercado señalaron a este diario que desde Economía ya habían tanteado a varios fondos del exterior que habrían asegurado su participación.
"A los fines de participar en la licitación, deberá indicarse el precio incluyendo intereses devengados hasta la fecha de liquidación. Se recuerda que los Bonar 2024 con vencimiento final el 7 de mayo de 2024 amortizan en 6 cuotas anuales y consecutivas, comenzando en mayo de 2019, siendo las primeras 5 cuotas del 16,66% y la última cuota del 16,70%. Asimismo devengan una tasa de interés fija del 8,75% pagadera semestralmente", explicó la Secretaría de Finanzas, que informó que no pagará comisiones.
La fecha de recepción de ofertas es hoy hasta las 15 y la fecha de liquidación el próximo 23. El sistema de adjudicación será el holandés de precio único con una oferta mínima de u$s 1.000. Las ofertas podrán canalizarse en dos tramos: competitivo (deberá consignarse el precio incluyendo intereses devengados hasta la fecha de liquidación) y no competitivo.
Por ESTEBAN RAFELE.
El Ministerio de Economía buscará hoy colocar títulos públicos Bonar 2024 por al menos u$s 500 millones, informó anoche el un comunicado. El título paga un interés nominal del 8,75%, aunque ayer rendía 8,58 por ciento.
Economía decidió la colocación "dadas las favorables condiciones del mercado" y el dinero se empleará para financiar "obras estratégicas de infraestructura y vivienda del Estado Nacional". En rigor, esas obras se pagarán con pesos y las divisas quedarán en las reservas del Banco Central (BCRA).
Se trata de un nuevo intento de buscar financiamiento en moneda dura, luego del fallido canje de Boden 2015 por Bonar 2024 de diciembre y de la frustrada colocación de Bonar 2024 de fines de febrero, cuando la justicia de Nueva York obstaculizó la búsqueda de inversores.
A comienzos de diciembre, Economía quiso emitir hasta u$s 3000 millones de Bonar 2024 y apenas consiguió u$s 286 millones de fondos frescos, que habrían sido aportados por la ANSeS y el fondo Fintech del mexicano David Martínez, según trascendió.
Cuando terminaba febrero, la intención de sondear inversores en el exterior mediante los bancos JP Morgan y Deutsche en busca de u$s 2000 millones chocó contra el fondo buitre NML Capital y el juez Thomas Griesa, quien impidió a las entidades financieras ayudar al país.
En esta ocasión, la meta es menos ambiciosa. Economía licitará u$s 500 millones, pero dejó la puerta abierta para ampliar la emisión. Hay tiempo hasta las 15. Fuentes oficiales afirmaron que, a diferencia de las ocasiones anteriores, el Gobierno tendría apalabrados a bancos locales e inversores institucionales, como la ANSeS, para asegurar el éxito de la operación. No habrá agentes colocadores en el exterior ni se pagarán comisiones.
El Bonar 2024 se rige por la ley local, por lo que, por ahora, está lejos de las garras de los fondos buitre y de las órdenes de Griesa. Vence el 7 de mayo, paga intereses cada seis meses y comenzará a amortizarse en mayo de 2019. El instrumento, emitido el 7 de mayo de 2014, se utilizó para pagar la indemnización a Repsol por la estatización de la mayoría accionaria de YPF. En ese entonces, Economía emitió u$s 3250 millones de este instrumento.
Esa liquidez y su tasa de retorno de 8,75% nominal convirtieron al Bonar 2024 en el título preferido de los inversores para posicionarse en el país a largo plazo. El mercado canalizó en este bono su expectativa a un gobierno más cercano a sus intereses a partir de 2016. Eso infló su cotización hasta niveles sobre la par.
Ayer, el bono rendía 8,58% incluso luego de una baja de 1,9% en su cotización. El título se vio afectado por un reporte de la calificadora de riesgo Moodys, que ayer extendió el riesgo "muy alto" de default a la deuda de legislación local al otorgarle la calificación Caa2. Moodys entendió que la orden de Griesa de impedir el pago de los bonos Discount y Par de ley local agrega incertidumbre a los papeles que no formaron parte de la reestructuración.
Distintos funcionarios, como el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, y el secretario de Política Económica, Emmanuel Álvarez Agis, oficializaron en distintas ocasiones la posibilidad de ampliar la emisión este año para conseguir dólares con los que pagar el vencimiento del Boden 2015 (u$s 6000 millones en octubre) y otros compromisos sin afectar el nivel de reservas. Pero lo sorpresivo de la licitación hizo sospechar de un intento para evitar a Griesa. Anoche, funcionarios del Palacio de Hacienda trabajaban contrarreloj para llegar a tiempo con la burocracia necesaria para la emisión.